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04ago23


"Han disminuido las reservas": Bolivia evalúa cómo mejorar su producción de hidrocarburos


El Gobierno boliviano, a través de la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia (YPFB), prevé explorar nuevos pozos y aumentar la producción de áreas ya en explotación. De esta manera, apunta a duplicar la extracción de hidrocarburos.

La entrada en funcionamiento del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) --obra clave en Argentina para transportar el gas del yacimiento de Vaca Muerta--, causó preocupación en Bolivia ante la certeza de que perdió a uno de sus principales clientes para la venta del energético.

A la vez, la situación trajo un poco de alivio, porque en los últimos ocho años cae sin parar la producción, a cargo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia (YPFB), por lo cual se dificulta cumplir los requerimientos de envío al vecino país, así como a Brasil.

La pérdida de Argentina como comprador de gas abriría posibilidades a Bolivia para utilizar este combustible en su propia industrialización, o también para venderlo a Brasil, según el ingeniero especialista en energías Ricardo Cardona, consultado por Sputnik.

En paralelo, la estatal YPFB anunció acciones para aumentar la producción de hidrocarburos mediante la exploración de nuevos pozos, así como el incremento de barriles diarios de áreas ya en explotación.

En junio pasado, la filial boliviana de la transnacional Repsol abandonó las operaciones de dos campos gasíferos y petroleros, con el argumento de que no le resultaban rentables. De todos modos, mantiene otras acciones de explotación en el país.

Para YPFB será una oportunidad de continuar la explotación de los pozos Mamoré I (departamento de Cochabamba) y Surubí (en La Paz), los cuales se consideran "maduros", por los años que llevan de aprovechamiento.

"La recuperación de estos campos es importante para que YPFB pueda operar y, de esta manera, subir la producción. Esperamos poder incrementar un 50% la producción de petróleo del campo Mamoré y Surubí para el 2024", declaró el presidente de Yacimientos, Armin Dorgathen, al diario local La Razón.

Estas áreas producen de 1.200 a 1.300 barriles de petróleo por día. El objetivo es llegar hasta los 2.500 diarios, según el funcionario.

Con la Administración de los campos abandonados por Repsol, "YPFB va a operar el 80% de la producción de líquidos a nivel nacional. Es el hecho más relevante, porque incentivará e incrementará la producción de los mismos en el país, con el objetivo de que ese petróleo sea refinado en Bolivia para una producción de diésel que permita reducir las importaciones", sostuvo Dorgathen.

La carencia de combustibles refinados en el país obliga a La Paz a importarlos para venderlos a precio subsidiado a la población. Por este motivo el Estado Plurinacional pierde cada año al menos 1.000 millones de dólares. En 2022 el déficit comercial energético fue de 1.122 millones.

Hasta la llegada de Evo Morales al Gobierno (2006-2019), las transnacionales que explotaban los hidrocarburos bolivianos se quedaban con el 82% de las ganancias. Solamente el 18% quedaba para el Estado.

Desde 2006, Morales determinó que se daría vuelta la ecuación, por lo cual el 82% de las ganancias quedaron para Bolivia, mientras el 18% restante se iría a las cuentas de las empresas. En ese momento ninguna transnacional dejó el país, lo cual demostró que esa cifra todavía les resultaba redituable para sus negocios.

Según datos del Ministerio de Hidrocarburos y Energías, desde la capitalización de los energéticos en 1993 hasta 2005 la renta petrolera para el país fue de 3.206 millones de dólares.

En cambio, en el peroodo 2006-2022, tras la nacionalización de los hidrocarburos, Bolivia recaudó 45.800 millones de dólares, destinados mayormente al financiamiento de programas sociales y la construcción de obras de infraestructura.

El debate por el 'fracking'

Se calcula que en Bolivia quedan 10 trillones de pies cúbicos (TCF) de gas que se encontrarían cerca de la superficie. Es una cantidad ínfima comparada con los 802 TCF de Vaca Muerta.

Hay un detalle: las enormes reservas de Argentina son de shale gas, por lo cual se explotan mediante el método de fractura hidráulica --o fracking, en inglés--, que tiene un mayor costo monetario y ambiental.

Según estudios de YPFB, en la región del Chaco (sureste) habría reservas de shale gas por 400 TCF, la mitad de Vaca Muerta. Pero el Gobierno del presidente de Bolivia, Luis Arce, no está dispuesto a implementar el fracking, para evitar la confrontación con comunidades indígenas cercanas a las áreas de posible explotación.

Ya el Gobierno de facto de Jeanine Áñez (2019-2020) había iniciado estudios para realizar fracking en el Chaco, territorio ancestral del pueblo guaraní. Avanzó a pesar de la resistencia de las comunidades indígenas, pero este proyecto quedó en la nada al asumir Arce, en octubre de 2020.

"Han disminuido las reservas en Bolivia. Se pueden hallar 10 TCF, pero evidentemente hay mucho más en forma de shale gas, que hay en profundidad", advirtió Cardona.

El sentido del gasoducto

Desde 1971 llega gas de Bolivia a Argentina. Actualmente, el Gobierno del presidente argentino, Alberto Fernández, alista la convocatoria para las empresas que puedan revertir el sentido del gasoducto, de modo de enviar gas al norte argentino y a Brasil usando las tuberías bolivianas a cambio de un canon a determinar.

Las obras de reversión estarían concluidas en 2025, por lo cual hasta ese año Argentina va a seguir comprando gas boliviano para distribuir en sus provincias del norte. YPFB no descartó adquirir en el futuro gas de Vaca Muerta.

Según Cardona, el país aimara podría beneficiarse económicamente de la compra de gas argentino: "Bolivia puede comprar gas, pero para darle valor agregado, convertirlo en fertilizante, en urea o amoniaco. Ese proceso se puede hacer con gas propio o gas importado", consideró el ingeniero, quien fuera profesor de la Universidad Técnica de Berlín durante 30 años.

Además de enviar más gas a Brasil, será necesario el energético para alimentar los hornos de la siderúrgica estatal El Mutún, que comenzará a funcionar en el departamento de Santa Cruz (este) en octubre próximo, para producir 200.000 toneladas anuales de acero.

Cardona resumió: "El gas sirve para producir cemento, para las fábricas metalúrgicas, para producir amoniaco, urea y fertilizantes. Por tanto, el gas que no se venda a Brasil se puede utilizar en Bolivia también para convertirlo en energía eléctrica".

Bolivia llegó a la cúspide de producción gasífera en 2014, cuando extrajo 62 millones de metros cúbicos de gas por día (MMm3/d).

Actualmente la producción bajó a 40 MMm3/d, de los cuales 16 MMm3/d van a Brasil. El consumo interno de Bolivia es de 15 MMm3/d.

El contrato con Argentina establecía que se le debían enviar 14 MMm3/d. Pero con la apertura del GPNK se definió que en 2024 el país austral comprará solamente 4 MMm3/d, lo cual dejará un remanente de 10 MMm3/d a disposición de Bolivia.

[Fuente: Por Sebastián Ochoa, Sputnik Mundo, Moscú, 04ago23]

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