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05ene16
Venezuela enfrenta intento de golpe parlamentario
Sin mucho ambages, el nuevo presidente de la Asamblea Nacional (parlamento) de Venezuela, el opositor Henry Ramos Allup, adelantó hoy que su propósito es remover el gobierno constitucional que encabeza Nicolás Maduro.
Lo dijo ante representantes de cientos de medios de prensa, que colapsaron el acceso al Hemiciclo con sus equipos y deseos de primicia, al abordarlo minutos antes de ser investido en ese cargo.
En los próximos días, cuando el jefe de Estado deba rendir cuenta de su gestión en 2015 ante el legislativo, según la ley, el nuevo parlamento -donde la alianza de la derecha Mesa de la Unidad Democrática es mayoría- podría convertirse en el mismo escenario circense de la jornada, lleno de expresiones irrespetuosas contra la Revolución bolivariana y sus principales programas sociales.
Pero Ramos Allup, de 73 años de edad, fue bien concreto cuando aseveró ante el parlamento que en seis meses trabajarán para lo que llamó recuperar la autonomía del poder legislativo.
Y más allá: propiciar vías que permitan la salida, que catalogó como pacífica y constitucional, del actual Ejecutivo.
Insistió incluso en que las funciones del jefe de Estado, electo por votación popular en 2013, podrían cesar antes del vencimiento cronológico del lapso de su mandato.
Luego de reiterar que el nuevo Parlamento está lejos de querer entorpecer la gestión de Maduro, adelantó que no facilitará el camino a una iniciativa reciente del mandatario sobre una ley de emergencia constitucional, vía habilitante, para derrotar la actual guerra económica que afecta al país y sustituir el actual modelo rentista petrolero por uno socioproductivo.
Por otra parte, se contradijo cuando habló de respeto por otros poderes públicos cuando aseveró que la unicameral Asamblea espera lograr el control de instancias como el Tribunal Supremo de Justicia, motivado por una reciente decisión de anular la elección irregular de tres diputados de la derecha en el estado de Amazonas.
En la estrategia de avanzar hacia la desestabilización del país, Ramos Allup cerró su primer discurso con la propuesta de una ley de amnistía que pretende liberar a lo que llamó presos políticos pero que para la sociedad venezolana son promotores de actos violentos en 2014, con saldo de 43 fallecidos, como Leopoldo López, dirigente de de Voluntad Popular.
El flamante titular del legislativo, subrayó incluso que ni la Ley de Amnistía, ni la salida por vías democráticas del Presidente Maduro son compromisos transables para la mayoría parlamentaria de derecha, que prometió en su campaña centrarse en el tema económico.
Fuera del hemiciclo, los vaticinios de Ramos Allup no fueron gratamente recibidos en las calles de Caracas, desbordadas por miles de simpatizantes de la Revolución bolivariana que reafirmaron su disposición. en esta adversa e inédita situación de los últimos 17 años, a defender las conquistas sociales hasta las últimas consecuencias.
También enfrentó en el seno del parlamento a 54 diputados del Gran Polo Patriótico, bancada que lidera el diputado Héctor Rodríguez, quien aseveró que librarán nuevas batallas fieles a un proceso autóctono, pacífico y democrático de transformaciones en beneficio del pueblo, que legó el presidente Hugo Chávez, fallecido en 2013.
[Fuente: Prensa Latina, Caracas, 05ene16]
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