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23dic05


El Gobierno protesta al Nuncio y se disculpa ante Bolivia por la 'broma' de la COPE a Evo Morales.


El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, convocó ayer al nuncio del Vaticano, Manuel Monteiro de Castro, para instarle a que "se tomen las medidas oportunas" para evitar que se repitan "hechos deplorables" como la "broma" de la cadena Cope al presidente electo de Bolivia, Evo Morales. Posteriormente, Moratinos se reunió con el encargado de negocios de la embajada de Bolivia en España, Álvaro del Pozo, quien declaró después a los periodistas que "un hecho aislado, como este de la cadena Cope, no va a afectar" a las relaciones bilaterales ni a la "tradicional amistad y cooperación" entre ambos países.

Por su parte, el embajador español en La Paz, Francisco Montalbán, transmitió al canciller boliviano, Armando Loaiza, las disculpas del Gobierno español por el incidente, en una reunión en la que el ministro le entregó una queja formal por la llamada efectuada a Morales por un imitador de la Cope que se hizo pasar por el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero.

El portavoz de la Conferencia Episcopal Española -propietaria de la Cope-, Juan Antonio Martínez Camino, consideró en una conversación con el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, que la "broma" a Evo Morales es "inaceptable" y, en su opinión, la cadena de emisoras debería pedir disculpas, según informó el Ejecutivo.

Fuentes de la Conferencia Episcopal consultadas por Efe sobre esa conversación se limitaron a señalar que era "privada" y que por tanto no informarán sobre su contenido.

La embajada boliviana en Madrid afirmó ayer que está "totalmente satisfecha" con las gestiones del Gobierno español ante este incidente y exige a la cadena Cope una disculpa a la altura de la gravedad de la "ofensa", porque, según subrayó, sólo ha respondido con un comunicado carente de la "hidalguía" necesaria.

Un día más tarde de que la Cope emitiera la grabación de la llamada telefónica efectuada a Evo Morales, Moratinos convocó al nuncio para trasladarle la protesta del Gobierno boliviano por esta "broma".

En una reunión celebrada ayer, Moratinos instó a Monteiro de Castro a que "se tomen las medidas oportunas para que hechos deplorables de esta naturaleza no se vuelvan a producir, por el daño que causan a los intereses políticos y económicos de España y a su imagen en el exterior, y por su repercusión negativa con países amigos", según informó el ministerio en un comunicado.

Durante la entrevista -sobre la que la Nunciatura rechazó pronunciarse-, el ministro transmitió además el "rotundo rechazo del Gobierno español" al programa emitido el miércoles por la Cope.

No afectará a las relaciones bilaterales

Moratinos se reunió a continuación con el encargado de negocios de la embajada de Bolivia en España, Álvaro del Pozo, quien declaró que "un hecho aislado, como este no va a afectar" a las relaciones bilaterales entre ambos países.

El diplomático recordó que el miércoles trasladó por escrito su protesta al director general de la Cope, Jenaro González del Hierro, quien, según lamentó Del Pozo, respondió esta mañana con una carta que "no lleva la hidalguía que debería merecer una disculpa".

En su misiva, cuyo contenido leyó el diplomático boliviano, González del Hierro indica que siente "las molestias de la referida broma que han podido causar" y precisa que "ya se les ha comunicado a los referidos humoristas la inconveniencia de este tipo de actuaciones".

En La Paz, el embajador español solicitó al canciller boliviano que traslade "las disculpas oficiales" de España ante el pueblo, el Gobierno y Evo Morales, "por esta ofensa" que el Gobierno de Madrid ha calificado de "inaceptable".

Sobre el incidente se pronunció ayer también el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, quien afirmó que con este "episodio lamentable" se intentó "humillar y vejar" a un presidente electo "de un país amigo, que merece respeto".

"Todo el mundo sabe a estas alturas que la libertad de expresión no ampara un supuesto inexistente de derecho a insultar o a violentar la dignidad de los demás o a emitir de manera permanente opiniones que no sean de contenido informativo, sino que violen la dignidad o los derechos de la personalidad de los demás", afirmó el ministro.

[Fuente: Estrella Digital, Madrid, Esp, 23dic05]

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