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14abr16
¿Por qué y para qué Poroshenko tiene a su lado a un agente del servicio secreto de Turquía?
Mustafá Dzhemilev, el autodenominado defensor del pueblo tártaro, fue vigilado por el Servicio de Seguridad de Ucrania por su funciones como agente de los servicios especiales turcos. Según Kiev, él es el tipo de personas que ellos necesitan estos días, opina Pável Ivanov, columnista de RIA Novosti.
Los hackers han revelado datos sobre Mustafá Dzhemilev, el comisionado para los asuntos del pueblo tártaro autorizado por el presidente ucraniano, Petró Poroshenko; diputado de la Rada Suprema —Parlamento ucraniano- y líder del Majlis (uno de los Congresos del pueblo tártaro). Según la información proporcionada, Dzhemilev trabajó activamente para los servicios secretos de Turquía. Desde hace años el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU, por sus siglas en ucraniano) ha seguido sus pasos con detenimiento e incluso hace dos años presentó un informe detallado. Pero tras los acontecimientos de Maidán, la información perdió actualidad.
"Ahora al contrario, 'ser amigo' de esa persona es muy beneficioso", escribe Ivanov.
A pesar de todas las condecoraciones, dicho personaje es uno de los más notorios extremistas, el cual trata de provocar que la población tártara organice marchas contra la autoridad legítima, subraya el columnista. Además, estos extremistas desean desestabilizar la península.
Dzhemilev es buscado internacionalmente, añade Ivanov.
En febrero de 2016 el funcionario amenazó con el establecimiento de un batallón tártaro, que estaría equipado con armas por el Gobierno turco. Dos meses más tarde, se informó que una entidad similar ya estaba formada bajo el nombre de "Batallón de suicidas". Presuntamente creado para la protección de las fronteras entre Ucrania y Rusia. Sin embargo, según las afirmaciones del mismo Dzhemilev, en caso de cualquier suceso sangriento en Crimea, las milicias a él subordinadas "estarán listas para defender al pueblo tártaro".
Pavel Ivanov destaca que en diciembre del año pasado, el líder del Majlis tuvo una reunión en Ankara con el presidente Erdogan, en la que el último prometió financiar la creación de un batallón conformado por los tártaros fugitivos. Se reveló el número de combatientes: 500 personas.
Según Ivanov, el exagente solicitó financiamiento para el proyecto, y ahora necesita demostrar su eficaz manejo de los recursos. Los inversores podrían pedir un informe de gastos. Por eso casi no hay dudas de que diputado continúa gastando dinero turco.
"Para Kiev un socio tan fiable, uno que odia Rusia y que está listo para hacerle cualquier mal, es muy necesario hoy en día", subraya el columnista.
Los empleados del SBU, que durante años vigilaron las acciones de Dzhemilev, descubrieron sus vínculos con la inteligencia turca, y la obtención de millones de dólares por parte de sus patrocinadores, según los datos presentados.
"La actuación del jefe del Majlis se aprecia mucho —por el Gobierno turco-. La gratitud fue reconocida por Ankara con la mayor condecoración: la Orden de la República de Turquía. Más que eso, Dzhemilev recibido el Doctorado honoris causa en Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad turca de Seljuk y el Doctorado honoris causa en Derecho de la Universidad tecnológica de Gebze", destaca Ivanov.
Al añadir las tensas relaciones entre Moscú y Ankara, su exigencia aumentó varias veces. En particular a la luz de los intentos de Poroshenko y de Erdogan de establecer una firme alianza antirrusa.
Según cree el columnista de RIA Novosti, lo que Kiev no tiene en cuenta es que la cooperación con Dzhemilev presenta una amenaza aún más grande que el mítico peligro de Rusia. Es evidente, que la retórica proucraniana de Dzhemilev es solo una cobertura propagandista de los esfuerzos puestos para los intereses de un tercer país.
"En algún momento mostrará el mismo odio a Ucrania, ya que para Dzhemilev y sus patrones, Crimea no debe ser una parte rusa, ni ucraniana, tampoco debe pertenecer a algún país del otro lado del Mar Negro".
[Fuente: Sputnik News, Moscú, 14abr16]
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