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OTRO CAPÍTULO DE LA QUIEBRA DEL BANCO DE CRÉDITO PROVINCIAL
Detuvieron a Monseñor Toledo y Juan Miguel Trusso por fraude

Por Sergio Sorin

BUENOS AIRES, 2 de nov. 1999
(artículo publicado en El Sitio Argentina)


La detención de Monseñor Toledo y del ex banquero Juan Miguel Trusso parecen haber destapado la olla del mayor escándalo en la historia de la Iglesia Católica Argentina, que ahora deberá responder por el desempeño de uno de sus funcionarios ante la Justicia.

Se trata de Roberto Toledo -ex secretario privado del fallecido arzobispo de Buenos Aires Antonio Quarracino-, quien habría falsificado la firma del titular de la Iglesia Argentina en un depósito por 10 millones de pesos. Este monto correspondería a un préstamo que la Sociedad Militar del Seguro de Vida concedió al Arzobispado de Buenos Aires, que a su vez la Curia prestó al Banco de Crédito Provincial (BCP), de acuerdo con los datos reunidos en la investigación.

Las sorpresivas detenciones se realizaron en pleno centro porteño y en Avellaneda, por orden de la jueza María Inés Garmendia, que recientemente sufrió amenazas de muerte contra ella y su familia por investigar "a fondo" la quiebra del BCP. Desde La Plata, ella dio un paso decisivo al involucrar directamente a dos altos miembros de la Curia en una causa caratulada como "administración fraudulenta y asociación ilícita".

De la mano de Juan Trusso, alto funcionario del BCP, Toledo consiguió que la entidad encargada de liquidar las jubilaciones y pensiones de las Fuerzas Armadas Argentinas (la Sociedad Militar de Seguro de Vida) concediera a espaldas de su propio directorio -según fuentes consultadas por El Sitio- un préstamo dirigido para la restauración de la Catedral Metropolitana y otros emprendimientos.

Sin embargo, Trusso y Toledo tenían otros planes. Corrían momentos en que el BCP se jugaba su propia existencia "dibujando" sus asientos contables para obtener un mayor financiamiento de sus deudas por parte del Banco Central.

En el directorio del BCP estaba otro hermano de Juan Miguel, Pablo Alfredo -quien estuvo preso un año- y su padre Francisco Trusso -actualmente detenido en Brasil-. Los tres habrían llevado al banco a realizar maniobras irregulares en la concesión de 20.985 créditos por un monto total de 64 millones de pesos. El fraude total, según cálculos de varios analistas económicos, habría superado holgadamente los 200 millones de dólares, tomando en cuenta también las inversiones que el BCP realizó en mesas de dinero nacionales e internacionales, y otras inversiones en operaciones bursátiles, bonex y títulos privados. Como consecuencia, más de 30 mil ahorristas resultaron perjudicados; entre ellos renombrados políticos, deportistas, artistas y grandes empresarios.

El escándalo de la quiebra fraudulenta del BCP salpicó a la jerarquía católica argentina, ya que el banco era una de las entidades que administraba el dinero del Arzobispado de Buenos Aires a partir de las relaciones que mantenía el ex embajador argentino en el Vaticano Francisco Trusso -padre de Pablo, de Francisco Javier y del último detenido Juan Miguel Trusso- con la curia.

Toledo fue nombrado por Quarracino, antes de morir, como albacea de sus bienes, y actualmente se desempeña como segundo del obispo de la Diósesis de Avellaneda, Rubén Di Monte.

En un primer momento, las investigaciones derivaron en la detención de 13 personas vinculadas con la entidad bancaria de La Plata, de las cuales 10 fueron excarceladas. Algunos de los liberados continúan procesados y otros gozan de libertad condicional, entre ellos Pablo Trusso; el ex vicepresidente de la entidad, Alejando Granitto, y el alto ejecutivo Sergio Simone.

Francisco Trusso padre, al momento en que estalló el escándalo del banco, iba a ser designado por el Gobierno Nacional como titular de la oficina de ética pública.

"Inventaron 21 mil créditos pedidos por orden alfabético"

Claudio Negrete y Julio Villalonga son los periodistas de la sección economía de la revista Noticias que investigaron el escándalo del BCP. Con su trabajo se introdujeron en las entrañas del fraude. El mismo que aquí detallan:

"Francisco Trusso era el operador político. Pablo era como el manager o gerente operativo de banco. Y Juan estaba en la mesa de off shore en Buenos Aires y encargado de la firma de los principales documentos, aunque no integraba formalmente el directorio".

"Este es un mecanismo muy similar, en líneas generales, a lo que ocurrió con la quiebra del banco Patricios y el Banco Mayo: las mesas de dinero paralelas, las transferencias de dinero en operaciones off shore en paraísos fiscales"

"La caída del BCP se produjo a raíz de una investigación dada a conocer en el programa Día D que conduce Jorge Lanata. Ellos reproducen la información de que el banco estaba en problemas y que estaba bajo la mira del Banco Central. Esto provocó una verdadera corrida en los depósitos de los ahorristas y aceleró la intervención del Banco Central".

"Con el inicio de las investigaciones, los Trusso explicaron que la grave situación del BCP se debía a que el Banco Central los había presionado para que la entidad comprara los activos del Banco de Tandil"

"Evidentemente lo que se está definiendo ahora son las responsabilidades concretas que tuvieron Juan Miguel Trusso y Roberto Toledo con la falsificación de la firma de Quarracino en un depósito fraudulento por 10 millones de pesos, que corresponderían a un préstamo realizado por la Sociedad Militar del Seguro de Vida al Arzobispado de Buenos Aires. La entidad mutualista de las Fuerzas Armadas reclamó esta plata, pero la Iglesia contestó que ellos no recibieron ningún depósito".

"La caída del BCP no tiene que ver directamente con la falsificación de la firma de Monseñor Quarracino. Esta es una anormalidad más en el manejo del BCP. La quiebra, al igual que lo que ocurrió con el Banco Mayo y el Banco Patricios se debe a que se inventaban créditos que después se presentaban como activos propios. Lo burdo del BCP fue que inventaron casi 21 mil créditos por montos similares y pedidos en estricto orden alfabético. Es algo así como levantar miles de nombres directamente de la guía telefónica y distribuirlos en asientos bancarios".

"En Argentina no hay antecedentes de que la Curia esté involucrada con fraudes de este tipo. Sin embargo, hace ya varios años el Banco Ambrosiano terminó siendo el epicentro del mayor escándalo financiero que tuvo que afrontar el Vaticano y que concluyó con fuertes sacudidas a las principales bancas mundiales que operaban con fondos de la Iglesia".

"El Banco Central puede bajarle el pulgar a alguna entidad. Pero acá lo que parece haber sucedido es que alguien del mismo BCRA dio a conocer la situación del BCP, lo que produjo posteriormente una corrida".

"La gran incógnita será saber cuál fue el arreglo real de este fraude. La plata parece haberse diluído en las operaciones del BCP, pero puede ser probable que se haya repartido entre estas mismas personas que participaron de la transacción. Esto es parte de lo que investiga la Justicia".

* Sergio Sorin es periodista especializado en derechos humanos y Director de Prensa de Derechos Human Rights Argentina. Además, es miembro de Amnesty International Argentina y parte del staff de noticias de El Sitio.


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