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06dic18
La detención de una alto cargo de Huawei amenaza con provocar una nueva crisis entre China y EEUU
La detención en Canadá de la hija del fundador de la firma china Huawei y alto cargo de la misma empresa, Sabrina Meng Wanzhou, amenaza con provocar un nuevo y grave encontronazo entre Pekín y Washington, tras conocerse que su arresto se debe a una petición cursada por EEUU, que la acusa de violar las sanciones impuestas por ese país a Irán.
La embajada china en Canadá ya ha criticado a las dos naciones americanas y ha exigido la rápida puesta en libertad de Sabrina, que dice "no había violado ninguna ley estadounidense o canadiense". "China ha exigido a EEUU y Canadá que corrijan inmediatamente su comportamiento incorrecto. Tomaremos todas las medidas para proteger de forma decisiva los derechos e intereses legítimos de los ciudadanos chinos", añadió la delegación diplomática en un breve comunicado que difundió en su página web.
Sabrina Meng Wanzhou, de 41 años de edad, es una influyente personalidad del espectro financiero chino, y se perfila como una de las posibles sucesoras de su padre, Ren Zhengfei, al frente del gigante de la telecomunicación, que ya es el segundo productor mundial de teléfonos inteligentes y el mayor fabricante de equipos para torres de telefonía móvil, redes de internet e infraestructura de telecomunicación.
"Meng Wanzhou fue arrestada en Vancouver el 1 de diciembre. Estados Unidos pide su extradición", confirmó Ian McLeod, un portavoz del Departamento de Justicia de Canadá al diario South China Morning Post.
Huawei ratificó lo sucedido, dijo que ha recibido "muy poca información sobre la acusación" y que "no tiene conocimiento de ningún delito cometido por parte de Meng".
El diario 'Wall Street Journal' informó en abril que el Departamento de Justicia norteamericana estaba investigando si Huawei había infringido las sanciones impuestas por Washington a Teherán.
El periódico explicó que Huawei podía enfrentar sanciones penales y el procesamiento de sus directivo si esa indagatoria llegaba a la conclusión que el conglomerado chino violó las normativas estadounidenses de forma intencional.
El año pasado el principal rival local de Huawei, ZTE, admitió haber violado las sanciones de EEUU contra Irán y Corea del Norte y aceptó pagar una multa de 1.400 millones de dólares fijada por la administración norteamericana.
Las acciones contra Huawei y ZTE se inscriben en la ofensiva que apadrina el gobierno de Trump contra las principales compañías tecnológicas chinas, a las que considera una amenaza para su primacía en ese sector y parte de un frente más en el que oponerse a la creciente influencia de su rival por el liderazgo político mundial.
Trump prohibió en diciembre que la presencia de productos de Huawei y ZTE en las instalaciones nucleares de su país, mientras que las cámaras legislativas estudian nuevas normas que extenderían ese boicot a toda la administración y las empresas que trabajan con el gobierno norteamericano.
"Huawei y ZTE son dos caras de la misma moneda, compañías de telecomunicación china que representan un riesgo fundamental para la seguridad nacional de América", opinó el senador estadounidense Chris Van Hollen.
Washington también ha pedido a sus aliados en todo el planeta que secunden su pasos y restrinjan el acceso de Huawei y ZTE a sus mercados, una medida que ya ha sido secundada por países como Australia y Nueva Zelanda.
[Fuente: Por Javier Espinosa, El Mundo, Madrid, 06dic18]
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