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07mar14
Subversión y presiones militares de EE.UU. para cercar a Rusia
Las acciones subversivas de Estados Unidos y sus aliados en Ucrania constituyen un paso más en el afán por aislar a Rusia y expandir la esfera de influencia occidental en Europa, estiman expertos.
Esas presiones de sectores derechistas en Washington, las amenazas contra Moscú, así como el movimiento de fuerzas militares estadounidenses, conforman el escenario hostil creado por Washington.
Una de las declaraciones más definitorias de esta campaña coordinada la hizo el senador republicano Lindsey Graham, quien llamó a tomar las medidas necesarias "para crear un cerco democrático alrededor de Rusia", aunque realmente ese eventual asedio contiene elementos de carácter militar.
El pretexto de toda esa algarabía es la movilización de efectivos decretada por Moscú en el oeste y centro del país y el despliegue de tropas en Crimea, sede de la Flota rusa del mar Negro.
Por una parte, el presidente Barack Obama anunció el jueves la imposición de sanciones contra ciudadanos rusos y ucranianos vinculados a acciones "contrarias a la independencia y autodeterminación de Ucrania".
Entretanto, en el Capitolio, el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes aprobó una resolución que critica a Rusia por el movimiento de efectivos en Crimea y lo catalogó como una "amenaza a la paz y la seguridad internacionales".
Además, el plenario de la Cámara baja aprobó un proyecto para otorgar un préstamo por mil millones de dólares al nuevo gobierno de Kiev, surgido tras la destitución por la fuerza del presidente Víktor Yanukovich, una acción vista por Moscú como golpe de Estado.
Los principales medios de prensa estadounidenses han generado una campaña mediática contra el derecho de Rusia a la defensa de su seguridad nacional y sus fronteras, mientras apoyan a las autoridades de facto ucranianas y atacan la figura del presidente Vladimir Putin.
Es por ello que la injerencia occidental en la crisis adquirió nuevos matices en los últimos días después de conocerse que el Pentágono incrementaría la presencia bélica en Europa Oriental, y realizaría ejercicios y entrenamientos con sus aliados en el Viejo Continente.
En ese sentido, Washington envió seis cazas F-15 y un avión de reabastecimiento KC-135 a Lituania, desde bases estadounidenses en el Reino Unido, así como aviones interceptores F-16 a Polonia para reforzar las defensas antiaéreas de la zona fronteriza con Rusia.
Además, el destructor coheteril USS Truxtun (DDG-103) pasó del mar Mediterráneo al Negro. Este buque forma parte de las naves escoltas del grupo de ataque del portaaviones George H.W. Bush, que se supone siga en travesía al Medio Oriente.
Según el Departamento de Defensa, tales medidas "están en correspondencia con una solicitud de nuestros aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte(OTAN)".
Para garantizar sus objetivos en Ucrania, Estados Unidos cedió a los servicios de inteligencia de sus aliados la tarea de derrocar a Yanukovich, en particular a Polonia, Lituania, Noruega y Suecia, cuyos servicios especiales manejaron más de cerca a la insurgencia prooccidental.
Algunos de estos y otros componentes político-militares de la campaña en Ucrania, aparecen esbozados en los documentos rectores del Pentágono.
En particular la Circular de Entrenamiento TC-18-01 de las Fuerzas de Operaciones Especiales (FOE), publicada en noviembre de 2010, bajo el título "La Guerra no Convencional" confirma la importancia de los vínculos de esas unidades élites con quienes en otras naciones ejecutan las acciones subversivas.
Incluso, algunos expertos consideran que una parte de las acciones de cambio de régimen en Ucrania podrían haberse ensayado en ejercicios conjuntos.
Una agrupación de las FOE norteamericanas participó en las maniobras Tormenta de Primavera en mayo de 2013, una de las más extensas que realizan anualmente las fuerzas armadas de Estonia.
Meses después, en octubre pasado, miembros de las FOE de Noruega viajaron a la base de MacDill, en el sureño estado de Florida, donde radica la jefatura del Comando de Operaciones Especiales.
Allí realizaron entrenamientos en actividades conjuntas cuyo contenido no fue precisado, según indicó entonces un reporte del diario Tampa Tribune.
[Fuente: Por Roberto Garcia Hernandez, Prensa Latina, La Habana, 07mar14]
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