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DERECHOS


17nov05


El delito por el que pedían la extradición no existe en Japón.


Entrevista a Luis Macchiavello Amorós quien poco después de cumplir 51 años como diplomático, Macchiavello fue cesado en sus funciones en Tokio. La idea que hay allá es que ha sido maltratado por el Gobierno Peruano

Se dice que la extradición de Fujimori en Japón fracasó. ¿Es eso cierto ?

De ninguna manera, por dos razones fundamentales. En primer lugar la extradición tiene que satisfacer a la parte requerida (Japón), que puede solicitar más pruebas si lo cree necesario. Y eso fue lo que hizo Japón, lo cual fue totalmente racional. Obviamente, no se les iba a dejar pedir hasta el infinito. Entonces las cosas corrían dentro de los plazos normales, no estaban estancadas. En segundo lugar, no se puede decir que la extradición fracasó porque en el cuestionario de preguntas que Japón le presenta al Perú sobre el segundo pedido de extradición por el caso de los US$15 millones de dólares que Fujimori entregó como indemnización a su asesor Vladimiro Montesinos, Japón reconoce, con las preguntas que formula, que existe delito.

¿Y qué sucedió entonces con este expediente?

Ese era un excelente caso, y las respuestas que dimos al cuestionario fueron más que perfectas y hubiesen llevado a que Fujimori fuese juzgado o extraditado. Era cuestión de tiempo.

¿Cuál era la reacción peruana ante los espectáculos montados por Fujimori?

Cada vez que Fujimori aparecía en un acto público, fuese social, político o académico, la embajada protestaba y hacía ver a los auspiciadores o anfitriones que estaban alojando a un perseguido de la justicia. Esas protestas casi siempre eran también remitidas al Gobierno Japonés para que registre los excesos en que incurría Fujimori al manejarse libremente en dos nacionalidades. Además, cuando asumí este cargo, Fujimori guardaba total silencio, y la prensa, cuando se refería a él, lo máximo que mencionaba era que se le acusaba de abandono del cargo. En otras palabras, lo trataba con el mayor respeto. Imagínese, por eso, el trabajo que costó hacerle ver a la opinión pública que este personaje era perseguido por la justicia peruana y que de héroe no tenía nada. Un importante sector de la prensa empezó a ocuparse del caso y a reproducir publicaciones extranjeras críticas a Fujimori. Hasta se describió parte de los delitos de los que era acusado.

Pero se habla de un proceso de extradición de cinco años que es mucho tiempo.

La extradición estaba dentro de los plazos previstos, pero no sé de dónde sacan cinco años. El primer pedido se presentó en julio del 2003, y la segunda extradición a mediados del 2004.

La abogada Denisse Ledgard, quien llevó el Caso Fujimori desde un inicio, declaró que el expediente sobre los casos de La Cantuta y Barrios Altos tenía muchas deficiencias. ¿Usted está de acuerdo?

Totalmente. Yo agregaría algo más: Japón no reconoce lo que se llama responsabilidad de comando o responsabilidad superior; es decir, aquello que castiga a la persona que tuvo conocimiento de un delito o bien lo permitió o, sabiendo de su existencia no lo castigó. Japón exige o bien la coautoría o bien la complicidad.

Con todo expediente de extradición la embajada entrega una nota en la que hace precisiones, aclaraciones, etc. ¿En la nota que adjuntaron al expediente de La Cantuta y Barrios Altos, la embajada intentó corregir los errores del expediente?

No. Lo que intentamos hacer fue explicar, hacer más coherentes todos los puntos de la investigación judicial.

¿Pero la asesora jurídica de la embajada, al ver que el expediente estaba mal sustentado, no tenía la potestad de enviarlo de regreso a Lima?

Claro que sí. Pero lo que pasa es que se puede intentar explicar los puntos de la investigación, pero no se puede tocar una sola letra, los testimonios o declaraciones del expediente. Y en el expediente había muchos testimonios indirectos, y como le acabo de explicar, Japón no acepta la responsabilidad de comando. Claro que desde que se presentó la solicitud de extradición hasta la fecha, han salido nuevas pruebas que no están contenidas en el expediente original.

Supongamos, solo supongamos, que la extradición fracasó. ¿Qué grado de responsabilidad le corresponde a usted y la embajada?

Ninguno. Eso le corresponde al Poder Judicial y a la Procuraduría. En la embajada somos tramitadores ante las autoridades japonesas, y responsables de difundir las acusaciones a Fujimori en Japón, y eso hicimos. Por ejemplo, actualmente hay en trámite cuatro solicitudes de levantamiento de secreto bancario de Fujimori, solicitudes que el Perú presentó y sobre las cuales Japón realizó preguntas, las cuales el Poder Judicial y la Fiscalía no responden desde hace dos años y medio a tres años.

¿Recuerda otra situación en la que se haya pedido estas precisiones?

Hace tres años o más, una dama japonesa solicitó un estimado, no una pericia, del valor de dos colegios para cuya construcción proporcionó los fondos: Santa Rosa (San Ramón, Junín) y La Candelaria (Huaral, Lima). No tiene idea de la cantidad de altos funcionarios y políticos a los que he solicitado su intervención. Es más, en un momento ofrecí financiar esta diligencia con mi propio peculio. Se me contestó que eso sería ilegal. Luego se me informó que se estaba procediendo a las diligencias periciales de todos los colegios de Lima pero, por falta de presupuesto, que no podían hacerlo con los colegios fuera de Lima. Increíble, pero cierto. El resultado fue que la dama en cuestión piensa que todo se ha llevado a cabo con claridad y honradez. Y los fujimoristas felices que no se les ha probado nada irregular.

Usted acaba de ser elegido vicepresidente del Consejo de la Organización Internacional de Maderas Tropicales para el período 2006. Ha conseguido US$550 mil de financiamiento gratuito para la segunda fase del proyecto Cordillera del Cóndor; y también integra la planta directiva como vicepresidente de la conferencia que está negociando el nuevo Tratado de Maderas Tropicales en el seno de la UNTACD. ¿Cómo quedarán todos estos cargos y gestiones?

No dudo que nuestras autoridades han tenido que sopesar el pro y el contra. El futuro lo dirá. Henry Kissinger decía que para examinar una norma de política interna se requería 24 horas para saber si era buena o mala. Pero para analizar una de política externa se requiere visión de futuro y perspectiva histórica. Esto es algo que debe tenerse siempre presente cuando se tenga que opinar sobre estos temas o cuando deba ejecutarse alguna acción que comprometa los intereses del país. Por eso, creo que fue útil y necesaria la presencia de un embajador en Tokio.

[Fuente: Por Mario Castro Ganoza, El Comercio, Lima, Per, 17nov05]

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