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18sep17
La adolescente alemana arrestada en Mosul podría enfrentarse a la pena capital
Linda Wenzel, la alemana de 16 años capturada en la ciudad iraquí de Mosul el pasado julio tras un rocambolesco periplo hasta los confines del califato, suplica desde entonces su regreso a casa. Un destino remoto porque, confinada en una prisión del aeropuerto internacional de Bagdad, podría enfrentarse a la pena capital en los tribunales del país árabe.
"Como sabe, conforme a ciertas leyes, los adolescentes son responsables de sus acciones especialmente si es una actividad criminal que implica el asesinato de gente inocente", ha deslizado el primer ministro Haidar al Abadi interrogado por la suerte de la joven germana en declaraciones a Associated Press.
Según la legislación antiterrorista iraquí, la pertenencia a organización terrorista se castiga con la condena a muerte, ejecutada a través del cadalso o el fusilamiento. Precisamente la semana pasada un tribunal del país dictó pena capital contra un militante de Estado Islámico de 28 años y nacionalidad rusa, capturado en el oeste de Mosul en plena campaña militar para liberarla. Fue la primera sentencia contra un combatiente extranjero del grupo yihadista.
Durante el proceso judicial, el condenado reconoció ser miembro del IS y haber llevado a cabo "operaciones terroristas" contra las fuerzas de seguridad iraquíes desde 2015. Según su testimonio, estudió ingeniería en Moscú y se convirtió al islam a través de unos empleados de la construcción uzbekos. En 2014, al graduarse en la universidad, se trasladó a Turquía para sumarse a la organización que dirige Abu Bakr al Bagdadi.
Aunque el número de extranjeros detenidos no se ha hecho público, se calcula que Bagdad mantiene arrestados a decenas de extranjeros que viajaron desde sus países de origen al califato proclamado a caballo de Siria e Irak. La mayoría han sido trasladados a Bagdad. Las autoridades iraquíes insisten en que serán juzgados en el país a pesar del interés de algunos países europeos por solicitar la extradición.
Las familias de los yihadistas extranjeros, por su parte, han sido confinadas en campos especialmente habilitados por las fuerzas de seguridad en el norte de Irak cuya existencia y condiciones cercanas al régimen carcelario han denunciado organizaciones de derechos humanos internacionales.
Wenzel podría compartir futuro judicial con el combatiente ruso. En cualquier caso, la condena a muerte no sería aplicada hasta que cumpliera los 22 años. Natural del Pulsnitz, un pueblito de 7.500 almas próximo a Desdren, fue arrestada el pasado julio durante las tareas de limpieza de los últimos reductos de Mosul. Se hallaba escondida entre una veintena de mujeres que, según las fuerzas de seguridad iraquíes, eran miembros de la policía del IS. No obstante, su papel en la estructura del IS y su posible participación en actos violentos sigue resultando incierto.
La adolescente huyó del domicilio familiar el 1 de julio de 2016 tras convertirse al islam a principios de año y enamorarse de un militante de origen checheno del IS en Siria que la adoctrinó a través de Internet. Wenzel usó la identidad de su madre para volar desde Frankfurt en dirección a Estambul, donde se desvaneció su rastro. Una vez allí, cruzó la frontera con Siria en busca del califato.
Escondidos bajo el colchón de su habitación, la policía halló dos recibos por sendos billetes de avión desde Dresden a Estambul con escala en Frankfurt. Los investigadores también localizaron en su dormitorio una alfombra usada para rezar, una tablet con cientos de fotografías y el acceso a una cuenta de Facebook usada por la adolescente. La joven, que sobrevivió en el interior de Mosul a nueve meses de encarnizada lucha y constantes bombardeos que se ha cobrado decenas de miles de vidas, ha recibido asistencia consular de la embajada germana en Irak.
Al Abadi ha confirmado que se encuentra recluida en un centro penitenciario en la zona de máxima seguridad del aeropuerto internacional de Bagdad junto a otras mujeres extranjeras vinculadas al IS, entre las que figuran, francesas, sirias, iraníes y belgas. La justicia iraquí ya ha iniciado el proceso contra la joven. Tras su arresto, captado por los móviles de los uniformados, una malherida Wenzel declaró entre sollozos que anhelaba regresar a casa. "Solo quiero alejarme de aquí. Alejarme de la guerra, las armas y el ruido. Solo quiero volver a casa con mi familia", esbozó. Un deseo difícil de cumplir.
[Fuente: Por Francisco Carrión, Diario El Mundo, Madrid, 18sep17]
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 | This document has been published on 21Sep17 by the Equipo Nizkor and Derechos Human Rights. In accordance with Title 17 U.S.C. Section 107, this material is distributed without profit to those who have expressed a prior interest in receiving the included information for research and educational purposes. |