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30ago17
Gobierno conspiró para crear facción disidente de la Mara Salvatrucha: la 503
El gobierno de El Salvador concedió facilidades a un grupo de miembros de la MS-13 descontento con la cúpula de esa pandilla, en un intento por dividir a esa estructura en dos facciones.
Entre diciembre de 2016 y enero de 2017, las autoridades trasladaron al menos a 17 líderes pandilleros recluidos en el penal de máxima seguridad de Zacatecoluca hacia el penal de Ciudad Barrios. Previamente, el sistema de inteligencia del Estado había identificado a esas personas como los promotores de una facción disidente, conocida como MS-503.
Dentro de los trasladados hay personas que no parecen cumplir con el perfil de los pandilleros que el gobierno suele sacar de un régimen de máxima seguridad: uno de ellos se enfrentó a balazos en dos ocasiones con la policía y se escapó de una cárcel y de una bartolina policial. Otros dos fueron acusados por la Fiscalía de haber asesinado a otro recluso en el penal de Zacatecoluca, tres días antes de que fueran trasladados.
Dentro del penal de Ciudad Barrios, los pandilleros trasladados desde Zacatecoluca filmaron y difundieron un vídeo en el que se presentan como el grupo de descontentos con la forma en que está siendo manejada la pandilla. La cárcel de Ciudad Barrios es una de las prisiones bajo el régimen de medidas extraordinarias: una serie de disposiciones que buscan aislar a los pandilleros e impedir cualquier tipo de comunicaciones con sus estructuras en la calle.
El vocero de la presidencia, Eugenio Chicas, fue incapaz de explicar estos movimientos en el sistema penitenciario.
El primero que alertó a El Faro sobre el intento del gobierno por ayudar a la facción disidente fue un vocero de la cúpula histórica de la pandilla. "Se trata de la ruptura de la MS-13 auspiciada por el gobierno", decía el mensaje que envió Blacky el 9 de febrero de 2017 por medio de Whatsapp a un reportero de El Faro. Blacky era un vocero de la Mara Salvatrucha-13 con el que El Faro estuvo en contacto hasta mediados de ese mes.
El pandillero escribía para anunciar que su pandilla -la más grande de El Salvador- estaba sufriendo una división que podría llegar a partirla en dos pedazos, tal como ocurrió con su pandilla rival, el Barrio 18: "(lo que te cuento) es la ruptura de primera mano… similar a los sur y r", anunció, haciendo referencia a las facciones Sureños y Revolucionarios en las que se dividió la 18 a mediados de la década pasada. El pandillero aseguró que esa facción rebelde dentro de su pandilla se hacía llamar "los 503".
Blacky decía que la prueba irrefutable de que el gobierno respalda el surgimiento de esta nueva pandilla, estaba en los traslados de los cabecillas del movimiento desde el penal de máxima seguridad en Zacatecoluca hacia Ciudad Barrios, donde tendrían mejores condiciones para reclutar adeptos a su movimiento.
"Ya bajaron gente bajo de agua, igual que la vez pasada", argumentó el pandillero, refiriéndose al traslado de líderes pandilleros que marcó el inicio de la tregua en 2012, cuando el gobierno del expresidente Mauricio Funes sacó de máxima seguridad a las cúpulas pandilleras y las trasladó a penales de régimen común.
-¿Decís que la gente de la MS que movieron de Zacate a los penales normales, son los líderes de la 503? -preguntó El Faro.
-Simón -respondió Blacky-, ahí están en (el penal de Ciudad) Barrios.
El Faro entró en contacto con Blacky a finales de 2016, cuando la Mara Salvatrucha-13 lo designó para reunirse con dos reporteros de este periódico. En aquella ocasión, la MS-13 habló por boca de Blacky para pedir al gobierno que montara una mesa de negociación con las pandillas e incluso dejó abierta la posibilidad de que su estructura terminara desarticulándose producto de esas negociaciones. Aquella vez fue la primera ocasión en que esa pandilla se permitía hablar de desmontar su estructura y permitir que sus miembros se desmovilicen sin ninguna consecuencia. Para poder hacer esos ofrecimientos, Blacky debió contar con la autorización de la MS-13 al más alto nivel.
No es habitual que la MS-13 sea proactiva en su diálogo con periodistas: normalmente se comporta como una pandilla hermética y sobre todo si se trata de asuntos controversiales de la estructura criminal. Pero Blacky -actuando de nuevo como vocero de la Mara Salvatrucha-13- explicó que tenía interés en advertir del conflicto interno en su pandilla para denunciar que el gobierno respaldaba a la facción rebelde y les procuraba ventajas a los líderes disidentes para que dividieran a su pandilla.
