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12jul14
Duro cruce entre Estados Unidos y Alemania por el caso de espionaje
Estados Unidos y Alemania tuvieron un duro cruce por el escándalo de espionaje norteamericano. El gobierno alemán salió a justificar su decisión de pedir la salida del país del jefe de la inteligencia de Washington en Berlín, y a criticar duramente la actitud adoptada por la administración de Barack Obama. La Casa Blanca respondió que el tema debía tratarse en privado.
El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Frank Walter Steinmeier, afirmó ayer que "fue inevitable" echar del país al máximo responsable de la inteligencia estadounidense. "Los incidentes de la semana pasada fueron lamentables y llevaron a la decisión de ayer", argumentó. Al mismo tiempo calificó de "alarmantes" la revelación de que la inteligencia estadounidense reclutó a dos espías alemanes, un hombre que trabajaba en la agencia de inteligencia extranjera del país y un empleado del Ministerio de Defensa.
La respuesta vino del vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest. "La manera más eficaz de resolver las diferencias consiste en pasar por los canales privados establecidos, no por los medios de comunicación", lanzó, para luego continuar: "Unos aliados dotados de servicios de espionaje sofisticados, como Estados Unidos y Alemania, entienden con cierto grado de detalle lo que estas relaciones y actividades de espionaje implican exactamente".
En privado, varios responsables de la administración estadounidense expresaron su irritación después de la decisión alemana de hacer pública la crisis diplomática. El vocero de la Casa Blanca se negó a precisar si el jefe del espionaje estadounidense había abandonado ya territorio alemán, como se lo habían pedido las autoridades germanas.
El duro tono empleado por ambos gobiernos demuestra hasta que punto la situación se vio deteriorada por este episodio, pese a que desde el gobierno de Angela Merkel resaltaron que "la amistad con Estados Unidos no se discute". "Nuestra colaboración es más amplia y profunda que aquella entre los servicios", señaló el vocero de la canciller, Steffen Seibert, tratando de calmar las aguas.
El mensaje del gobierno alemán se inscribe en una estrategia de comunicación que apunta a redimensionar la relación con Washington, a partir de esta grieta que se abrió en el vínculo binacional.
Con tono de reproche, en Berlín aseguran que Estados Unidos tiró demasiado de la cuerda. Primero con el espionaje aplicado al propio celular de Merkel, revelación surgida a partir de los documentos secretos difundidos por el ex topo de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) Edward Snowden. Y ahora con este caso de los dos espías alemanes reclutados por los servicios estadounidenses para obtener información.
El episodio llevó la relación bilateral con EE.UU. a su peor momento. En un intento por reconstituir esta herida, y evitar que se siga profundizado, hoy y mañana se reunirán ambos cancilleres. "Queremos comenzar nuevamente sobre la base de la honestidad y estamos dispuestos a hacerlo", señaló Steinmeier.
Según explicó el ministro alemán, este fin de semana se encontrará con el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, en una reunión paralela a las conversaciones que se desarrollarán en Viena sobre el programa nuclear iraní. Allí, dijo Steinmeier, le exigirá a Estados Unidos "respeto" por su país. "Esta cooperación no sólo puede estar basada en la confianza, también en el respeto mutuo", puntualizó.
[Fuente: Clarín, Bs As, 12jul14]
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