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24jun14
La justicia británica declaró culpable al exvocero de Cameron por las escuchas ilegales
En una breve declaración leída en la sede del gobierno, el actual primer ministro ofreció una "disculpa completa y franca" y admitió que aunque intentó dar una segunda oportunidad a Andy Coulson, a quien contrató como asesor de comunicación tras su victoria en las elecciones de 2010 y lo llevó consigo a Downing Street, semanas después de que el periodista dejara el News of the World, fue "una mala decisión".
El premier David Cameron, no obstante, insistió en que Coulson le aseguró no haber tenido nada que ver con las escuchas ilegales, a pesar de que al término de un proceso de ocho meses en el tribunal penal de Old Bailey, la Justicia determinó que Coulson "conocía y toleró" las escuchas ilegales durante su periodo como redactor jefe de News of the World -cerrado tras el escándalo-, propiedad del magnate de medios Robert Murdoch.
La otra protagonista del escándalo, Rebekah Brooks, predecesora de Coulson y posterior directora del grupo editorial News Internacional, fue exculpada de todos los cargos, igual que el director editorial Stuart Kuttner y el marido de Brooks, Charlie.
Coulson podría enfrentarse a una pena de prisión, cuyo monto se desconoce, ya que el jurado no terminó la deliberación acerca de otros cargos contra él y contra Clive Goodman, el corresponsal monárquico del diario, ambos vinculados con una denuncia sobre pago a policías a cambio de números de teléfono de la familia real.
El dictamen fue alcanzado por un jurado integrado por ocho mujeres y tres hombres, que evaluaron el caso al término de un largo y complejo proceso legal.
El escándalo de los pinchazos telefónicos que sacudió la política británica, no sólo se tradujo en el cierre del rotativo News of the World, sino que también forzó a Murdoch a abandonar una propuesta millonaria para adquirir la totalidad de las acciones de la plataforma digital BSkyB y mermar sus ambiciones de expansión en Reino Unido.
El hecho también empujó al gobierno británico a establecer una comisión investigadora independiente cuyas conclusiones aconsejaron una autorregulación de los medios que dividió al sector.
Antes de trabajar para Cameron en 2007, cuando el premier era lí-der de la oposición conservadora británica, Coulson, de 46 años, fue director del ahora desaparecido periódico dominical, famoso por sus exclusivas sobre la vida de ricos y famosos y cerrado en el marco de la denuncia.
Nacido el 21 de enero de 1968 en la localidad de Billericay, en el condado de Essex (sureste de Inglaterra), y procedente de una familia humile, dio sus primeros pasos en el mundo del periodismo a los 18 años, trabajando para el rotativo local Basildon Echo, donde estuvo dos años. De allí pasó al diario sensacionalista The Sun y luego al tabloide conservador Daily Mail, donde sólo estuvo nueve meses para regresar The Sun para editar la columna "Bizarre", dedicada al mundo del espectáculo.
Su ascenso en el competitivo mundo del periodismo británico fue imparable, y en el año 2000 fue nombrado subdirector del News of the World, cuando al frente del tabloide estaba Rebekah Brooks.
Las primeras investigaciones determinaron la imputación de Clive Goodman, el periodista especialista en temas monárquicos, quien debió cumplir en 2007 cuatro meses de cárcel por intervenir ilegalmente teléfonos, condena que obligó a Coulson a dimitir en 2007, pero sus ví-nculos con el Partido Conservador británico -por entonces opositor- lo llevaron a hacerse cargo de la dirección de comunicación de esa formación.
Con la llegada al poder de los conservadores, en 2010, Cameron se apresuró a ratificar a Coulson en el cargo en la residencia oficial de Downing Street, pese a las sospechas denunciadas entonces por los medios británicos acerca de las escuchas. En más de una ocasión, el primer ministro defendió a Coulson a capa y espada, hasta tal punto que se empecinó en mantenerlo en Downing Street cuando las sospechas eran cada vez más claras.
En 2011 Coulson fue arrestado por la policí-a en relación con denuncias de "corrupción" y por "las escuchas" ilegales. El periodista negó ser culpable de los cargos que se le imputaban, incluido uno relacionado con el pago a agentes de policí-a para obtener agendas de miembros de la familia real británica.
Poco después de conocerse el dictamen, el primer ministro debió ofrecer "sinceras disculpas" por haber defendido a Coulson y dejó claro que asume su "total responsabilidad".
[Fuente: Pag12, Bs As, 24jun14]
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