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02nov12
EEUU reemplaza al Consejo Nacional Sirio en pleno agravamiento de la guerra civil
La oposición siria se reunirá este sábado en Qatar para establecer un nuevo Consejo Nacional Sirio (CNS) bajo el patrocinio de esa nación árabe y de a la que han criticado por su ineficacia y división interna.
Sipan Sayda, miembro del CNS y familiar de Abdel Basset Saida ha anunciado a la agencia kurda Rudaw que el actual presidente de la coalición opositora dimitirá de su cargo, al que accedió en junio. "Mi tío no quiere ser presidente por más tiempo. Para él, cuatro meses son suficientes", señaló.
La revista 'Foreing Policy' ha asegurado que Washington ha decidido retirar su apoyo al CNS para sustituirlo por otra formación de entre 35 y 50 miembros, que serán elegidos en la cumbre del país del Golfo.
El plan norteamericano contempla que sólo un tercio de los integrantes del nuevo organismo procedan del CNS y que la mayoría sean sirios de los grupos que se oponen a Bashar Asad en el interior de la nación árabe.
Una de las figuras claves de este proyecto es el ex parlamentario y empresario Riad Seif, uno de los antiguos protagonistas de la llamada Primavera de Damasco que se registró en Siria tras la muerte del padre de Bashar Asad, el dictador Hafez Asad.
Diputado independiente desde 1994, Seif hablaba en aquellos días con los periodistas de la necesidad de implantar en Siria "un estado de derecho y leyes", en definitiva de optar por la democracia y no por la autocracia hereditaria por la que optó muy pronto el sucesor de Hafez al Asad.
El guiño aperturista concluyó precisamente con la detención del diputado Mamoum al Homsi en agosto del 2001 y la del propio Seif un mes más tarde. Seif permaneció en la cárcel hasta el 2006 y después fue arrestado de nuevo en el 2008 y al principio de la presente algarada. El pasado mes de junio consiguió abandonar el país.
Washington pretende que los opositores creen asimismo una suerte de entidad ejecutiva con una decena de tecnócratas dedicados a lidiar con el trasvase de la ayuda logística y humanitaria que recibirían de las naciones extranjeras.
La propia secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, reconoció el miércoles en Croacia el significativo al lanzar una inusitada andanada dialéctica contra el CNS del que dijo "no puede ser considerado como el líder visible de la oposición".
"La oposición no puede ser representada por gente que pese a sus buenos atributos en muchos casos no han estado en Siria desde hace 20, 30 ó 40 años", observó asimismo en una referencia directa al hecho de que la mayor parte de los líderes del CNS han permanecido en el exilio desde hace décadas. "También necesitamos una oposición que resista con fuerza los esfuerzos de los extremistas para secuestrar la revolución siria", añadió.
El jefe del CNS, el kurdo Abdel Basset Saida, replicó recriminando a la comunidad internacional su inacción ante la catástrofe que se ha abatido sobre el país, lo que ha generado según él la creciente pujanza de los radicales en las filas de los insurrectos.
"Las zonas que escapan al control del régimen están sumidas en el caos y la desesperanza, porque el régimen prosigue sus ataques. En esa atmósfera es natural que se desarrolle el extremismo, que es la consecuencia de la inacción de la comunidad internacional", precisó.
Según Saida, aunque el CNS "intenta que el radicalismo islamista no tenga impacto, la falta de apoyo material hace que nuestro margen de acción sea más limitado del que nos gustaría".
El congreso de Doha se produce en medio de una agravamiento de la guerra civil en Siria, donde los combates ya no sólo se libran entre las fuerzas rebeldes opuestas al régimen sino entre los propios miembros del ELS y las milicias kurdas que controlan varias zonas del norte del país y entre facciones palestinas, aliadas y opuestas a la dictadura.
Un escenario que comienza a recordar el complejo entramado en el que derivó el conflicto fratricida del vecino Líbano, donde las incontables facciones armadas terminaron por enfrentarse entre ellas sin respetar credos o filiación comunitaria.
El general Mustafa al-Sheikh, jefe del consejo militar del ELS, acusó a Damasco de "provocar" y "atemorizar" a los kurdos para instarlos a pelear con los rebeldes. "El régimen está usando la carta kurda para impedir la revolución", manifestó en declaraciones al diario turco Zaman.
Otro combatiente admitió de forma tácita a la agencia Reuters la desazón que está generando esta refriega entre los propios insurrectos. "Queremos luchar contra el régimen y en lugar de eso estamos peleando en un nuevo frente que no necesitamos y para el que no tenemos tiempo", dijo.
Hasta ahora el ELS y las milicias del Partido de la Unión Democrática Kurda (PYD) habían mantenido una relación distante pero respetuosa. Los kurdos controlan varias regiones del norte y noreste del país, y dos barrios de Alepo, donde se iniciaron los combates la semana pasada, que más tarde se extendieron a la región de Afrin y Azaz, cerca de la frontera con Turquía.
La contienda está degenerando de tal forma que los protagonistas de la guerra se enfrentan ahora a guerras superpuestas en las que por ejemplo, contingentes kurdos también están luchando contra los miembros de su propia comunidad al mantenerse fieles al ELS.
Lo mismo ocurre con los refugiados palestinos -más de medio millón en todo el país-, que comienzan a dividirse entre las facciones aliadas del régimen -en especial el Frente Popular para la Liberación de Palestina Comando General (FPLG-CG) que dirige Ahmed Jibril- y los militantes que se han sumado a la insurrección popular.
La presencia de palestinos en las filas del ELS se remonta a meses atrás. Este periodista pudo acompañar a los integrantes de un grupo de refugiados procedentes de Hama que peleaban en Homs. Sin embargo, ahora el ELS ha establecido una facción apodada Brigada Tormenta integrada sólo por palestinos cuyo objetivo es pelear contra el FPLP-CG en su reducto de Yarmuk, el principal campo de refugiados de Damasco, donde residen más de 150.000 personas.
El martes ya se registraron enfrentamientos en ese enclave entre los rebeldes y las huestes de Jibril.
[Fuente: Por Javier Espinosa, Beierut, El Mundo, Madrid, 02nov12]
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