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08ago15
Las Maras paralizan El Salvador
Tras el insólito paro general de transportes de cuatro días de duración decretado por la Mara Salvatrucha y Barrio 21 a fines de julio, El Salvador cuenta sus pérdidas.
Las víctimas debieron viajar colgados y apretujados en camiones, camionetas y taxis improvisados, bajo custodia militar, con la sensación creciente de que el país es rehén de las pandillas criminales, que lo han llevado a convertirse en uno de los más violentos e inseguros del mundo.
Solo en el mes de junio de este año hubo 677 homicidios, de los cuales 69 fueron menores, a un promedio de 22.6 muertes por día, la mayor cifra desde que terminó la guerra civil en 1980, según el director del Instituto de Medicina Legal, Miguel Fortín Magaña. De enero a junio de 2014 hubo 1840 asesinatos y en el mismo periodo de este año ya van 2965.
El paro fue organizado por la Mara Salvatrucha 13, el Barrio 18 facción Sureños y la 18 Revolucionarios, un desprendimiento de Barrio 18, en un intento para exigir al gobierno una nueva tregua, como la que se firmó en 2012. Sin embargo, el gobierno del presidente Salvador Sánchez Cerén no ha dado señales de ceder ante la exigencia de las maras, por el contrario, el fiscal general Luis Martínez llamó a realizar reformas legales para declarar a estas organizaciones terroristas.
Las maras surgieron en Los Angeles, Estados Unidos, entre los salvadoreños que inmigraban ilegalmente al país del Norte durante la guerra civil (1980-1992), y ante la falta de oportunidades, terminaban cayendo en las pandillas de la ciudad estadounidense, o en las bandas criminales de las cárceles a donde iban a parar.
Cuando eran detenidos, el gobierno de EEUU los deportaba a un país desolado por la guerra civil, donde no había trabajo ni oportunidades. Los jóvenes ingresan a las Maras desde muy temprano, cumpliendo una serie de rituales, como palizas a los hombres o violaciones en grupo a las mujeres, y deben demostrar su valor matando a alguien, como un enemigo de otra pandilla o un policía.
Así fueron creciendo hasta tener la fuerza de paralizar durante cuatro días el transporte de un país, con los jefes dando las órdenes desde las cárceles, al tiempo que se han extendido por todo América Central, ramificándose en bandas a cual más violentas, como Los Zetas de Guatemala y Honduras.
[Fuente: Spunik News, Moscú, 08ago15]
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