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20mar22
La cesión del Sáhara a Marruecos y la esperada respuesta de Argelia marcan la tensión política española
Seguimos sin saber los motivos por los que Sánchez ha dado, en plena guerra de Ucrania un vuelco radical a la política española en el Magreb, entregando a Marruecos la soberanía del Sáhara Occidental y en contra de los compromisos electorales del PSOE. Lo que ha producido espanto y una parálisis 'facial' en Unidas Podemos que no dejan de humillarse ante las decisiones del presidente del Gobierno con tal de seguir en el Consejo de Ministros.
Ante la ausencia de explicación y justificación de Sánchez, a propósito del Sáhara que ha entregado al monarca Mohamed VI, no cesan de crecer toda clase de especulaciones sobre posibles pactos secretos entre España, USA, Marruecos y Francia sobre el vuelco que la decisión de Sánchez ha causado en el ámbito político y estratégico del Magreb.
Lo que aclarará la posible y temida respuesta de Argelia que calificó la decisión de Sánchez de 'histórica traición' de España al pueblo saharaui, al tiempo que retiraba su embajador en Madrid. Lo que permite sospechar que el Gobierno de Argel puede suspender o recortar el envío de gas argelino a España, cuyo volumen actual se evalúa en un 40 % del consumo de gas en nuestro país.
Lo que supondría, en el caso de suspensión de toda la exportación del gas argelino a España, una crisis energética descomunal en España con unas consecuencias desastrosas para la economía y producción de electricidad.
Alguna garantía tiene que tener Sánchez, de que el corte de suministro de gas argelino a España no se va a producir -quizás por presiones de Francia, la UE y de EEUU- porque, de lo contrario, la decisión de Sánchez de dar la soberanía del Sáhara a Marruecos, sería un acto suicida para su liderazgo en la izquierda y en la presidencia del Gobierno.
Y cuesta imaginar que Argelia, que mantiene rotas las relaciones con su vecino Marruecos y que sostiene y apoya al ejército del Frente Polisario, se vaya a quedar cruzada de brazos tras haber acusado a España de traición.
Como sorprende el momento elegido por Sánchez, en la guerra de Ucrania, para anunciar tan drástica decisión, lo que da alas a la especulación de que los servicios de inteligencia habían advertido a España de que Marruecos preparaba una nueva 'agresión' a Ceuta y Melilla lo que habría obligado al Gobierno de Madrid a una respuesta militar.
Podemos callados y el PP desconcertado
En el plano nacional la 'rendición' de Sánchez ante Mohamed VI deja a los dirigentes de Unidas Podemos sumidos en una gran contradicción porque, mientras estén en el Gobierno los ministros de UP se hacen cómplices de la decisión de Sánchez, como también lo son de de la OTAN, tras el envío de armas de España a Ucrania al que ellos se oponían.
Pero, de momento, la consigna en UP es atrincherarse en el Gobierno del que no piensan salir por nada del mundo hasta que se anuncie un periodo electoral. A sabiendas como saben que su actitud próxima a Putin les ha causado un grave daño entre sus potenciales votantes que están viendo a diario y por televisión los horrores y destrozos que causa la guerra de Putin.
Y temen en UP que Sánchez y el PSOE los acusen de amigos de Putin si se van del Gobierno por la crisis del Sáhara subrayando entonces que Argel y Moscú están en el mismo bando.
En el PP, partido inmerso en el largo proceso de sustitución de Casado por Feijóo, la confusión no es menor. Porque la derecha española está en esta crisis de abandono del Sáhara y del pueblo saharaui, mucho más cerca de Marruecos (y de EEUU) que de Argelia, a pesar de la reciente 'invasión' de Ceuta y de la 'pequeña guerra' de Aznar en Perejil.
Sin embargo Feijóo, hasta ahora, sólo ha hablado de la 'temeridad' de la decisión de Sánchez sobre el Sáhara y de la ausencia de consenso en los grandes temas de política exterior. Pero sobre todo Feijóo está a la espera de la respuesta de Argelia y de saber si está crisis afectará a la exportación de gas argelino a España abriéndose así una crisis energética nacional.
Las próximas horas y días serán determinantes y todas las miradas están puestas en el Gobierno de Argel y en sus posibles decisiones sobre el gas que este país exporta a España.
Y que también es para Argelia una fuente de riqueza esencial. Sobre todo si se logra conectar el gasoducto que pasa por España con Francia y el resto de la UE. Lo que parece ser el argumento que se maneja bajo cuerda y el que a lo mejor baraja Sánchez para creer, como dice el ministro Albares, que Argelia es un socio 'fiable' de España. Lo que muy pronto se va a saber.
[Fuente: Por Rafael Halcón, República de las ideas, Madrid, 20mar22]
Sáhara Occidental | Western Sahara
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