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27mar14
Ucrania hará reformas draconianas a cambio de 19.700 millones de rescate
El Fondo Monetario Internacional (FMI) valoró hoy en 27.000 millones de dólares (unos 19.700 millones de euros) el rescate a Ucrania, cuyo Gobierno se ha comprometido a introducir reformas draconianas que el derrocado presidente, Víktor Yanukóvich, consideró dañinas para su pueblo.
"El apoyo financiero proveniente de la comunidad internacional ascenderá a 27.000 millones de dólares en los próximos dos años", anunció Nikolai Gueorguiev, el jefe de la misión del FMI enviada a Ucrania.
Esa ayuda no evitará la recesión en la que se encuentra ya sumida la economía ucraniana, pero sí la bancarrota que amenaza a este país desde hace meses por culpa del despilfarro del antiguo régimen, según el Gobierno.
El FMI anunció el programa de ayuda consensuado con el Ejecutivo después de que expertos del organismo crediticio evaluaran la situación económica sobre el terreno y analizaran un programa de reformas entre el 4 y el 25 de marzo pasados.
"La asistencia proveniente del FMI oscilará entre 14.000 millones y 18.000 millones de dólares. El monto exacto se determinará una vez que se haya obtenido todo el respaldo bilateral y multilateral", agregó Gueorguiev.
Horas después, el portavoz del FMI en Washington aseguró que el programa de asistencia financiera a Ucrania aún debe ser ratificado por el Directorio Ejecutivo tras lo que, previsiblemente, el primer desembolso tendrá lugar en abril.
Recientemente, la UE también aprobó una ayuda para la maltrecha economía ucraniana de 11.000 millones de dólares, de los que 1.600 millones podrían llegar a su destino en las próximas semanas.
Para obtener la ayuda internacional, las autoridades del país deben adoptar "un programa de medidas sólidas y de gran alcance orientado a estabilizar la economía y crear las condiciones que permitan un crecimiento sostenido", señaló Gueorguiev.
Los desequilibrios macroeconómicos de Ucrania "alcanzaron niveles insostenibles durante el último año", con un déficit por cuenta corriente de más del 9 por ciento del PIB.
"Dado el volumen significativo de pagos externos y el acceso limitado a los mercados internacionales de deuda, las reservas internacionales cayeron a un nivel crítico", añade.
El déficit fiscal de 2013 alcanzó el 4,5 por ciento del PIB, y el déficit de la compañía estatal de gas, Naftogaz, alcanzó casi el 2 por ciento del PIB.
"Si no se adoptan medidas de política, el déficit presupuestario y de Naftogaz combinado superará el 10% del PIB en 2014", dice el FMI.
El objetivo es reducir el déficit fiscal a alrededor del 2,5 por ciento del PIB en 2016, sin descuidar a los grupos más vulnerables de la sociedad.
Nada más anunciarse el acuerdo, el primer ministro de Ucrania, Arseni Yatseniuk, presentó el proyecto de presupuesto para este año que incluye draconianos recortes del gasto social, congelación de salarios y subidas de impuestos.
"La economía ucraniana caerá este año un 3 por ciento, pero sólo en el caso de que aprobemos el paquete de leyes presentado por el Gobierno. En caso contrario, pronosticamos la quiebra y una caída del 10 por ciento" del PIB, se dirigió Yatseniuk a los diputados de la Rada Suprema (Parlamento).
La medida más dura anunciada por Yatseniuk tiene que ver con la subida de las tarifas de gas y electricidad, exigida hace mucho por el FMI y que afectará prácticamente a toda la población ucraniana.
"No tenemos otra salida. Nos vemos obligados a subir las tarifas energéticas para no caer en la quiebra", dijo Yatseniuk, que recordó que el precio que paga Ucrania por el gas ruso se multiplicará seguramente por dos a partir de abril.
En el capítulo de política fiscal, el Gobierno propone doblar los impuestos y las tarifas por hidrocarburos a los grandes monopolios, y reducir en un 10 por ciento el número de funcionarios del Estado de forma casi inmediata, y en otro 20 por ciento más adelante.
Horas después, la reforma del presupuesto fue aprobada por 228 diputados, sólo dos más que la mayoría simple necesaria, mientras la nueva ley fiscal fue rechazada inicialmente por la cámara, lo que demuestra que los recelos hacia el FMI persisten entre los miembros de la nueva coalición de Gobierno.
El anterior Ejecutivo se negó a aceptar las condiciones del FMI, aduciendo que habrían provocado un cataclismo social ya que obligaban a Kiev a reducir salarios y pensiones, y condenaban al paro a cientos de miles de personas.
Entonces, en lugar de firmar un Acuerdo de Asociación con la UE, Kiev decidió restablecer las relaciones comerciales con Rusia, lo que provocó en noviembre una ola de protestas que desembocaron en disturbios violentos que acabaron en febrero con el derrocamiento de Yanukóvich.
[Fuente: Por Boris Klimenko, La Vanguardia, Efe, Barcelona, 27mar14]
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