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14jun17


El Senado aprobó nuevas sanciones a Rusia pese a las advertencias de Tillerson


El Senado estadounidense aprobó este miércoles una nueva tanda de sanciones contra Rusia por su presunta injerencia en las elecciones presidenciales de 2016, ignorando el pedido del secretario de Estado, Rex Tillerson, quien advirtió que la medida pone en riesgo la posibilidad de mantener un "diálogo constructivo" con el Kremlin.

La ley de sanciones, que fue aprobada por 97 votos a favor y dos en contra, todavía debe pasar por la Cámara de Representantes antes de llegar a la Casa Blanca para ser promulgada.

Esta tanda de sanciones llega tras un acuerdo bipartidista alcanzado esta semana sobre Rusia que incluye restricciones a los sectores de defensa, inteligencia militar y a los responsables de los ciberataques contra bases de datos de votantes y software electoral en estados norteamericanos antes de los comicios de 2016.

La diferencia con las sanciones aprobadas anteriormente es que para esta ley, los senadores acordaron limitar los poderes del presidente, Donald Trump, a quien le atan las manos para evitar que pueda levantar o limitar las restricciones.

Tillerson, que ayer había advertido sobre el riesgo de una nueva tanda de sanciones, llamó hoy a no limitar las capacidades de Trump.

"Urjo al Congreso a asegurarse de que cualquier ley permita al presidente tener la flexibilidad para ajustar las sanciones para adaptarse a las necesidades de lo que siempre es una situación diplomática cambiante", dijo Tillerson durante una audiencia ante el Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja.

"Pedimos flexibilidad para subir la temperatura cuando sea necesario, pero también para asegurarnos de que podemos mantener un diálogo constructivo", añadió el titular de Relaciones Exteriores, cuyo temor es que las nuevas sanciones pongan en riesgo sus esfuerzos para entibiar el diálogo con Moscú, sobre todo en lo referente a Siria.

El paquete que recibió media sanción del Senado castiga a aquellos que realicen "actividades cibernéticas maliciosas" en nombre de Moscú, a personas vinculadas a los sectores de inteligencia y defensa de Rusia y a quienes suministren armas al gobierno del presidente Sirio, Bashar al Assad, entre otros.

Estados Unidos lidera una alianza en Siria para combatir a los grupos radicales que operan en el país y también brinda apoyo a los grupos rebeldes que desde 2011 intentan derrocar a Al Assad; mientras que Rusia es el principal aliado de Damasco en la contienda.

Se trata de la primera tanda de sanciones contra Rusia de la era Trump.

Las últimas habían sido impuestas por el ahora ex presidente Barack Obama, en una aparente jugada para complicar al republicano pocos días antes de su llegada a la Casa Blanca.

Trump, envuelto en una oscura trama que lo vincula a los rusos y su presunta estrategia para colocarlo en el Salón Oval, podría ver su acción limitada si los congresistas así lo decidieran.

El acuerdo da a los legisladores 30 días para para revisar y potencialmente bloquear la acción de Trump en caso de que el mandatario decidiera levantar o relajar las sanciones contra Moscú.

Asimismo, complica el levantamiento de las sanciones de la Administración Obama y permite ampliarlas a más sectores de la economía rusa, informó la agencia de noticias EFE.

"Es hora de responder al ataque ruso a la democracia estadounidense con fuerza, con determinación, con unidad y con acción", dijo el senador republicano John McCain antes de la votación en el pleno del Senado.

La decisión del Senado llegó en medio de una investigación en el Congreso y en el Departamento de Justicia sobre la presunta coordinación entre el equipo de campaña de Trump y el Kremlin para perjudicar a la candidata del partido Demócrata, Hillary Clinton, en las elecciones de noviembre de 2016.

Ayer, el fiscal general, Jeff Sessions, declaró ante la Comisión de Inteligencia del Senado en el marco de la investigación abierta sobre el Rusiagate, en la que está involucrado por haber mantenido reuniones con el embajador ruso en Washington, Serguei Kislyak, y haberlo ocultado durante su audiencia de confirmación, en febrero pasado.

Dentro de la misma causa, declaró la semana pasada el ex director del FBI, James Comey, quien lideraba la investigación sobre la trama rusa hasta que Trump lo despidió para, según su testimonio, debilitar una causa que podía involucrarlo.

[Fuente: Télam, Bs As, 14jun17]

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