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10mar02
Lo que a Patricia Poleo se le olvidó decir...
Carta a Patricia Poleo
Estimada Patricia:
En tus últimos artículos intentas hacer una descripción de la Carmonada; tal y como tu padre y editor de El Nuevo País, bautizó para la historiografía nacional, la breve pasantía de Carmona por el gobierno. Pero creo que incurres en depositar toda la responsabilidad de la "gran torta", por no decir una palabrota altisonante, al joven Israel Pérez Recao.
Considero que no subrayas que este "niño bien" pasaba la "cesta" de monaguillo al jet set y al empresariado con bastante musculatura económica, para recaudar los fondos para las actividades proselitistas de Carmona (dentro y fuera de Fedecámaras) como también los actos y acciones opositoras de las que Carmona indirectamente se aprovechaba y en las que más adelante actuaría abiertamente (logística en algunos actos de trabajadores de PDVSA, Sociedad Civil, ruedas de prensa con pronunciamientos militares en hoteles capitalinos, etc.)
Los más generosos contribuyentes como tu bien conoces, fueron Gustavo Cisneros (Venevisión), Lorenzo Mendoza Jiménez y su cuñado Eduardo Gómez Sígala (Polar), Oswaldo Cisneros (Coca Cola y Telcel), todos los banqueros (algunos con más presencia que otros)y algunos otros altos exponentes empresarios. El joven Isaac Pérez Recao, hijo de Isaac Pérez Alfonso y sobrino de Juan Pablo Pérez Alfonso (Fundador de la OPEP y ex - Ministro de Minas de Betancourt), es un "pendejo", al lado de estos capos, en cuanto a poder y musculatura económica se refiere y por lotanto la misión de Pérez Recao era la de ser el cordón umbilical entre Carmona y ellos. Pérez Recao rendía cuenta a los benefactores y contribuyentes de la causa, periódicamente. Por ello es que Isaac Pérez Recao, tenia un importante control en Carmona y en lo que éste hacía.
Fueron muchísimos los recursos otorgados a esta causa. La gente que asistía a las manifestaciones y actos en los que Carmona aparecía como líder, se preguntaba a veces ¡Caramba, que organización!, ¡Cónchale, que sobriedad! ¿Quién puso esa tarima allí?, ¡Oye, que logística!, ¿Quién estará pagando toda esta parafernalia? (sonido, iluminación, seguridad, baños públicos móviles, pancartas, remitidos, panfletos) Nada de eso era gratis. De lo que Carmona quizás no se percató desde el principio, es que ya tenía su alma hipotecada a ellos. Que su código de "ética" no era el mismo que exhibió Chávez cuando comenzaba a salir del sótano de las encuestas y muchos empresarios oligarcas y acaudalados personajes, comenzaban a invertir en el exgolpista (G. Cisneros; H. L. Boulton; Parsifal De Sola; Luis Vallenilla -Cavendes-; Omar Camero -Televen-, Reynaldo Cervim; Concho Quijada, Nogueroles -Banco de Veneuela-, Escotet -Banesco-, Tobías Carreno -del Stud Launa-; Nicomedes Zuloaga, Antonio Nahén y otros más) junto con otros no tan acaudalados (Miguel Henrique Otero -El Nacional-; los expresidentes de Fedecámaras, Carlos "chequera" Sequera Yépez y Natera -"cara de iguana"-; Alberto Caudemus, José Rafael Revenga; Eugenio Mendoza Jr. -quien dilapidó las empresas heredadas de su padre-; el gordo Coya y Rafael Arreaza Padilla -Ministro de Sanidad de Carmona y ex Presidente del IVSS de Caldera y de Chávez, entre otros) No, Carmona no tenía "estómago" para echarle la misma vaina a estos "generosos" contribuyentes. Cuando Chávez se sentía más confiado, todos aquellos que le dieron "fuerza" financiera a su aspiración de ser presidente, se le avalanchaban en "cayapa".
