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08ago14
Japón apoya la decisión de Obama de lanzar ataques puntales contra los rebeldes en Irak
El canciller nipón Fumio Kishida dijo hoy a la prensa que Japón ha acogido con comprensión la decisión de Washington de lanzar ataques aéreos limitados contra los rebeldes suníes en Irak.
"Japón siempre se ha pronunciado contra la violencia que cometen los extremistas y ha apoyado la lucha de EEUU y del Gobierno de Irak contra el terrorismo. En cuanto a nuestra aprobación (de los ataques aéreos limitados), partimos de que Irak lo solicitó anteriormente", dijo el canciller antes de partir a Myanmar donde participará en una reunión de los cancilleres de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
El presidente de EEUU, Barak Obama, autorizó este viernes asestar golpes aéreos puntuales contra los extremistas en Irak, "si surge la necesidad". Dijo que con esos ataques se persigue el objetivo de frenar el avance de los insurgentes suníes, prevenir el genocidio de las minorías religiosas y proteger al personal norteamericano.
Obama aprobó también el lanzamiento de ayuda humanitaria desde aviones para la minoría yazidi sitiada por los yihadistas. Hasta 40.000 miembros de esta minoría abandonaron sus hogares esta semana y se refugiaron en el Monte Sinjar, en el noroeste de Irak, donde se encuentran atrapados sin agua ni comida. Ya murieron unos cuarenta niños, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
El grupo extremista Estado Islámico (EI), que durante cierto tiempo combatió contra las fuerzas gubernamentales en Siria, en junio de este año atacó territorios del norte y el oeste de Irak. Se le unieron suníes iraquíes, exmilitares del ejército de Sadam Husein y pequeños grupos terroristas. El grupo logró tomar varias ciudades de Irak en la zona fronteriza entre Siria y Jordania.
El 29 de junio los islamistas proclamaron un califato islámico en las regiones que se encuentran bajo su control. La crueldad con que ajusticiaron a numerosos militares y civiles en las localidades ocupadas provocó el pánico en las tropas de Irak, así como el éxodo de miles de cristianos.
Los islamistas tomaron bajo su control Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak, así como plantas petroleras y la central hidroeléctrica más importante del país que suministra energía a gran parte de su territorio.
Los extremistas se proponen a corto plazo avanzar hacia la capital, Bagdad. También amenazaron con invadir a Kuwait.
[Fuente: Ria Novosti, Moscú, 08ago14]
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