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09ene15
Ucrania promete recortes y Occidente condiciona ayuda
Pese a promesas del primer ministro Arseniy Yatseniuk de "una mejor aplicación de las difíciles reformas" neoliberales, Occidente condiciona la ayuda financiera prometida sin desembolsar los fondos necesarios para paliar la crisis económica y social de Ucrania.
Tras reiterar en una visita de 48 horas a Alemania el compromiso con "medidas impopulares, incluido el aumento de las tarifas y el nivel de mercado y dejar una serie de programas sociales", el jefe de Gobierno apenas logró la firma de un empréstito.
El texto establece las condiciones de un préstamo de 500 millones de euros prometidos por la canciller alemana, Ángela Mérkel, durante su visita a Kiev a finales de 2014, según la web del Ejecutivo de la república exsoviética.
Tal cifra es apenas el uno por ciento de los "50 mil millones o más" considerados imprescindibles por el financista norteamericano George Soros en su artículo La Nueva política de salvación de Ucrania, publicado en The New York Review of Books.
Durante su encuentro con Mérkel, el visitante insistió en que su país redujo las compras de gas natural procedente de Rusia y lo sustituyó por contratos abiertos con empresas alemanas y europeas.
"Junto con Alemania y con la ayuda personal de la canciller alemana" se firmó el acuerdo tripartito sobre el suministro temporal del hidrocarburo a Kiev, recordó, y ponderó una serie de decisiones sobre el sector energético a las que calificó de importantes.
Resaltó en particular una ley que permite a empresas extranjeras invertir en el sistema de transporte de gas (STG) de Ucrania y comprar hasta el 49 por ciento de las acciones de este complejo, alimentado fundamentalmente con hidrocarburo procedente de Rusia.
En alusión a la desconfianza que provoca en las corporaciones occidentales su país, al borde de la quiebra y con las infraestructuras de su zona más productiva -el Donbass, en el sureste- destruidas por la guerra civil, insistió en que "las empresas europeas de todas maneras inviertan en Ucrania".
"Nos gustaría ver a nuestros socios occidentales, principalmente Alemania, participar en la inversión, modernización y operación conjunta del STG más grande de Europa", reiteró Yatseniuk a su anfitriona.
Mérkel, según fuentes gubernamentales ucranianas, expresó la disposición de ayudar a Kiev, siempre que sus autoridades cumplan con la ejecución de los recortes recomendados por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La canciller elogió la rápida adopción de un presupuesto estatal ucraniano, incluso antes de navidad, con esos desmoches incluidos y con la previsión de nuevos pasos para reducir los recursos destinados a programas sociales.
Según la gobernante alemana, el nuevo Parlamento de Ucrania ha mostrado la voluntad de avanzar hacia la construcción de un Estado al que calificó de "abierto y democrático" que cumpla con las exigencias del FMI y la UE , y en ese camino, Berlín está dispuesto a ayudar.
Paralelamente, la Comisión Europea (CE) propuso la víspera una nueva ayuda macrofinanciera para Kiev de mil 800 millones de euros a mediano plazo, pero ratificó que ese préstamo será efectivo solo bajo ciertas condiciones.
Entre los requisitos para la posible concesión del tramo del préstamo de este programa, la CE establece el cumplimiento de las exigencias del FMI, y la implementación de la política de recortes económicos y financieros que han estrangulado a la mayoría de los países del denominado Viejo Continente.
Los comisarios europeos advirtieron que consideran importante, además, la continua consolidación fiscal, las reformas en los sectores energético y bancario, la lucha contra la corrupción y la reforma judicial, según el informe entregado a medios periodísticos.
Queremos ayudar al gobierno ucraniano a utilizar su programa de reformas, recalcó la CE, según el diario digital ucraniano Segodnya.
La imposición de los primeros recortes ordenados por el FMI originaron protestas masivas en Kiev y provocaron la división de la coalición gobernante durante el debate parlamentario del presupuesto estatal recientemente aprobado bajo fuerte presión del presidente, Petro Poroshenko, sobre sus correligionarios.
[Fuente: Prensa Latina, Moscú, 09ene15]
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