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29abr14
El ex canciller Schröder deja en ridículo la política exterior de Merkel sobre Ucrania
El presidente ruso, Vladimir Putin, no quería pasar por alto el 70º cumpleaños del ex canciller alemán Gerhard Schröder, así que anoche celebró en San Petersburgo una recepción por todo lo alto para agasajar al socialdemócrata. Alrededor de cien invitados, caviar ruso, bellezas rusas y una única concesión al champán francés.
Schröder había viajado a Rusia para asistir a una sesión del consejo de Nord Stream AG, rama del coloso del gas ruso Gazprom por cuyo viaducto fluye energía rusa hacia las venas económicas alemanas y en el que el ex canciller ocupa un generosamente remunerado puesto directivo al que accedió inmediatamente después de salir del gobierno que impulsó su construcción. Putin personalmente incluyó esta cita en su agenda e hizo acudir a buena parte de su más estrecho círculo, contra el que la UE se esfuerza en estos momentos por consensuar sanciones.
Gerhard Schröder, con su eterno bronceado y perfectamente teñido, sin la compañía de su esposa, la periodista Doris Schröder-Kopf, recibió a la puerta del palacio Jussupow la llegada de la limusina del presidente ruso y los dos se abrazaron y se dieron fraternales palmadas en la espalda que se clavaban como afilados puñales en los costados de la política exterior de la Cancillería de Berlín.
Las fotos tomadas 'a lo paparazzi' por el fotógrafo ruso Anatoly Maltsev han sido reproducidas hoy por toda la prensa alemana. El semanario germano 'Der Spiegel' advierte, en el artículo titulado 'La odisea de Schröder', que semejante celebración "deja en ridículo la política exterior alemana en el conflicto de Ucrania" y señala que "comete un grave error si piensa que pude seguir como si nada hubiera pasado cuando el gobierno federal, del que forma parte su propio partido, trata desesperadamente de detener a su amigo Vladimir Putin".
"Un ex jefe de gobierno debería guardar una distancia de seguridad pública en una situación como esta", critica el diario 'Frankfurter Allgemeine', que rastrea con espíritu inquisidor los nombres de los escasos asistentes alemanes a la celebración, entre los que se encontraba el presidente de Meklemburgo-Pomerania y también el socialdemócrata Erwin Sellering. Por su parte, el rotativo 'Süddeutsche Zeitung' ha titulado donde más duele: "Abrazo entre amigos". Solamente el 'Bild Zeitung', periódico al que está estrechamente ligada Doris, en lo personal y en lo profesional, evita la crítica acerada y se limita a registrar: "Aquí celebra el ex canciller Schröder su compleaños con Putin".
En el Ministerio de Exteriores alemán, donde no se apagan las luces durante toda la noche desde que se produjo la toma de rehenes entre observadores de la OSCE el pasado fin de semana, los funcionarios no dan crédito. Pero donde más daño están haciendo estas fotos es en la Willy Brandt Haus, la sede del Partido Socialdemócrata (SPD) de Berlín, donde el ministro Frank-Walter Steinmeier ha reconocido ante los suyos el impacto en la línea de flotación diplomática. Angela Merkel, que el próximo 1 de mayo viaja a Washington para entrevistarse con Obama, guarda silencio.
[Fuente: Por Rosalía Sánchez, Berlín, El Mundo, Madrid, 29abr14]
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