Información | ||
Derechos | Equipo Nizkor
|
07feb14
El general Vides Casanova apela su extradición a El Salvador porque Reagan le dio una medalla
El ex general y ministro de Defensa de El Salvador, Eugenio Vides Casanova, condenado por violaciones a los Derechos Humanos durante el conflicto armado interno y desde 1989 residente en Estados Unidos, apeló ayer ante una corte del estado de Virginia la orden de deportación que había dispuesto un juez de Miami. Para ello se valió de argumentos que volvieron al primer plano los sangrientos años de las dos últimas décadas del siglo pasado, en los que el Pentágono estadounidense armó, entrenó y financió a las fuerzas regulares y a los escuadrones de la muerte de los distintos países centroamericanos (ver aparte).
Vides Casanova acudió a la Junta de Apelaciones de Virginia para rebatir la decisión del juez de Florida James Grim, quien en 2012 ordenó su deportación por considerarlo culpable de "ordenar, incitar, o participar en torturas y ejecuciones extrajudiciales" entre 1979 y 1989, cuando era director de la Guardia Nacional y, luego, ministro de Defensa (1983-1989). Vides Casanova se retiró con honores y en ese mismo 1989 se radicó en Estados Unidos. Ayer adujo que no podía ser acusado de algo que no sólo era conocido por el gobierno estadounidense sino que había llevado al ex presidente Ronald Reagan (1981-1989) a condecorarlo con la Legión del Mérito.
En su dictamen, Grim estableció que Vides había participado en el asesinato de cuatro religiosas estadounidenses. Se refería a Maura Clarke, Dorothy Kazel e Ita Ford y la misionera seglar Jean Donovan -todas pertenecientes a la orden Maryknoll-, secuestradas, violadas y asesinadas por integrantes de la Guardia Nacional en 1980. El magistrado también consideró que el ex general "debió conocer" los delitos cometidos por sus mandos y le recriminó que no hubiera tomado "medidas para detener esos actos e investigar lo ocurrido para castigar a los autores". Las tropas de Vides también asesinaron a los asesores agrarios estadounidenses Mark Pearlman y Michael Hammer
A instancias del Centro para la Justicia y la Responsabilidad (CJA, por sus siglas en inglés), que inició el caso contra Vides Casanova en representación de sus víctimas, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos acabó implicándose en el caso en 2009 y le inició entonces un proceso de deportación por los crímenes cometidos en El Salvador. El diario The New York Times, que el año pasado logró la publicación del fallo judicial, que hasta entonces había estado reservado, destacó la actuación de las autoridades para lograr la deportación de Vides como un "giro radical en la política exterior" estadounidense, dado que durante la guerra salvadoreña el general había sido un "estrecho y ejemplar aliado" de Washington.
Antes de este proceso que amenaza con devolverlo, degradado, a su país, Vides Casanova ya había afrontado otra instancia legal en Estados Unidos. En el año 2000, un jurado de Florida había absuelto a él y al general José Guillermo García por el asesinato de las cuatro religiosas estadounidenses. Pero, aunque escaparon a los cargos civiles, el CJA presentó una nueva demanda acusándolos a ambos de tortura. En 2002, otro jurado de Florida los encontró culpables y les ordenó pagar 54,6 millones de dólares a tres víctimas de tortura.
El papel que jugó el pentágono
El general Eugenio Vides Casanova, ex jefe de la Guardia Nacional, un cuerpo que entre los salvadoreños se ganó la reputación de ser la peor de las fuerzas en materia de violación de los Derechos Humanos, confió demasiado en el poder de sus viejos mandantes y ahora está al borde de volver a su país, pero bajo las peores condiciones.
Durante el juicio en el que se decidió su deportación y ayer, en la audiencia de apelación, trató de demostrar que en los años de la guerra interna "dependió de la asesoría, la asistencia militar y financiera del gobierno de Estados Unidos, que estaba plenamente al tanto de las acciones de la Guardia Nacional y del proceder de todos los militares salvadoreños".
Eso dijeron sus defensores. Los abogados que lo representan desnudaron en toda su crudeza el sangriento papel de Estados Unidos en esos años: "Una fuerza de 55 oficiales estadounidenses asesoraba a los militares salvadoreños en los cuarteles militares salvadoreños durante el gobierno de Ronald Reagan", en la década del '80 del siglo pasado, dijeron.
[Fuente: Tiempo Argentino, Bs As, 07feb14]
This document has been published on 11Feb14 by the Equipo Nizkor and Derechos Human Rights. In accordance with Title 17 U.S.C. Section 107, this material is distributed without profit to those who have expressed a prior interest in receiving the included information for research and educational purposes. |