"Por eso (las autoridades) no kieren dialogo con la cupula de nosotros xq piensan q esos vatos (los rebeldes) tienen el control y la fuerza q nosotros tenemos (sic)", escribió después Blacky, como vocero de la facción "oficial" de la pandilla, es decir de los líderes históricos que condujeron personalmente las negociaciones con el gobierno del expresidente Mauricio Funes, durante la tregua pactada en 2012. "Cuando veas el perfil de la gente q han movido vas a ver q no es cualkier cosa (sic)", anticipó Blacky.
La lista del Snarf
El 1 de septiembre de 2016 un agente de inteligencia del Estado visitó el penal de máxima seguridad en Zacatecoluca para entrevistar a uno de los reos de la Mara Salvatrucha-13, que purgaba su pena en una celda del sector 3, destinada a miembros de esa pandilla.
Oswaldo Vladimir López López es conocido en la MS-13 como Snarf, de la clica Escalantes. Su DUI registra su residencia en la Colonia El Coco, una pequeña área urbana, contigua a la más amplia Colonia Escalante, en Mejicanos. Snarf tiene un florido prontuario delictivo: en 2005, a sus 19 años, estaba preso en la cárcel de menores de Tonacatepeque, donde asesinó a un reo de 16 años y posteriormente escapó, junto con otros tres pandilleros. La fuga ocurrió en octubre y, ese mismo mes, Snarf asesinó a un hombre que había testificado en su contra. En enero de 2006, la Policía lo localizó y realizó un operativo para capturarlo. Al verse perseguido, Snarf se enzarzó a balazos con los agentes. Finalmente fue sometido y capturado. Estuvo recluido durante cuatro días en una bartolina de la subdelegación centro del sistema de emergencias 911, hasta que se escapó de nuevo: junto a otros tres miembros de la MS-13, cavó un túnel en la celda y se fugó. Un mes después, Snarf junto con otros pandilleros asaltó un punto de taxis en la colonia La Gloria, de Mejicanos. Robaron un taxi y secuestraron al conductor, al que obligaron a meterse en el maletero del vehículo, que condujeron hasta el cantón San Roque, en el mismo municipio. Al llegar ahí, asesinaron al taxista y huyeron en un auto rojo. La Policía les dio persecución y, al verse descubierto, Snarf tomó un fusil AK-47 y abrió fuego -por segunda vez- contra los policías. En esa ocasión también consiguió escapar. Pero fue localizado horas después y detenido. Fue condenado a 100 años de cárcel por tres homicidios agravados y, cuatro años después -debido a su grado de peligrosidad y a su liderazgo dentro de la pandilla-, fue enviado al penal de máxima seguridad de Zacatecoluca.
En septiembre de 2016, luego de que el agente de inteligencia terminara de entrevistar a Snarf, escribió un informe para remitirlo a sus superiores al que El Faro tuvo acceso. El agente escribe: "(el informante) manifiesta la existencia de muchas razones de peso para que la mara MS-13 se fraccione… manifiesta que la división en la mara MS-13 es inminente y que más tarde que nunca se estaría dando y que él podría contribuir a ese quiebre de la estructura si es trasladado al centro penal de Ciudad Barrios con todo su pelotón, es decir, con 26 jefes de programas que tienen palabra y que aglutinan varias clicas a nivel nacional".
Según el agente de inteligencia, Snarf prometió resultados casi inmediatos si el gobierno accedía a trasladarlos: aseguraba que entre tres y seis meses, él y su "pelotón" eran capaces de fracturar a la pandilla "y no únicamente en el territorio salvadoreño, sino en todos los lugares (en) que exista la estructura criminal internacionalmente", según se lee en el informe.
Snarf ofreció al agente una lista de 26 nombres de pandilleros, que según él eran líderes disconformes con la cúpula histórica de la pandilla y que tendrían el peso suficiente para forzar la división de la estructura criminal. Todos los miembros de la lista estaban recluidos en las celdas de los sectores 1, 2 y 3 de la cárcel de máxima seguridad de Zacatecoluca y pertenecen a una gran cantidad de clicas distribuidas en todo el país: los hay de La Unión, de San Miguel, de Quezaltepeque, de Ilopango, de Santa Tecla, de Sonsonate, de Acajutla… pero la mayoría pertenecen al programa Fulton Locos Salvatrucha, que aglutina a varias clicas en el norte del país, particularmente en Chalatenango.
El agente de inteligencia también consigna en el informe que el plan de Snarf y su pelotón pasa por destronar a los actuales líderes de la pandilla, recluidos en los sectores 5 y 6, que son áreas especiales de la cárcel de Zacatecoluca con medidas extraordinarias de seguridad. Según el informe, también pretendían asesinar a 30 mandos medios, que consideraban claves, y que se encontraban guardando prisión en penales con régimen común: "A consecuencia de esto habría un aproximado de 30 pandilleros fallecidos, que son los brazos fuertes de la actual ranfla", consignó el agente.
