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05mar07
Un salvadoreño es elegido presidente de la CIDH
El 26 de febrero la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA eligió por primera vez a un salvadoreño como su nuevo presidente. Florentín Meléndez está ya oficialmente al frente de la principal organización americana encargada de velar por los derechos humanos, y ha anunciado ya que entre las novedades de su gestión será priorizar la observación de violaciones al medio ambiente.
Él es un oriundo del municipio de San Francisco Gotera, Morazán. Desde 2004 es miembro de la CIDH, en donde ha desempeñado el cargo de segundo vicepresidente de la Comisión y relator especial para los derechos de las personas privadas de libertad en las Américas, además de relator para Argentina, República Dominicana, Bolivia y México. Estudió Derecho en la Universidad Nacional y posteriormente una maestría en Derechos Humanos por la Complutense de España, y un doctorado en derecho internacional sobre los derechos humanos. Es profesor de cursos y seminarios además de haber publicado libros y estudios sobre la materia.
La vicepresidencia estará a cargo de un estadounidense, Paolo Carozza.
La CIDH es el órgano principal de la Carta de la OEA encargado de velar por la observancia de los derechos humanos en todos los Estados del continente. La integran siete juristas, expertos independientes, electos a título individual por los Estados miembros de la Organización.
En la sesión de la CIDH que esta semana termina, se discute el tema del calentamiento global. "Tiene impacto en todos los derechos: en la calidad de vida, el futuro de la vida en el planeta. Es una visión macro de los derechos humanos. Hemos recibido casos de contaminación en el planeta. Hemos recibido denuncias de la comunidad Inuit (esquimales, quienes viven en las regiones árticas de América, Groenlandia y Siberia) sobre el deshielo del polo norte por el calentamiento global, por contaminación de Canadá y Estados Unidos", señaló el presidente de la CIDH a El Faro.
La preocupación por el calentamiento global fue señalada por la Organización de Naciones Unidas el año pasado. Por primera vez su historia, el tema comienza a ser discutido en la CIDH. "En la audiencia sobre el calentamiento global de la tierra, se recibirá información sobre un tema novedoso que nos plantea desafíos de gran envergadura", dijo Meléndez durante la inauguración del 127º período ordinario de sesiones en Washington.
Meléndez señaló que los temas tradicionales de la CIDH seguirán en la agenda durante el año para el que fue elegido presidente. Tendrán especial atención aquellos relacionados con seguridad ciudadana, acceso a la justicia y la exclusión social. Los considera "temas estructurales", por los que la CIDH quiere "meterle más fuerzas. Estamos haciendo un plan de trabajo con la junta directiva, tratando de estructurar una agenda", explicó.
La herencia del doctor
El nuevo presidente de la CIDH es un apasionado jugador al fútbol y un admirador de Monseñor Romero. Sus inicios en la carrera jurídica, la que inició alentado por su padre, se remontan a finales de los 70 en el socorro jurídico del Arzobispado de San Salvador. Ahí Romero llegaba a pedir información para sus homilías y condenar violaciones a los derechos humanos.
Tras el asesinato del arzobispo de San Salvador, a Meléndez le tocó realizar el inventario de las pertenencias de Romero. Luego tuvo que huir del país por las amenazas que se desataron en su contra. Vivió en Nicaragua y España, donde estudió una maestría en derechos humanos de la Universidad Complutense. Más tarde estudiaría un doctorado en derecho internacional sobre los derechos humanos.
Es autor de libros que explican diferentes instrumentos internacionales sobre derechos humanos. Pero también escribe para enseñar a los niños cuáles son sus derechos humanos y la importancia que tienen. "En la educación formal del país no se ha enseñado los derechos humanos, sino hasta hace unos años. Esto me lleva a sostener que el tema de los derechos humanos no es parte esencial de la agenda política, históricamente. Si revisamos la historia constitucional salvadoreña nos damos cuenta. Incluso la actual constitución salvadoreña es muy pobre en términos de derechos humanos", señaló durante una plática con El Faro.
Asegura vivir de la venta de sus libros y las cátedras que imparte por toda América. Su trabajo ad honorem en la CIDH le plantea ahora un nuevo reto: el de dirigir una entidad encargada de la promoción y protección de los derechos humanos en el continente americano.
"Hemos manifestado nuestra preocupación ante alarmantes situaciones que afectan la plena vigencia de los derechos humanos en la región. La Comisión registró con profunda consternación que persisten los asesinatos de líderes sindicales, testigos y víctimas de violaciones de derechos humanos en la región con el objeto de silenciar sus demandas de reivindicaciones sociales, de justicia y de reparación mediante la utilización de los mecanismos legales existentes para tal fin. La Comisión también registró sucesivos hechos de violencia en centros penitenciarios, en los que un importante número de personas privadas de la libertad perdieron la vida. Ello es el reflejo de un agravamiento de la situación estructural de hacinamiento y violencia que caracteriza a la gran mayoría de los sistemas carcelarios de la región", señaló Meléndez al tomar el cargo, como una serie de violaciones a las que tendrá que enfrentar para darles solución durante el siguiente año.
[Fuente: El Faro, San Salvador, 05 a 11mar07]
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