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27ene11
De la Iglesia se plantea dimitir hoy de forma voluntaria antes de que Cultura le 'obligue'
El futuro de Álex de la Iglesia al frente de la Academia de Cine es ahora mismo todo un misterio. Según fuentes cercanas a la institución, el director vasco estaría meditando muy seriamente dimitir del cargo de presidente a lo largo del día de hoy -en lugar del día después de la entrega de los Goya-, antes de que la Junta Directiva, que se reúne esta tarde a partir de las 17:30 horas, le obligue a hacerlo.
"Anoche estaba barajando la posibilidad de irse antes de que la Asamblea decida si deja su cargo antes de la gala", explica a este portal una fuente cercana a la institución. "Su compulsiva pasión por Twitter le ha jugado una mala pasada".
No obstante, esta decisión será sometida a voto entre los 24 académicos que forman parte de la Junta Directiva, la cual, de entrada, dejará pronunciarse a De la Iglesia. Tras su comparecencia, la Asamblea, que será moderada por su director, Eduardo Campoy, votará de forma conjunta.
"Existe una división de opiniones entre los académicos", explica la fuente. "Lo que sí hay es un fuerte malestar por los intentos del Ministerio de Cultura de intervenir en la Academia de Cine", añade.
Y es que, según recoge el diario El País, Carlos Cuadros, director del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales, habría hablado estos días con varios miembros de la Junta para "presionar" con el fin de apartar a De la Iglesia de la gala de los XXV Premios Goya.
Sinde se 'desinfla'
Y es que con todo este asunto, la ministra Ángeles González-Sinde está viendo mermado su prestigio tanto en foros externos como en el seno de sus propias filas . Sinde ha sacado adelante una ley con su nombre que le ha reportado un considerable daño para su imagen ante la comunidad internauta, pero también en el seno de sus propias filas. Según fuentes gubernamentales, la actuación de la ministra de Cultura para aprobar el texto que pretende poner coto a la piratería en internet ha generado malestar entre sus compañeros del Consejo de Ministros. Decepción que se ha extendido incluso hasta el propio equipo del presidente del Gobierno.
Dentro del PSOE no existían dudas sobre la necesidad de regular el vacío legal en torno a internet, pero las gestiones de las últimas semanas del presidente de la Academia del Cine, Alex de la Iglesia, han abierto los ojos a algunos altos cargos del Gobierno sobre cómo podría haberse abordado la negociación de esta controvertida ley. Aunque el texto final hubiera sido el mismo, el talante abierto y dialogante del director de cine ha dejado en peor lugar si cabe a la ministra.
La irrupción de Alex de la Iglesia como interlocutor voluntario con distintos internautas para testar las inquietudes y argumentos que manejan los acusados de piratas ha dejado en evidencia el proceder de la ministra. Cultura fue la redactora el primer borrador de la ley, que también pasó por Industria antes de llegar al Congreso. Sin embargo, en el caso de González-Sinde, su reunión con varios de los firmantes del manifiesto contra su proyecto se demostró como un mero gesto artificial.
"Se ha perdido una oportunidad", explica uno de los asistentes a las citas con Sinde y De la Iglesia. "Al final, esta ley deja descontentos a todos. La gente de la industria es consciente de que solo se ha puesto un parche, pero en lugar de haberlo hehco abriendo un camino común, se ha hecho por las bravas". Precisamente, esa imagen de inflexibilidad, a pesar de haber contado con el apoyo de PP y CiU, es la que puede terminar generando un coste electoral relevante, como temen dentro de la fontanería del PSOE.
"La cena del miedo" con González-Sinde
Además de granjearse el rechazo de la comunidad internauta, la aprobación de ley Sinde ha provocado que De la Iglesia decida abandonar la presidencia de la Academia del Cine. El cambio experimentado por el director ha variado de tal manera su opinión que ya no representa a la de la mayoría de sus colegas, con los que sí se ha alineado un grupo de intelectuales (150 firmantes) que redactaron un manifiesto por el copyright a favor de los derechos de autor.
Precisamente, algunos de esos intelectuales también participaron de una cita con la ministra de Cultura días antes de la aprobación de la ley. Este encuentro trascendió a la luz pública gracias a las revelaciones efectuadas por uno de los asistentes, Amador Fernandez Savater, quien calificó el acto como la cena del miedo. Su testimonio evidenció el anhelo de González-Sinde por congraciarse con representantes de colectivos que ya estaban posicionados a su favor, en lugar de atender con los críticos.
El posterior boicot al texto alternativo que De la Iglesia se ofreció a redactar con miembros del colectivo internauta, "una procedimiento poco riguroso, que a pesar de la buena voluntad deja en mal lugar a todos", según reconocen desde un think tank afín al PSOE, ha terminado de minar la imagen de la ministra dentro de su partido, y ha elevado la proyección del presidente de la Academia como un auténtico ministro alternativo de Cultura.
Ataque a las empresas legales en la Red
Y es que la ley Sinde no solo preocupa a internautas que buscan ver películas gratis en la Red, como suele retratar el mensaje del Gobierno. Existe una industria que facturó 600 millones de euros en 2010, y que ve amenazada su forma de negocio por la inseguridad jurídica que genera la norma pactada por PSOE, PP y CiU. Se trata del sector del hosting o alojamiento de páginas web.
Por ello, la Asociación Nacional de Empresas de Internet (ANEI) se ha sumado a la batalla contra esta ley, que las organizaciones de internautas estudian llevar ante el Tribunal Constitucional. "Nuestra posición es estrictamente industrial. España necesita desarrollar su economía en las nuevas tecnologías, y el sector del hosting aporta empresas con emplazamiento físico, trabajadores y legalidad. Es una economía tangible", explicó a este diario el presidente de ANEI, Miguel Errasti.
Esta asociación agrupa a todo tipo de compañías que utilizan la Red con fines comerciales y económicos, desde entidades bancarias como el Grupo Santander a empresas de software, pasando por despachos de abogados. Además de la inseguirdad jurídica que suopne la existencia de una comisión gubernamental capaz de decidir qué webs deben ser cerradas, la inquietud de ANEI pasa por los costes económicos que se pueden derivar de un constante control y peritaje de los contenidos que se alojen en nuestro país.
Según Errasti, los contenidos ileagles se alojan en países extranjeros, en ocasiones sin legislación específica, y no en empresas de hosting españolas. "La ley Sinde será completamente ineficaz e inservible, pero puede ahuyentar a clientes por la inseguridad jurídica que conlleva", sostuvo. Ahora, ANEI se reunirá con diversos senadores para intentar que no refrenden la norma en la Cámara Alta, aunque Errasti también echó en falta un titular de Cultura como De la Iglesia, que sustituyó de facto a la ministra. "Hizo lo que no hizo González-Sinde. Ha demostrado una actidud abierta, y ha descubierto que hay consumidores digitales que harán rentable el trabajo de productores y distribuidores digitales", concluyó.
[Fuente: Por C. Herranza y A. Mendoza, El Confidencial, Madrid, 27ene11]
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