La presencia física de muchos de ellos, las llamadas por su celular particular que no cesaba de sonar y al celular de su "monaguillo" Isaac Pérez Recao, recordaban a Pedro Carmona Estanga, que el propósito se había logrado. Que Carmona seguía siendo Presidente, pero esta vez de la República, gracias a ellos. Que el dolor, el terror y la tristeza de las "masacres", de la tarde anterior, se cambiaban por alegría, satisfacción y risas. Que los contribuyentes de Carmona comenzaban a republicanizarse y que el rasero caribeño de la "joda"no tardaría en aparecer con las expresiones de ¡Carajo, Carmonita!, ¡Coño Güaro (por lo de larense) lo logramos!, ¡Yo te lo dije, Pedrito, que sí pasaríamos! (por lo de ¡No pasarán!)... Felicitaciones y congratulaciones, abrazos y palmaditas que expresaban dentro del mimodrama gestual de alguien que aportó muchos recursos para la "campaña", ¡Ahora Pedro, acuérdate de mi!, ¡No te olvides Carmona, que te ayudamos a llegar!
Esa madrugada un Carmona agotado mental y fisicamente, con su alma hipotecada a sus mecenas y con un equipo de imberbes y estúpidos colaboradores, expertos en estrategia política graduados en universidades extrajeras en donde discutían, ¿por qué Venezuela no estaba en el Continente Africano, ni al sur de Cracatoa?; especialistas en tácticas de seguridad en el manejo de armas nucleares e interplanetarias, que se les pasó el detalle de desalojar a toda la guardia pretoriana de Chávez, del Palacio Presidencial, cuando Chávez se vistió con el traje y que de renuncia.
Eso sin dejar de hacer una mención honorífica, con fanfarria republicana y todo, al equipo de juristas (Brewer Carías, Cecilia Sosa, Daniel Romero, Mayra Vernet de Molina Gásperi y José Gregorio Vásquez) que redactó el documento profusamente aplaudido y vitoreado por la concurrencia que asistía a la autoproclamación de Carmona (entre otros, Angela Zago, Gonzalo Pérez Hernández, Alfredo Ramos, José Curiel, el Cardenal Velazco). Sí, ese era realmente el equipo de Carmona. El otro extremo de la revolución chavista, el que pretendía convertir las Escuelas Bolivarianas en escuelas "bilingües", al buen estilo de los Colegios Jefferson o la Academia Washington, en donde las emblemáticas figuras de Zamora, Bolívar, el Escudo o la Bandera, serían sustituidas por el último Ferrari o por el retrato de Bill Gates y por qué no con el del Presidente Busch.
Así mi estimada Patricia, el papel que estás desempeñando, un papel netamente "profesional", no permite lograr credibilidad en la mayoría de tus lectores. Cuenta toda la verdad. Si estás destapando una olla (no montándola, como creo que es lo que estás haciendo) y puedes ver en su interior, describe con fidelidad lo que veas. No utilices tu dedo acusador para señalar sólo a los "pendejos", a los "chinos de Recadi", a los que te convienen o a los que no son amigos o conocidos de tu papá.
No imites ese estilo de hacer periodismo. Hay muchas cosas que desde ahora te pueden diferenciar de tu padre (desde el punto de vista profesional). No sólo el hecho que no sea periodista egresado de una Universidad, sin que ello menosprecie su capacidad, inteligencia y dominio de la palabra (porque hay en la actualidad, mucho egresado de la Escuela de Comunicación Social que mental y fisicamente son unos mamarrachos).
No, a eso no me refiero, me refiero a que no perviertas tu misión de informar veraz e imparcialmente los hechos. Porque tu padre, más que comunicador social fue, es y será un político de la IV República, pero de la IV República pervertida, socarrona y acomodaticia.
