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16abr02
El deseo de botar a Chávez encegueció a Estados Unidos
La reacción de Estados Unidos ante la caída del presidente venezolano, Hugo Chávez, ha conducido al Gobierno del presidente George W. Bush a una pérdida de credibilidad y podría aislar a los estadounidenses en el seno de la Organización de Estados Americanos.
Michael Shifter, director de la organización no gubernamental Diálogo Interamericano, considera que la actuación de Washington en relación con la situación venezolana ha sido un error. "Estados Unidos apoya la democracia cuando le conviene y encaja con sus intereses económicos, estratégicos e ideológicos", señaló. Este experto en las relaciones entre Estados Unidos y Latinoamérica cree que el papel desempeñado por el Gobierno de Bush "envía una señal de que los principios, a la hora de la verdad, no cuentan mucho, y significa una pérdida de credibilidad".
Añadió que Chávez tomará la condena latinoamericana del golpe como un respaldo a su revolución bolivariana. "Esto podría darle mayor impulso en avanzar en su planes de permanecer en el poder", dijo Shifter.
"Estados Unidos debió haber tomado más tiempo antes de sacar sus conclusiones de lo acontecido en Venezuela. Se precipitó demasiado y tendrá que vivir con las consecuencias", opinó Miguel Díaz, experto del Centro para Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés), de Washington.
"El deseo de botar a Chávez encegueció a Estados Unidos", estimó Díaz. "Esto dañó la credibilidad de Estados Unidos como campeón de la democracia en América Latina y podría incentivar a fuerzas antidemocráticas en otros países a tratar de usurpar el poder", agregó.
"Estados Unidos tuvo que ceder un poco ante los demás países de América Latina, quedamos solos en la OEA", comentó. "Nos marginamos este fin de semana y por eso ahora no sólo tenemos que reconstruir relaciones con Venezuela sino dentro del hemisferio". "Washington fue el único gran actor internacional que no corrió a condenar el golpe.
Estados Unidos estaba encantado de que Chávez se fuera, no es un secreto", coincidió Carol Graham, de la Brookings Institution. En cuanto al futuro de las relaciones entre Caracas y Washington, señaló que "eran malas antes y lo seguirán siendo, pero los venezolanos todavía nos quieren vender petróleo, y nosotros todavía queremos comprarlo". En Washington, el Consejo para Asuntos Hemisféricos (COHA, por sus siglas en inglés), dijo también que había versiones de que la CIA estaría detrás de los acontecimientos que motivaron la destitución de Chávez durante dos días. Alex Volberding y Larry Birns, del grupo de investigadores del COHA, aseguraron que esa presunción fue fortalecida por los comentarios de dos funcionarios norteamericanos de que Chávez fue "el autor de su propia caída y que ninguno de los dos condenara la terminación de un presidente democráticamente electo".
"Estados Unidos no puede elegir qué democracias apoya o cuáles no. O se apoya la democracia o no se la apoya", señaló Riordan Roett, director del programa del Hemisferio Occidental en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins, en Washington. Roett dijo que incluso si Chávez tomó decisiones que podían no gustar a Washington o a muchos venezolanos, no está claro que actuara de forma antidemocrática. Por ello, este analista cree que Estados Unidos actuó más por el desagrado que le ocasiona Chávez que por el respeto a los principios constitucionales. Roett cree que los acontecimientos de Venezuela han sido un duro golpe al apoyo de Estados Unidos y la OEA a la defensa de la democracia y los principios constitucionales en el continente.
[Fuente: Diario "El Nacional", Caracas, Ven, 16abr02]
DDHH en Venezuela
Este documento ha sido publicado el 24abr02 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights