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18ene07
Entrevista a Lika Mutal escultora del "Ojo que llora".
La autora de El ojo que llora, la escultora holandesa Lika Mutal, residente hace más de 38 años en Perú, aclara los orígenes del memorial que concibió para rendir tributo a las víctimas inocentes de la guerra interna que asoló el país en 1980–2000.
–¿Cómo surgió la idea de crear el memorial El ojo que llora?
–Surgió como consecuencia de un proceso artístico en el que descubrí la posibilidad de relacionar mi arte con la vida. La muestra documental de Yuyanapac causó tal impacto en mí, que decidí concebir una obra de arte que sirva como espacio para contribuir en el proceso de reconciliación en el país. El informe de la CVR trajo a la memoria a cerca de 30 mil peruanos desaparecidos o violentados.
–¿Qué opina acerca de los ataques contra el monumento, por contener los nombres de terroristas ejecutados extrajudicialmente en Castro Castro?
–Cuando me presentaron un diario con frases como: 'El terrorismo ya tiene un monumento', me pareció el momento más incrédulo de mi vida. El ojo que llora fue creado como un espacio para despertar la conciencia de todos los peruanos. Yo recién he entendido que las listas de la CVR y la Defensoría tenían el registro total de víctimas. Ellos me dieron libertad para usar la lista. Casi como una actitud mística incluimos todos los nombres.
–¿Cuál es su opinión sobre la campaña que montó el alcalde de Jesús María, Enrique Ocrospoma, respaldado por algunos medios de comunicación, con la intención de demoler El ojo que llora?
–Él ha manchado el honor de las víctimas inocentes. Cuando supe de estos agravios intenté comunicarme con el alcalde, pero fue imposible. Posteriormente, cuando nos reunimos para dialogar, me dijo que no se iba a demoler el memorial. Esto demuestra que tienen un doble mensaje.
–¿Qué comentario le suscita la solicitud del alcalde de extraer las piedras?
–Me da mucha pena que no vea la importancia del proyecto. Se debe tener en claro los derechos de autor. La construcción del memorial surgió de una iniciativa privada con fondos privados. Nunca se ha hecho ni se dará homenaje alguno a los terroristas.
–¿Se deberían de retirar los nombres o voltear las piedras como lo propuso Mario Vargas Llosa?
–Su sugerencia me parece una posibilidad que se puede tomar en cuenta, pero no hay que olvidar que muchos de los nombres se han borrado. Debemos establecer un consenso con los familiares de las víctimas.
[Fuente: Por Romina Mella, La República, Lima, Per, 18ene07]
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