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21dic16
La DGAC obvió un requisito para certificar a empresa
Al revisar el trámite de certificación que hizo LaMia ante la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) en 2014 se detectó que no había registro de los estados financieros de la aerolínea, uno de los requisitos que se debía cumplir, por lo que se presume que hay indicios de tráfico de influencias.
"No estamos suponiendo nada, los estados financieros de la empresa no han sido remitidos.
Vamos a continuar con este trabajo nosotros porque esa (irregularidad) es parte de las observaciones dentro del proceso de certificación. Pero eso es sólo un documento de los más de 20 que han tenido que presentarse y el resto se ha cumplido", informó ayer el ministro de Obras Públicas, Milton Claros.
Tanto esta autoridad como el director de Transporte Aéreo, Andy Rocabado, explicaron que (al margen de esa observación) se cumplió con todo el procedimiento para que LaMia pueda volar, un proceso que duró nueve meses y pasó por varios funcionarios de la DGAC.
Sin embargo, hay indicios de la comisión de varios delitos, ya que el director de Registro Aeronáutico de la DGAC, Gustavo Vargas Villegas, es hijo del gerente general de LaMia, Gustavo Vargas Gamboa.
Rocabado contó que pidió a la DGAC la remisión de todos los documentos para verificar si la empresa cumplía todos los requisitos para ser certificada, pero no entregaron los estados financieros. "Acá, en la tercera fase (evaluación de documentación), se han encontrado observaciones respecto a Vargas Villegas porque en estos procesos él se encuentra verificando los documentos".
Además, el hijo debió excusarse de conocer el trámite iniciado por su padre, ya que había un conflicto de intereses, por eso se lo encarceló, por incumplimiento de deberes, uso indebido de influencias y negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública.
Fue así que en julio de 2015 sale la autorización para que la aerolínea que contaba con un patrimonio de 150 mil bolivianos opere con la única aeronave certificada que tenía, la CP-2933.
Sus otros dos aviones (CP-2997 y CP-2998), que estaban en un hangar de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) se encontraban en proceso de certificación porque no pasaron de la primera fase (presolicitud).
Claros sostuvo que tres exdirectores de la DGAC tienen responsabilidad también en estas irregularidades, por no haber denunciado el conflicto de intereses.
Otros datos
Gestiones: Luis Coimbra estuvo a cargo de la DGAC hasta julio de 2015, cuando fue reemplazado por Virgilio Pereyra, ambos exmilitares. En agosto de 2016 entró al cargo de director César Varela, recientemente destituido tras la tragedia.
Cifras: LaMia fue constituida con un capital de 150 mil bolivianos. Además pagaba un alquiler de 35.000 dólares mensuales al dueño de su único avión.
[Fuente: Página Siete, La Paz, 21dic16]
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