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16jul24
¿Qué ocurre con el desarrollo de misiles balísticos intercontinentales en EEUU?
Mientras EEUU aplaza el desarrollo de otro programa de defensa --el misil balístico intercontinental LGM-35 Sentinel-- por el aumento de los costos y la complejidad tecnológica, Washington no piensa renunciar por completo a estos sistemas de armamento, pues este simplemente no tiene alternativa. Te contamos lo que ocurre en EEUU en este ámbito.
La licitación para el desarrollo de los misiles balísticos intercontinentales en EEUU se convocó en 2016, donde compitieron dos gigantes industriales -- Boeing y Northrop Grumman. En 2017, se les asignaron fondos presupuestarios para el diseño preliminar: 349 y 329 millones de dólares, respectivamente. Sin embargo, en 2019 Northrop Grumman adquirió a la empresa estadounidense de la industria de defensa y fabricante aeroespacial Orbital ATK, que suministraba a Boeing motores de combustible sólido para cohetes. De este modo, Boeing perdió sus posibilidades de éxito y abandonó la competición.
En septiembre, el programa entró en la fase de desarrollo y producción. En aquel momento, el costo se estimó en 77.700 millones de dólares. Sin embargo, Northrop Grumman no lo cumplió. Ahora se trata de 140.900 millones de dólares y el Pentágono teme que este no sea el límite. Si no se hacen cambios, sería de 160.000 millones. Y el precio de un misil aumentaría de los 118 estimados a 214 millones.
"Hay razones para ello, pero no hay excusas. Somos plenamente conscientes de la magnitud de los costos. Y comprendemos todos los riesgos que conlleva no modernizar nuestras fuerzas nucleares. No tenemos alternativas más baratas que cumplan los requisitos de los militares. Ordené a las Fuerzas Aéreas que reestructuraran y perfeccionaran el programa para reducir los sobrecostos", declaró al respecto el subsecretario de Defensa para Adquisiciones y Suministros, William LaPlante.
A su vez, el subsecretario de las Fuerzas Aéreas para Adquisiciones, Tecnología y Logística, Andrew Hunter, prometió presentar un plan en los próximos meses. Todo el proceso de revisión y aprobación por el Pentágono del nuevo presupuesto y calendario llevaría probablemente entre un año y medio y dos años.
Los expertos en defensa estiman que se puede ahorrar, en particular, en los silos de misiles, haciéndolos más pequeños, más sencillos y con una mejor relación eficacia-costo. Anteriormente, se informó que el Sentinel no difiere en tamaño del Minuteman III en servicio, por lo que los silos lanzadores no tendrán que modificarse significativamente. Sin embargo, los diseñadores han llegado a la conclusión de que se necesitan otros nuevos con una infraestructura más desarrollada.
Con el fin de cumplir los objetivos para 2030
El misil balístico intercontinental LGM-35 Sentinel debía entrar en servicio en 2030, y con una vida útil de 50 años tendría que estar operativo hasta 2080. Hay poca información pública disponible sobre estos misiles. Se sabe que se desplegarían 50 unidades en cada una de las mismas posiciones en las que ahora están en servicio activo los Minuteman III -- en las bases de las Fuerzas Aéreas de Warren, Malstrom y Maynooth. El Sentinel sustituiría al Minuteman III en 2038.
El Sentinel es un misil de tres etapas de combustible sólido con un alcance de al menos 15.000 kilómetros. Este alcance estaría garantizado por el nuevo combustible mixto. Naturalmente, se utilizaría la base elemental más moderna. La precisión mejoraría considerablemente gracias a la corrección por señal GPS. Cada misil balístico intercontinental estaría equipado con un conjunto de señuelos para sobrecargar la defensa antimisiles y asegurar su penetración.
La sección de cabeza lleva ojivas separables y guiadas individualmente. Además, van a instalar la carga termonuclear W87 en la variante mod 1, pero se desconoce cuántos irían en cada misil. La potencia es de 475 kilotones cada una. La W87 de 300 kilotones se encontraba en los misiles LGM-118A Peacekeeper, adoptados para el servicio en 1986. En 2005 fueron desguazados en virtud del Tratado START-2. La variante W87-1 también sigue en desarrollo y no está claro si los diseñadores lograrán su objetivo para 2030.
En la actualidad, los únicos misiles balísticos intercontinentales de los arsenales nucleares estadounidenses son los LGM-30G Minuteman III. Aunque se han modernizado muchas veces, son armas de la década de 1970. Su mantenimiento y modernización se consideraron antieconómicos.
Los 450 Minuteman restantes en servicio tienen una ojiva monobloque con una capacidad de 300 kilotones. El alcance es de unos 13.000 kilómetros.
El Pentágono ha descuidado durante mucho tiempo la sustitución de los misiles porque, en una hipotética Tercera Guerra Mundial, Estados Unidos dependía de los misiles balísticos lanzados desde submarinos y de los misiles de crucero estratégicos. Así, las ojivas desplegadas en los misiles Trident II, el armamento estándar de los submarinos de propulsión nuclear Ohio, representan más de la mitad de todo el arsenal de las fuerzas de disuasión nuclear.
El desarrollo de misiles balísticos intercontinentales en Rusia
Y en Rusia, los misiles balísticos intercontinentales terrestres han sido siempre el componente principal de la tríada nuclear, el más potente y numeroso. En las últimas décadas, las Fuerzas de Misiles Estratégicos rusas recibieron varios misiles nuevos, incluidos los misiles Topol-M, así como su desarrollo posterior; los misiles balísticos intercontinentales RS-24 Yars, que entraron en servicio en 2009. Los Yars son capaces de transportar cuatro ojivas con una capacidad de 300 a 500 kilotones, con un alcance de 12.000 kilómetros. Y disponen de medios modernos para superar la defensa antimisiles.
Sin embargo, el verdadero avance de la industria de defensa rusa es el complejo RS-28 Sarmat, que sustituirá al soviético R-36M2. Cada misil podrá lanzar más de 10 ojivas sobre el territorio de un probable enemigo. El alcance, según diversas estimaciones, es de 16 a 18.000 kilómetros.
Los futuros misiles balísticos intercontinentales se basan en el principio del "bombardeo orbital". El Sarmat está preparado para atacar objetivos, incluso en una trayectoria suborbital a través del Polo Sur, eludiendo la defensa antimisil. Oficialmente, el nuevo complejo estratégico pesado Sarmat está en servicio de combate experimental desde el 1 de septiembre de 2023.
[Fuente: Sputnik Mundo, Moscú, 16jul24]
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