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12sep22


La otra carta energética de Putin, cuestionar su influencia mundial "puede ocasionar una crisis mayor"


La partida de la factura energética se juega en un tablero amplio que desdibuja las fronteras de los países en favor de una dependencia pasiva-agresiva con el Kremlin en materia nuclear. Esto pone de relieve lo que ya declaraba Putin, hace unos días, en el foro económico de Vladivostok: "Es imposible aislar a Rusia". Y la empresa estatal moscovita Rosatom es un acorazado directo al corazón de Europa. Sus reactores, el dominio del combustible nuclear y su gestión de los residuos radiactivos suponen un triple arsenal que permite a Rusia controlar la cadena de suministros nuclear. A ello se unen sus rompehielos nucleares-únicos en el mundo-y sus centrales nucleares flotantes. Como afirma Enrique Ayala, analista de la Fundación Alternativas y general de brigada retirado, "la retirada de todo el combustible nuclear ruso en circulación, produciría una crisis energética mayor que la que tenemos actualmente".

Lo cierto es que desde 2017, tal y como expone la Agencia Internacional de la Energía, Rusia y China han ido sumando aliados y acuerdos, construyendo por el mundo el 87% de los nuevos reactores nucleares. Como en una 'matrioska' , a medida que se desarma encontramos también al gigante asiático. Y mientras Kenia, Ruanda, Tanzania o Nigeria, entre otros, ambicionan tener energía nuclear con la ayuda de Xi Jinping o de Putin, Rusia ejerce una diplomacia nuclear que es la llave de entrada para influir en el país, construyendo centrales en Irán, India o Egipto.

Ayala explica que hay dos aspectos a tener en cuenta en esta dinámica, el primero es el uso de la energía nuclear dentro de la propia Rusia. "Tiene 38 reactores nucleares y cuatro en construcción. Eso supone un 20,5% de producción de la energía eléctrica. Y la idea es ir aumentando ese porcentaje hacia 2030 en un 50%. Y de cara al exterior, la reina roja está construyendo 15 plantas nucleares en distintos Estados, entre ellos países de la OTAN, como Turquía y Hungría. Finlandia en mayo canceló su contrato para una nueva planta al borde del mar Báltico", asegura.

A ello se suma que hay 42 plantas nucleares con reactores que usan tecnología rusa. Algunos de ellos están en países de la UE, como los que hay en la República Checa, Bulgaria o Eslovaquia. "Estos reactores tienen que ser necesariamente activados con combustible nuclear ruso que es de bajo enriquecimiento y que solo produce Rusia. Los expertos están viendo si Westinghouse, la empresa estadounidense, puede ser su sustituta, pero por ahora siguen recibiendo combustible ruso", dice Ayala.

Uranio, sanciones

Además en relación al uranio, Rusia solo extrae el 6% en su propia tierra. Exporta e importa. Ayala detalla que la importación con Australia se interrumpió con la invasión de Crimea. Ahora la mayor parte viene de Kazajistán, que es el primer exportador mundial de uranio y socio de Moscú en la OTSC, que es la versión rusa de la OTAN. "La exportación del Kremlin, tanto de uranio crudo como enriquecido, va a las plantas que tiene por Europa del Este y a Estados Unidos. De hecho en abril, el senador Barraso, del Partido Republicano, dijo de forma controvertida, que EE.UU. está pagando del orden de 100 millones mensuales a Rusia por el uranio, unos 1.200 millones al año", establece el analista.

No todo el uranio que exporta Rusia es ruso, lo revenden o lo enriquecen. Su capacidad mundial de enriquecimiento es de un 46%, y su capacidad de tratar residuos nucleares para convertirlos otra vez en combustible es del 36%, según Euratom. No es casual que Rosatom sea una de las pocas empresas rusas que no ha recibido sanciones de Estados Unidos. Se habla del gas o del petróleo, pero del uranio se debate poco porque es más difícil de sustituir, y pretenderlo tendría un efecto directo sobre la factura de los ciudadanos estadounidenses. La paradoja es que con la guerra de Ucrania, EE.UU. siga comprando a Rusia, apunta Ayala. En cuanto a España, según EP importaba en 2020 un 38,7% de uranio de Rusia, aunque en 2021 se redujo a un tercio.

Ricardo Lenoir-Grand Pons, responsable de la unidad de inteligencia de International SOS en España, indica que "el uso que pueda hacer Rusia de la energía nuclear, como de otros rec

Centrales flotantes

A este despliegue nuclear se suma como indica Ayala, "el hecho de que Putin tiene una flota de rompehielos nucleares, la única del mundo. Eso de cara a la nueva ruta Norte del Ártico, puede mantenerla abierta todo el año. Tener acceso a los enormes recursos existentes en la zona para Moscú supone una enorme ventaja de negocio". Hablamos de reservas de 20.000- 46.000 millones de petróleo y de 36-83 billones de m3 de gas, además, en la zona hay yacimientos de manganeso, plomo, oro, platino y diamantes.

