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04jul14
Merkel convoca al embajador de EEUU tras la detención de un agente doble que filtró secretos
El Gobierno alemán convocó anoche por segunda vez en ocho meses al embajador de EEUU, Stephan Steinlein, para pedirle explicaciones acerca de las últimas revelaciones en la investigación del espionaje estadounidense en suelo alemán. El Ministerio de Exteriores cursó la petición de una "conversación" tras la detención de un agente alemán que presuntamente filtró a EEUU información confidencial de las investigaciones sobre las actividades de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) en Alemania.
No ha revelado la identidad
La policía alemana no ha desvelado la identidad del detenido, del que solamente ha informado que tiene 31 años y es de nacionalidad alemana. Varios medios alemanes informan, citando fuentes confidenciales, que el sospechoso era un doble agente al servicio de la inteligencia alemana (BND) y de la NSA.
Varios analistas señalaron desde el momento de la detención, el pasado miércoles, que su corta edad apunta a un periodo muy breve, máximo dos años, de colaboración con las agencias de espionaje.
Dado que se trata de una estrategia de inteligencia estadounidense que arranca en el 11-S y llega hasta nuestros días, temen que pueda ser solamente la cabeza de turco que el BND ofrece para resguardarse de las responsabilidades de colaboración ilegal con la NSA.
Posible infiltración en el Bundestag
Según el semanario Der Spiegel, el detenido ha confesado haber vendido sus servicios a EEUU y que recibía las instrucciones a través de la embajada estadounidense en Berlín. El semanario afirma también que filtró 218 documentos internos alemanes, incluidas tres actas relacionadas con las investigaciones de la comisión investigadora del Bundestag. A cambio de esos servicios, habría percibido 25.000 euros que le fueron transferidos en un encuentro en Austria. La Fiscalía Federal, que ha efectuado la detención, se limita por el momento a confirmar las sospechas de que trabajaba para un servicio secreto extranjero y cada hora que pasa soporta una mayor presión mediática. El portavoz del gobierno, Steffen Seibert, evitó ayer dar detalles sobre la información que maneja la Cancillería Federal al respecto, pero sí dijo que Berlín considera estas revelaciones "hechos muy graves".
En la madrugada de ayer, la canciller Merkel mantuvo una conversación telefónica con el presidente de EE.UU, Barak Obama, pero no abordaron el asunto del espionaje, según el comunicado oficial, sino que se limitaron a intercambiar impresiones sobe la crisis en Ucrania.
La NSA, en el centro de la polémica
Pero en la calle, la indignación se ha desatado, especialmente después de que ex técnico de la NSA, William Binney, confirmase el jueves ante la comisión parlamentaria que investiga el caso que EE.UU se sirve de medios "propios de una dictadura" y que su objetivo es "controlar a toda la población". "Quieren saberlo todo y para ello se sirven de "las mismas políticas que los regímenes totalitarios", dijo Binney, que fue director técnico de la NSA entre 1970 y 2001. Precisó además que cuando aludía a que quieren espiar a todo el mundo, se estaba refiriendo a 7.000 millones de habitantes del planeta.
"Por supuesto que se viola las leyes estadounidenses y también las de países amigos y socios", dijo ante los parlamentarios alemanes. Y su declaración fue después suscrita por otro ex agente de la NSA, Thomas Drake, que como Binney rompió su silencio tras las primeras revelaciones de Snowden. Ambos han confirmado que el teléfono de Merkel estaba intervenido con el objetivo de "conocer mejor su pensamiento y sus preocupaciones". Y han identificado a otro ciudadano alemán escuchado por la NSA, el estudiante Sebastian Hahn, que había desarrollado un servidor capaz de borrar las huellas de los usuarios de internet y burlar así la vigilancia.
Drake ha confirmado, además, que información recopilada por el BND alemán y transferida a la NSA ha servido para orientar a los drones armados de EE.UU, que la habrían utilizado para realizar asesinatos selectivos e ilegales en zonas de conflicto, y ha afirmado que la inteligencia alemana "se ha convertido en un apéndice de la estadounidense". Drake, que trabajó desde 2001 hasta 2008 para la NSA, ha criticado que "el silencio del BND respecto a todo esto es terrible. El gobierno federal debe obligar a sus responsables a rendir cuentas sin esperar a que surja un Edward Snowden alemán que comience a correr el velo".
Uno de los últimos documentos revelados por Snowden y fechado en 2005 confirma que la información compartida por el BND con la NSA habría servido para "la detención o asesinato de más de 40 presuntos terroristas en el norte de África", a espaldas de la opinión pública y sin control judicial o democrático alguno.
[Fuente: Por Rosalía Sánchez, El Mundo, Madrid, 04jul14]
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