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13ene13
'¡Vamos a liberar Mali y luego Francia!'
¡Hollande, eres un satán y un infiel! ¡Vamos a liberar Mali y luego Francia! ¡Sharia para Francia! ¡Corán para Francia!», chillaba este sábado por un megáfono el médico musulmán de 43 años Abu Shaafehi, durante la manifestación callejera protagonizada por 60 islamistas -de los cuales, 15 mujeres en niqab-ante la embajada francesa de Londres.
Su aviso puede sonar a broma, pero no así las advertencias de grupos armados islamistas que ya han probado en el pasado su sangrienta efectividad. El terrorismo musulmán en pleno amenazó este fin de semana a Francia, como consecuencia de sus recientes ataques contra guerrilleros yihadistas presentes en Mali y Somalia, y previno a François Hollande sobre las «consecuencias amargas» de sus actos.
He solicitado a Jean-Marc Ayrault el fortalecimiento del plan de prevención Vigipirate tan pronto como sea posible, para proteger nuestros monumentos e infraestructuras de transporte», fue la inmediata respuesta del presidente francés durante un discurso televisado en la tarde del sábado. Esa misma noche, el primer ministro anunció que Vigipirate seguiría en nivel rojo -un escalón por debajo del grado máximo de alerta: escarlata, pero se habían tomado medidas para reforzar la vigilancia en aeropuertos y estaciones de metro y de tren, así como en centros oficiales y lugares públicos de reunión: los objetivos típicos de un atentado.
El ejecutivo socialista se ha tomado muy en serio la posibilidad de que los salafistas respondan a su ofensiva militar africana con bombas en el mismísimo corazón del Hexágono y ha puesto en guardia a todas las fuerzas del orden. El dispositivo afecta no sólo al Ejército francés, sino también a la Policía Nacional, la gendarmería y los servicios de seguridad privados de la compañía ferroviaria SNCF.
La República Francesa se mantiene en alerta roja desde los atentados yihadistas de 2005 en Londres y sólo la región de Midi-Pyrénées adoptó durante unos días el nivel escarlata, en marzo de 2012, tras los horribles asesinatos cometidos por Mohamed Merah en Toulouse y Montauban contra paracaidistas y miembros de la comunidad judía.
La operación de Francia en Mali traerá graves consecuencias para los rehenes franceses y para todos los franceses expatriados en el mundo musulmán", advirtió el sábado a Reuters un portavoz del grupo rebelde Dine Ansar que controla la región africana del Sahel. "Vamos a seguir resistiendo y a defendernos. Estamos dispuestos a morir en la batalla", declaró Ould Boumama Sanda.
Posibles consecuencias
En el mismo tono, el pasado viernes, un dirigente de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) pidió a Francia que reconsiderase su postura. "Cesa en tus ataques o pronto cavarás la tumba de tus hijos", amenazaba Abdullah al Chinguetti en un vídeo colgado en internet.
Igualmente, tras el rescate fallido del agente de la Dirección General de Seguridad Exterior (DGSE) Denis Allex, prisionero en el campo de entrenamientos de Bulo Marer (Somalia) y que, según París, habría sido ejecutado por sus secuestradores, un líder de Al Shabab previno al Gobierno de Hollande-Ayrault sobre su actitud inconsciente respecto a los 8 rehenes que los terroristas aún tienen en su poder y vaticinó que la operación que se saldó con dos bajas en las filas francesas y 17 yihadistas muertos-tendría consecuencias amargas«para Francia.
Y las amenazas se han multiplicado en la red durante las últimas horas, como si la República Francesa se hubiera convertido ahora que Estados Unidos ha empezado a replegarse de Afganistán-en el enemigo predilecto de los extremistas islámicos. Con su laicismo y su prohibición del burka y el niqab, sus cómics de Charlie Hebdo que hacen burla a Mahoma, las protestas de Marine Le Pen contra los rezos en la calle, sus poderosos lobbies judíos y su ultimísima faceta belicista, Francia -el país con más musulmanes de Europa, no lo olvidemos-, está empezando a caer antipática a los fundamentalistas del Corán.
Amenazas
Por eso quizá salen espontáneos chiflados como el autoproclamado ciber-yihadista Abdul Rahman bin Abdul Rahman que, según AFP, ha hecho un llamamiento a todos los fieles de Alá para realizar acciones de mayor o menor calado contra los intereses galos, dentro y fuera de sus fronteras, al tiempo que solicitaba que alguien colgara en red una lista con las direcciones de las embajadas y consulados para facilitar su localización como posibles objetivos.
«Si los ataques en suelo francés resultan poco probables, los rehenes y las sedes diplomáticas son más vulnerables, sobre todo en Oriente Medio, el Magreb y el África subsahariana», estiman los expertos en lucha anti-terrorista. "En primer lugar, hay que preocuparse por la suerte de los franceses prisioneros en Malí y NÍger, que podrían ser los primeros en pagar el precio de esta intervención militar", señala Dominique Thomas, especialista en movimientos islamistas de la École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS).
Una opinión compartida por Louis Caprioli que, entre 1998 y 2004, fue subdirector de la Dirección de Vigilancia del Territorio (DST). "AQMI tiene ganas de actuar en Francia desde hace tiempo. Su líder, Abdelmalek Droukdel, viene llamando a realizar atentados aquí desde 2007, pero hasta ahora no lo ha conseguido, quizá por no disponer de la estructura operativa necesaria. Pero hay en el Hexágono gente que ha sido entrenada en campamentos de Siria o Afganistán y podría hallar en la intervención francesa en Malí un pretexto para tomar medidas a corto o medio plazo, declara a 'Le Parisien'. "La presencia de tropas infieles en tierras islámicas se antoja la excusa perfecta para llamar a la Guerra Santa. Que Hollande tenga cuidado...
[Fuente: Por Juan Manuel Bellver, París, El Mundo, Madrid, 13ene13]
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