Tres meses después de que este informe circulara por los distintos sistemas de inteligencia del Estado, el gobierno trasladó a cuatro pandilleros desde el penal de Zacatecoluca a uno de seguridad inferior: el de Ciudad Barrios. El traslado se hizo un día después de Navidad, el 25 de diciembre de 2016, amparándose en el decreto legislativo 321, es decir, en el régimen de medidas extraordinarias que faculta a las autoridades penitenciarias a realizar traslados con total autonomía. Los cuatro pandilleros eran parte de la lista de Snarf: Luis Zelada, conocido como Duke de Acajutlas; Joel de Jesús Campos, conocido como Largo; Jorge Durán, alias Payaso, y el cuarto pandillero trasladado fue el mismo Oswaldo, el Snarf de Escalantes.
Un mes más tarde, el 22 de enero de este año, tres pandilleros encerrados en el sector tres de la prisión de máxima seguridad asesinaron a un miembro de la Mara Salvatrucha: lo apuñalaron mientras repartía comida en las celdas. La Fiscalía culpó a Raúl García, alias el Gasper de Fulton; Edwin Juárez, alias el Enano, y Damián Zelaya, conocido como Flaco de Fulton.
Tres días después del asesinato, el gobierno trasladó al menos a 13 miembros más de la Mara Salvatrucha hacia el penal de Ciudad Barrios. Todos formaban parte de la lista que Snarf le había entregado al agente de inteligencia como parte de su pelotón, incluyendo al Gasper de Fulton y al Flaco de Fulton, acusados por el reciente homicidio.
En el transcurso de un mes, las autoridades trasladaron al menos a 17 líderes pandilleros desde el penal de máxima seguridad al de Ciudad Barrios; entre ellos a un hombre con un historial de dos escapes de prisión y de dos enfrentamientos con la policía, y a otros dos hombres apenas tres días después de que mataran a puñaladas a otro interno dentro de la cárcel destinada a hospedar a los reos más peligrosos.
En la última parte del informe preparado por el agente de inteligencia, se apuntan tres recomendaciones finales; la primera de las recomendaciones comienza así: "Que se evalúe la posibilidad de fraccionar a la mara MS-13".
"Somos los que hemos bajado de Zacatecoluca"
La segunda semana de agosto de 2017, El Faro obtuvo un vídeo, filmado dentro de una prisión, en el que aparecen 22 personas que se identifican como miembros de la Mara Salvatrucha. Entre ellos está Snarf de Escalantes y los otros 16 pandilleros que él identificaba como su pelotón. Hay otros cinco reos cuyos nombres o apodos pandilleros no aparecen en la lista que Snarf entregó al agente de inteligencia, entre ellos uno que dice ser de una clica de Nueva York.
En el vídeo, los internos se presentan como el grupo que acaba de "bajar" de la cárcel de Zacatecoluca y que está inconforme con la forma en la que es conducida la pandilla. Es muy probable que el vídeo haya sido filmado en el penal de Ciudad Barrios, una de las cárceles que se encuentran bajo el régimen de medidas extraordinarias, que endurecen el control carcelario y restringen libertades de movimiento y circulación fuera de las celdas.
Uno de los reos, que sirve como maestro de ceremonias, hace la introducción: "¡La Big Mara Salvatrucha-13! Un saludo para todos los homeboys en El Salvador, Guatemala, Honduras, México y todo Estados Unidos. Somos parte de los homeboys que acabamos de bajar de Zacatecoluca. Hay ciertas cosas que nosotros no compartimos de lo que está pasando dentro del Barrio. Aquí estamos ciertos homeboys que nos vamos a presentar ante ustedes por medio de esto y cada quien va a dar su placazo (apodo) por medio de esto para que ustedes sepan quiénes son los que estamos aquí", dijo.
Acto seguido, el resto de pandilleros -todos sin camisa, mostrando tatuajes, alguno con una vincha en la que se lee 503- se presentan uno a uno diciendo su apodo y la clica a la que pertenecen. El tercero en hablar, que se identificó como el Starchy de la clica Big Cracy, promete a la audiencia que pronto habrá más videos: "La onda es que después de esta imagen les va a llegar un vídeo y un audio donde nos vamos a expresar más claramente y con más detalles".
