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06nov16
El FBI exonera a Clinton de cualquier cargo por los e-mails hallados en el ordenador de Weiner
El FBI informó ayer al Congreso de que sus conclusiones sobre la investigación relacionada con la utilización de Hillary Clinton de servidores privados para el envío de e-mails oficiales, mientras fue secretaria de Estado con el presidente Obama, no arroja ningún dato incriminatorio. Así, la candidata demócrata a la presidencia queda exonerada de cualquier cargo y se desembaraza de la sombra de sospecha que amenazaba con convertir su hipotética presidencia en una pesadilla jurídica de consecuencias impredecibles.
Gran noticia, pues, para Hillary Clinton, cuya campaña electoral estuvo a punto de descarrillar desde que la semana pasada el director del FBI James Comey, anunciara en una carta remitida al Congreso, que la investigación sobre los e-mails se volvía a activar, tras hallarse una numerosa remesa de e-mails en el ordenador del exmarido de su brazo derecho, Huma Abedin, acusado de enviar fotografías pornográficas a una chica de 15 años. Esa carta fue interpretada por Donald Trump como un hecho consumado de culpabilidad y ha sido, desde entonces, el eje que ha articulado su campaña de acoso y derribo.
A pesar de todo, Clinton consiguió mantener una ventaja marginal sobre su adversario, tanto a nivel nacional como en los estados clave, mediante una eficaz campaña de precisión enfocada en los votantes indecisos y diseñada para empujar al votante hispano y afroamericano a las urnas. Queda por ver si esta exoneración de última hora tiene alguna incidencia en un electorado hastiado de escándalos y desmentidos. La recuperación de Clinton y la incapacidad manifiesta de Trump para hacerse con el voto indeciso (no logra sobrepasar la barrera del 43%) hace pensar que este nuevo aire favorable podría ser la puntilla definitiva para el Pelirrojo de Queens.
En una nueva misiva a la Cámara de Representes, Comey notifica que "a partir de nuestro análisis, no modificamos las conclusiones expresadas el pasado mes de julio en relación a la Secretaria de Estado Clinton".
Donald Trump, ágil siempre a la hora de reaccionar por Twitter a cualquier acontecimiento de campaña, permanecía en un conspicuo silencio horas después de conocerse la noticia. Previsiblemente, el candidato republicano intentará desacreditar a Comey y lo acusará de ceder a presiones del Gobierno y de prevaricar mano a mano con la Fiscal General, Loretta Lynch, tal y como hizo el pasado mes de julio. Fue entonces cuando, descolgado en las encuestas, empezó a poner en duda la limpieza del sistema electoral estadounidense, un argumento que probablemente esgrima de nuevo en las horas finales de campaña.
[Fuente: Por Iñigo Javaloyes, República de las ideas, Madrid, 06nov16]
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