Y su creación más atesorada es el Akademik Lomonosov. La primera central nuclear flotante del mundo que circula por el Ártico, y que el Kremlin daba a conocer en 2019 . Su función es proveer de energía a zonas remotas de Siberia y cuenta con dos reactores nucleares de 35 MW, cada uno. China tiene un contrato de 226 millones de dólares con Rusia para proveer de material a sus centrales flotantes.ursos, va más allá del rendimiento o beneficio económico que le puede traer. Está lo simbólico que es generar confusión en Occidente. Y un hipotético acuerdo de Rusia y Hungría en la cuestión nuclear supondría la desestabilización de la UE, porque si se decide sancionar a Rusia habrá un grupo de países que se opondrían a ello".

Letra pequeña

La picaresca de Rusia en sus proyectos nucleares tiene que ver con una atractiva oferta de financiación de esas construcciones nucleares. Quedó patente con Hungría. Así, fue conocido anteriormente los términos de la empresa Rosatom que se encargaría de la obra. La ventaja para muchos países es que no tienen que abonarla hasta su término, pero la trampa es que Rosatom tendría su gestión durante 50 años, y sería su único suministrador de combustible durante una década. Y actualmente, Putin tiene el apoyo del primer ministro húngaro Viktor Orbán.

Para la India o Turquía contar con centrales nucleares supone un importante desarrollo energético, a la vez que popularidad política. Así, Erdogan quiere tenerla terminada para cuando se acerquen las elecciones. A cambio, "las empresas vetadas en otros países de Europa están encontrando un espacio lucrativo en Turquía", apunta Ayala. Rosatom también ha buscado un nicho en Oriente Medio, en Argelia, Irak o Emiratos Árabes Unidos.

Pero incluso los países que no quieran seguir dependiendo de los reactores rusos se encuentran en un callejón sin salida en el caso de la serie de reactores VVER-440 de diseño soviético que tienen en sus centrales. Ningún proveedor occidental puede proporcionar combustible para este modelo específico, a excepción de Rusia. Cinco países de la UE con 40 millones de habitantes dependen del favor ruso. El director general del organismo internacional de la Energía atómica, Rafael Grossi, declaró que de establecer sanciones sobre Rosatom provocaría serios problemas para estos Estados. Así como proyectos nuevos a años vista.

Centrales flotantes

A este despliegue nuclear se suma como indica Ayala, "el hecho de que Putin tiene una flota de rompehielos nucleares, la única del mundo. Eso de cara a la nueva ruta Norte del Ártico, puede mantenerla abierta todo el año. Tener acceso a los enormes recursos existentes en la zona para Moscú supone una enorme ventaja de negocio". Hablamos de reservas de 20.000- 46.000 millones de petróleo y de 36-83 billones de m3 de gas, además, en la zona hay yacimientos de manganeso, plomo, oro, platino y diamantes.

Y su creación más atesorada es el Akademik Lomonosov. La primera central nuclear flotante del mundo que circula por el Ártico, y que el Kremlin daba a conocer en 2019 . Su función es proveer de energía a zonas remotas de Siberia y cuenta con dos reactores nucleares de 35 MW, cada uno. China tiene un contrato de 226 millones de dólares con Rusia para proveer de material a sus centrales flotantes.

Sin embargo, frente a esta creación rusa Greenpeace usó el título de 'Titanic nuclear sobre hielo', argumentando la potencial amenaza que supone para el Ártico y los países próximos. Meritxell Bennasar, responsable de la energía nuclear de Greenpeace, explica que "estos barcos son centrales nucleares de menor tamaño. Pero están expuestos a las fuertes tormentas de la zona y a accidentes por la mano del hombre. Y a ello se suman los residuos radiactivos que generan".

Esta ONG señala en un informe que "en caso de un colapso, el agua del océano enfriaría el núcleo. Se produciría una explosión de agua y posibles explosiones de hidrógeno que propagarían una gran cantidad de isótopos radiactivos a la atmósfera. Las áreas alrededor de Fukushima y Chernóbil ya son difíciles de limpiar, peor aun peor sería en la noche polar, con temperaturas bajo cero y tormentas de nieve". Frente a esta acusación Rosatom ha declarado que "la planta es invencible frente a tsunamis y desastres naturales". Incluso ha usado Lomonosov como proveedor de calefacción nuclear residencial para los hogares de Siberia, una opción energética eficiente con el que Rusia pretende innovar en su cartera energética. Varios países han expresado interés en su diseño de pequeños reactores itinerantes.

Parafraseando la expresión "todos los caminos llevan a Roma", es interesante que todos los caminos energéticos conduzcan a Putin. En ese caso la pregunta ante estos hechos sigue siendo: ¿realmente es posible aislar a Rusia?

[Fuente: Por Alexia Columba Jerez, ABC, Madrid, 12sep22]

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