Adeco que satanizaba a CAP pero elogiaba a Lusinchi (sobre todo en el tiempo cuando se benefició del monopolio del papel); Adeco que repudiaba a Cecilia (Matos) pero adoraba a Blanquita (Ibáñez); Adeco que ridiculizaba a muchos de sus compañeros de tolda, pero intentaba acomodarse en el burdel de la promiscuidad política del "chiripero" de Caldera: Adeco que se mofaba de Claudio (Fermín) pero ponderaba a Alfaro. Político en fin, como muchos otros, que fueron quedándose sin credibilidad. Políticos que dieron paso a esta nueva forma de gobernar y todo lo que ella representa para el país (una nación con gente preocupada por conocer su constitución y los derechos que le asisten como ciudadanos).
Con esto quiero advertirte que para ser político en esta nueva Venezuela que ha comenzado a surgir, dejando atrás ese calificativo de "país Caribe" que por tantos años nos endilgaron y en el que las ideas y convicciones cambiaban como el Dow Jones, (sino pregúntaselo a Petkoff, Miquilena, Emeterio Gómez, Alfredo Peña, Agustín Berníos, Maxim Ross y a una gran lista de personajes de la variopinta fauna humana de esta querida Venezuela) se necesita más que astucia, artimaña "trácala" pues; se necesita valor para encarar tanta inmundicia, tanta traición.
Hemos dejado de ser un país donde las "talanqueras" políticas eran muy bajas y donde los privilegios para los "oligarcas" que no son pocos, están cada vez más disminuidos y que ésto no les permite afianzar su posición y fortuna económica a las buenas acciones de un gobierno de turno, nos enfrenta a una lucha tenaz.
La política, por lo menos "por ahora" no es compatible con la sublime tarea de decir "la verdad" y entiende bien que te lo estoy subrayando, entrecomillando y colocando en "negritas", por la trascendencia que este término tiene para el saneamiento y una sincera reconstrucción moral y ética en nuestro país. Es decir que la "política" y el "periodismo" deben relacionarse con mucho cuidado. Cuando ambos viven un romance, es porque hay intereses ocultos en el medio. No en balde Alberto Federico Ravell (ex Ministro de la OCI y beneficiado con la concesión de Globovisión, en ambos casos, otorgados por su paisano Lusincbi) se molestó con el nombramiento que Carmona te hiciera para ingresar a su gabinete, horas antes de su derrumbe. Quizás Alberto Federico quería una segunda oportunidad, una oportunidad más de sacarle una buena tajada al "generoso y noble" Estado.
Estimada Patricia, cuando hables de Pérez Recao, no te olvides también que en la "olla" del triste episodio de la "Carmonada" hay muchos otros: dueños de medios, hay colegas tuyos, alguno que otro amigo de tu infancia, hay amigos de tu papá, hay banqueros, hay exponentes de la Iglesia, transnacionales y hay mucho empresario que le deben su fortuna y posición no a su trabajo, sino a Betancourt, Leoni, Herrera, Lusinchi, Caldera I y II, CAP I y II (sobre todo a estos tres últimos). A todos estos protagonistas de la "Carmonada" el país tiene que conocerlos. Por cierto sería interesante obtener una copia del Acta Constitutiva del fugaz gobierno de Carmona y conocer los nombres y apellidos de los firmantes.
Los llamados por el maestro de ceremonia, en representación de diferentes organizaciones y los espontáneos que se daban codazos en la cola, para firmar el "brillante" documento parido por Brewer Carías, Cecilia Sosa, Daniel Romero, Mayra Vernet de Molina Gásperi y José Gregorio Vásquez. Agradezco tu valioso tiempo para la lectura de esta misiva.., ah, y felicitaciones por tus diarias entregas "noveladas", de las que deseo te sirvan para salir de este "vaporón" en el que te encuentras y de la que fuiste protagonista (recuerdo tu intervención aquella noche del martes 10 de abril en la sede de PDVSA, Chuao, junto con Ibeyise -ambas perifonenando en el techo de un camión-)
Atentamente,
Alfredo Espinoza[Fuente: Alfredo Espinoza vía correo electrónico, 30abr02]
DDHH en Venezuela
Este documento ha sido publicado el 21may02 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights