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29abr04
Crimen de Ilave: entre la corrupcion y el narcotráfico.
La República obtuvo un revelador testimonio de una persona que por razones de seguridad prefirió no identificarse. "Parecía endemoniado. Nadie lo podía contener, lo pateaba con furia. Cuando estaba a punto de retirarse, regresaba y castigaba más al finadito", relató.
Además aseguró que en plena Plaza de Armas 'El zapatero' le quitó a la víctima la correa que llevaba en el blue jean y lo flageló repetidas veces. En algunos de los videos se le observa con distinta ropa, ardid al que habría recurrido para no ser identificado entre la muchedumbre.
La policía considera a Yanqui Flores como uno de los principales sospechosos del asesinato. Por eso en la misma tarde del fatídico lunes 26 de marzo actuó con rapidez y lo capturó en su domicilio del jirón Mollendo. En esos instantes juntaba un poco de sus cosas, al parecer con la expresa intención de huir.
Ya en la comisaría de Ilave admitió haber participado en la brutal agresión a Robles Callomamani, pero negó haber ultimado al burgomaestre, tal como lo señalan algunas fuentes consultadas. Horas más tarde tuvo que ser liberado porque la turba sitió la delegación policial.
Las investigación se encuentra a cargo de personal especializado de criminalística que llegó desde Lima para dar con los autores del execrable crimen. Las manifestaciones son tomadas en la División de Investigación Criminal (Divincri) de Puno, en presencia del fiscal ad hoc, Juan Monzón Mamani, designado por el Ministerio Público.
Autor intelectual.
Tras la plena identificación del principal promotor de la golpiza contra el fallecido burgomaestre, ahora resta que la justicia logre identificar a quienes planearon esta barbarie e incluso saber si es que 'El zapatero' fue un criminal a sueldo.
Los referencias de la viuda y seguidores de Cirilo Vásquez indican que quien planeó la revuelta fue el teniente alcalde, Alberto Sandoval, quien también se encuentra en la clandestinidad, pese a que en breve podría recibir las credenciales como nuevo burgomaestre de Ilave.
Todas las pistas apuntan a él, incluido un revelador video manos del fiscal que lleva a cabo la investigación. Alfredo Yanqui Flores (cuyo nombre y apellido paterno adelantó La República), más conocido como 'El zapatero' o 'El cholón', es ahora el principal sospechoso del asesinato de Fernando Robles Callomamani, alcalde de la provincia de El Collao, linchado el último lunes por una turba enardecida de pobladores.
Pese a la participación de varios cientos de personas en los sangrientos hechos que terminaron con la muerte de dicho burgomaestre, 'El zapatero' es señalado por varios testigos como el autor material del crimen. Pero ahora se halla en la clandestinidad y nadie da razón de él.
Alfredo Yanqui fue la persona que castigó con mayor crueldad y sin remordimientos al extinto alcalde de Ilave. Algunos testigos de la barbarie indicaron que fue 'El zapatero' quién lo sacó a patadas de su domicilio, le rasgó la camisa y lo colocó delante de la turba.
Un personaje con antecedentes penales.
'El zapatero' registra antecedentes penitenciarios. Ha purgado condena en el penal de La Capilla, en Juliaca, por varios delitos. Recién el año pasado salió en libertad y se dedicó al oficio de zapatero. Tenía un quiosco en el mercado de Ilave. Su taller principal sin embargo se encontraba en su domicilio del jirón Mollendo, a tres cuadras del centro de abastos.
Algunos contaron que Alfredo Yanqui es oriundo de la comunidad de Chilimamanini (Canicachi-El Collao) zona fronteriza con Bolivia donde en varias ocasiones la policía encontró pozos de maceración de droga. La última palabra la tendrá la justicia. Fuentes cercanas al Ministerio Público manifestaron que esta institución tendría en su poder un revelador video en el que se aprecia con mayor claridad a 'El zapatero' descargando toda su saña en el alcalde hoy difunto.
Ilave se ha convertido en zona de elaboración de clorhidrato de cocaína.
La encarnizada pugna que entablaron a lo largo de sus 16 mesesen el municipio distrital de Ilave el asesinado burgomaestre Fernando Cirilo Robles Callomamani y su teniente alcalde Alberto Sandoval Loza tiene un trasfondo económico.
Se sabe que el movimiento para declarar la vacancia de la alcaldía de Ilave, y que tuvo un epílogo cruel, comenzó cuando esa autoridad rindió un informe insatisfactorio sobre los 8 millones 300 mil soles recibidos del Fondo de Compensación Municipal.
Esa suma constituyó el presupuesto edil del año 2003, y el control de su manejo fue el primer ingrediente de la pugna Robles versus Sandoval.
Pero poco o nada se ha dicho del otro dinero ilegal, derivado de actividades como las del contrabando y del narcotráfico, que tienen en el Ilave fronterizo un punto intermedio estratégico. Se trata de actividades que para llevarse adelante tienen que sortear no sólo las barreras de la acción policial sino también municipal.
Presencia del narcotráfico.
Expertos del tema en la zona han señalado tres indicios concretos.
1. En los últimos años se ha detectado un notable incremento de los cultivos de coca en el departamento de Puno: hasta 2,500 hectáreas en la selva de Carabaya. Este aumento no guarda correlación con el consumo tradicional.
