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02may18
El Frente Polisario: "Nunca hemos recibido armas de Hizbulá"
Hay quién dice que las relaciones tormentosas nunca se terminan de arreglar del todo. En la geopolítica pasa algo parecido. Por mucho que dos países disfracen su diplomacia e intenten reconstruir sus relaciones durante cuatro años, la presión de los amigos y enemigos nunca ayuda a ello.
Dentro de 44 días, en el estadio de San Petersburgo, Marruecos e Irán disputarán su primer partido de la fase de grupos del Mundial de Rusia. Las casas de apuestas dan al reino alauí un 46% de probabilidades de victoria. En el terreno de juego, claro. Porque en el tablero político no está tan claro. La guerra de declaraciones y dardos empezó desde que Naser Burita, ministro de Exteriores marroquí, afirmase ayer que su país rompía relaciones diplomáticas con Irán por armar, financiar y formar al Frente Polisario a través del movimiento chií libanés Hizbulá.
Burita dijo que tenía pruebas "irrefutables". Aunque no mostró ninguna. Horas después de su declaración, el viejo aliado del reino, Arabia Saudí, no tardó en posicionarse. "El gobierno saudí condena enérgicamente la injerencia iraní en los asuntos internos de Marruecos a través de su herramienta, la milicia terrorista de Hizbolá, que está entrenando a los elementos del llamado grupo Polisario para desestabilizar la seguridad y la estabilidad en el Reino fraternal de Marruecos", rezó su comunicado.
En un punto geográfico que nada tiene que ver con el conflicto, como es la ciudad de París, se encuentra ahora mismo Mhamed Khaddad, miembro de la dirección del Frente Polisario. "Todo es un mera patraña, un oportunismo político mezquino por parte de Marruecos, que quiere posicionarse en el contexto internacional junto con sus amigos de Israel, Estados Unidos y Arabia Saudí", dice Khaddad a este periódico. "Nosotros hace 30 años que no tenemos ninguna relación con Irán, desde que el embajador saharaui se fue del país. Es todo falso, nunca hemos recibido armas de Hizbolá. ¿Por qué Marruecos rompe relaciones ahora con Irán cuando las mantiene con otros países que apoyan la causa saharaui como Cuba, Nigeria o México?".
Un día antes del pronunciamiento marroquí, en Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu acusó a Irán de fabricar armas nucleares. En un discurso televisado en inglés y en prime time, Netanyahu aseguró que "Irán miente sobre sus planes nucleares porque tienen un programa secreto".
Estados Unidos no tardó en apoyar las acusaciones de Israel. Y horas después entró en escena Marruecos. "Tenemos pruebas, los nombres marcados y los hechos concretos que corroboran esta complicidad entre el Polisario y Hizbolá contra los mejores intereses de Marruecos", dijo el ministro Burita, que invitó al encargado de negocios iraní en Rabat a abandonar el país.
"En 2016 hubo una visita de altos líderes de Hizbolá a los campamentos de Tinduf para reunirse con oficiales militares del Polisario. El arresto en Casablanca en marzo de 2017 de Kacem Mohamed Tajeddine, que financia a Hizbolá en África, provocó su ira y amenazó con reforzar su relación con el Polisario. Entonces algunos de sus líderes militares fueron a Tinduf para entrenar a las guerrillas urbanas del Polisario y entregarles armas (misiles SAM-9, SAM-11 y Strella)", sentenció el ministro de Exteriores, indicando además que al menos un miembro de la embajada iraní en Argel está involucrado en estas operaciones durante al menos dos años.
Aquí es donde entra en escena de nuevo el Clásico político del norte de África. La rivalidad diaria entre los vecinos Argelia y Marruecos no cesa. Sólo hay que echar un vistazo a la frontera entre ambos, que lleva 24 años cerrada. "Hay mucha conciencia en el lenguaje utilizado en la declaración del primer ministro israelí sobre el plan secreto de Irán y lo que dijo el ministro de Exteriores marroquí", dicen algunos de los editoriales de los medios argelinos.
"Nasser Bourita no ha presentado ninguna de las pruebas de las que habla, y es poco probable que lo haga algún día. Marruecos ha decidido cortar las relaciones diplomáticas con Irán. De paso, hace serias acusaciones contra Argelia. Nuestro país está acusado de haber facilitado estas entregas de armas al Frente Polisario".
El periodista Lounès Guemache, director del TSA, el medio digital más leído en Argelia, critica duramente en un artículo al país vecino. "Esta no es la primera vez que Marruecos acusa al Frente Polisario de tener vínculos con grupos armados considerados terroristas por los Estados Unidos. Ya ha intentado, sin éxito, crear un vínculo entre el movimiento saharaui y Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI). Hoy, lo intenta con Hezbollah. Sin embargo, el movimiento chiita, involucrado en varios frentes difíciles en Siria y Libia, probablemente necesite todas sus armas".
Desde Hizbolá también lo han negado en un comunicado. "Es lamentable que estén utilizando la presión de Estados Unidos, Israel y Arabia Saudita para dirigir estas acusaciones falsas".
En el año 2009, Marruecos e Irán ya rompieron sus relaciones tras unas declaraciones de un alto cargo iraní en las que cuestionaba la soberanía de Bahrein y la llamaba la "la decimocuarta provincia de Irán". Ambos países tardaron cinco años en reconciliarse.
[Fuente: Por Lucas de la Cal, El Mundo, Madrid, Esp, 02may18]
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