Estás imágenes suben el número de pandilleros trasladados desde el penal de Zacatecoluca a 22. No todos aparecen en la lista que el Snarf entregó al agente de inteligencia, pero todos parecen tener un punto en común: su descontento con la cúpula de la pandilla. El 6 de julio, seis meses después de estar en el penal de Ciudad Barrios, todos estos pandilleros fueron trasladados en bloque al más recientemente incorporado módulo del penal de Izalco.
El Faro contactó con un pandillero de la MS-13, un mando medio dentro de la estructura, perteneciente a una influyente clica del occidente del país. Él toma partido por el liderazgo histórico de la pandilla y asegura que dentro de la estructura se da por hecho que el gobierno quiere promover un cambio en el liderazgo de la Mara Salvatrucha-13 o impulsar la creación de una nueva facción con su propio liderazgo. En su lógica -que según él es la lógica imperante en su estructura-, la ranfla actual cumplirá su promesa de boicotear las campañas electorales del partido en el gobierno, el FMLN, y por ello el gobierno intenta cambiar esos liderazgos o debilitar su control del territorio.
"El gobierno quiere ganar las elecciones a costilla de nosotros. Está quitando, por decirlo así, los peones que no le sirven a él. Ya estuvieron sentados (con las pandillas) y nos dio la espalda. Ahora está agarrando gente que le está dando privilegios, están sacando a gente que está condenada de por vida; lo está haciendo, es real", dijo.
Según este pandillero, el gobierno intenta sacar provecho de descontentos en la pandilla: "Ellos (los pandilleros impulsores del movimiento 503) no estuvieron de acuerdo en ciertos argumentos (sobre la idoneidad de pactar la tregua con el gobierno), pero también está que el gobierno no los sacó de Zacatecoluca a ellos la vez pasada, y esa es la razón de por qué ellos se quedaron con esa espina. Entonces hoy le han dado vuelta a la moneda y el gobierno se ha aprovechado de eso, que van a caminar supuestamente con la mentalidad de ellos", analizó.
Desde el 20 de julio, a lo largo de varias conversaciones e intercambios de chat, El Faro expuso al vocero de la presidencia, Eugenio Chicas, cada uno de los elementos mencionados en este artículo: el intercambio de mensajes con Blacky, el informe de inteligencia con la lista de Snarf, la sucesión de traslados desde Zacatecoluca y el vídeo filmado y difundido desde una cárcel.
Chicas ha insistido en que el gobierno del FMLN no tiene por estrategia dividir a la MS-13 o tomar partido en sus conflictos internos. Asegura que el análisis oficial es que una división dentro de la pandilla podría causar un repunte de asesinatos, aunque admite que no puede explicar los traslados desde Zacatecoluca. "Está raro eso", se limitó a decir. La última semana de julio prometió hacer gestiones para que el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Mauricio Ramírez Landaverde, atendiera a este periódico para conversar sobre el tema: "Él tiene que atenderte porque es su responsabilidad explicar esto y, si no te atiende, ponele el dedo", sugirió. Desde esa ocasión, hace ya más de tres semanas, no ha vuelto a contestar a las llamadas ni a los mensajes de El Faro.
El gobierno del presidente Salvador Sánchez Cerén -señalado por haber ganado las elecciones mediante un acuerdo electoral con las pandillas- ha querido desmarcarse sistematicamente de cualquier iniciativa de diálogo con estas organizaciones criminales, y ha insistido hasta la saciedad que la única medida contra las pandillas es algo muy parecido a una guerra.
El director de la Policía Nacional Civil, Howard Cotto, atribuyó el repunte de asesinatos ocurrido en junio a la división en la Mara Salvatrucha-13: "Este mes de junio se han incrementado las muertes de la pandilla de la MS, por la división interna de la MS 13 y la MS 503, que nos ha llevado a separarlos en los penales, porque ya hay una acción de una facción de la pandilla contra otra. Por eso es que la mayoría de los homicidios este mes son de esta estructura criminal", dijo.
El agente de inteligencia que entrevistó a Snarf en septiembre de 2016 y que le propuso al gobierno que considerara la opción de fortalecer a la facción 503, también hizo una advertencia en su informe: la probabilidad (de) que el fraccionamiento de la MS-13 traiga consigo un incremento de homicidios de sus militantes y pugnas internas por mantener el control territorial y económico".
Cuando el gobierno decidió fortalecer a un grupo dentro de la Mara Salvatrucha-13, estaba advertido -al menos por un agente de inteligencia- que eso podría llevar a un incremento de asesinatos.
El Faro no pudo corroborar si, para agosto, el esfuerzo del puñado de pandilleros disidentes y las facilidades del gobierno habían fructificado en la consolidación de una jefatura disidente o en el liderazgo de una nueva pandilla.
[Fuente: Por Carlos Martínez, El Faro, El Salvador, 30ago17]
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