La hoja sale a pozas de maceración ubicadas entre la selva de Carabaya y el Altiplano. Convertida en pasta bruta viaja al sur del departamento, donde, entre Ilave y Desaguadero, hay lugares dedicados a la elaboración de clorhidrato.
En esa zona, la policía ha detectado nuevos laboratorios, no con capacidad para producir cocaína, porque la provisión de insumos es difícil, pero sí en condiciones de elaborar pasta básica lavada.
2. El intenso tráfico de contrabando entre Puno y La Paz, a través de Desaguadero y el Estrecho de Tiquina, es una vía de traslado de droga de Perú a Bolivia, sea en bruto o lavada. En el intermedio de la ruta está Ilave. De Bolivia, la mercancía sigue viaje por carretera hasta Antofagasta, Chile. Una parte va a cubrir el consumo interno del vecino sureño -hoy día similar al de Buenos Aires- y otra parte se embarca al extranjero.
3. La policía antidrogas ha detectado también un tránsito inverso de pasta básica lavada o de clorhidrato de cocaína, de Bolivia a Perú. La droga se interna en nuestro país para salir por vía marítima.
Mala gestión.
Sobre el destino de los 8 millones 300 mil soles del presupuesto municipal del año pasado, el alcalde Fernando Robles declaró que con parte de ese fondo había reparado el Puente Viejo (caído en el año 2000). Inclusive con motivo del aniversario de Ilave, la autoridad programó la colocación de la primera piedra. Así se lee en el folleto alusivo a la fecha.
Aseguró que otra suma se destinó a la pavimentación de la carretera Ilave-Mazocruz, que se va unir con la Binacional que viene de Desaguadero y sigue hasta Tacna. También en este caso convocó a la inauguración del tramo inicial de la obra e incluyó el acto en el programa celebratorio. Robles habló además de la refacción del estadio y del mercado.
En realidad, basta acercarse a esos lugares para comprobar que el puente sigue caído y la carretera sin pavimentar.
Camal municipal.
Están en juego otros servicios, como el del camal, que tiene que ser fiscalizado por la municipalidad, lo que no gusta a mucho a los ganaderos, porque esto supone el pago de obligaciones legales, o coimas.
Recientemente, al vetusto camal del jirón 28 de Julio se le ha agregado un nuevo camal. Los ganaderos de la zona prefirirían una informalidad extrema.
Por cierto, el teniente alcalde y sospechoso de instigar la revuelta, Alberto Sandoval, tiene como actividad principal la ganadería.
Versiones recogidas en Ilave dan cuenta de que un grupo de ganaderos fueron los que contribuyeron con una buena cuota de dinero para la compra del alcohol durante los luctuosos sucesos del pasado lunes. Todo un tema para investigar.
El Puente Viejo, centenario y estratégico.
El Puente Viejo es centenario. Fue construido a comienzos del siglo pasado. Permitía sortear las aguas del río Ilave (en aimara: Huenque). Durante largo tiempo soportó el embate de las lluvias hasta que hace dos años no pudo más y colapsó.
Es un paso estratégico. Fue el lazo que permitió la comunicación entre muchas de las 180 comunidades que tiene la provincia de El Collao. Por cierto, facilitó el paso internacional hacia Bolivia. Y abrirá el paso a Tacna.
Fue una obra del pueblo, construida con el aporte en dinero y mano de obra de las comunidades. Esto se hizo durante la gestión del subprefecto Mariano Cuentas, cuando Ilave aún pertenecía a la provincia de Chucuito
Sus bases y tendido fueron diseñados por los ingenieros italianos Gilardi y Mosca.
El finado alcalde Fernando Robles cometió el error de afirmar que había comprometido una importante partida (900 mil soles) para asegurar su reconstrucción, e invitó en octubre del año pasado a la colocación de la primera piedra de los pilares. Pero el puente sigue caído.
Macabro recuerdo.
El lunes 26, cuando Fernando Robles fue ajusticiado en forma cruel, los instigadores del asesinato se empeñaron en llevarlo a contemplar esa obra incumplida en dos oportunidades.
Primero, hacia las 11 de la mañana, cuando lo sacaron de su casa, jirón Incas 151, y lo acercaron hasta el Puente Nuevo, que queda a unos 300 metros del Puente Viejo.
Y luego, a las tres de la tarde, cuando ya el cuerpo inerte y masacrado del burgomaestre fue arrastrado hasta la ribera del río Ilave y arrojado a menos de cien metros del Puente Viejo, la obra frustrada o trampeada.
Robles y Sandoval rivales eternos.
El primero de enero del 2003, Cirilo Fernando Robles Callomamani y Alberto Sandoval Loza juramentaron sus cargos, se abrazaron y comprometieron.
Habían ganado las elecciones de noviembre del 2002 vistiendo la misma casaquilla, la de la Unión Regional.
En las elecciones ediles anteriores de 1998, compitieron por separado y perdieron. Así que esta vez decidieron aliarse.
La Unión Regional fue el movimiento que a ese nivel obtuvo el mayor número de alcaldías en el departamento de Puno, 16 en total (2 provinciales: Puno y El Collao, y 14 distritales).
Pero la alianza duró apenas tres meses en el concejo municipal de Ilave. En marzo se rompió el matrimonio. Y la correlación de fuerzas varió.
Cuatro regidores de la Unión Regional se mantuvieron leales al alcalde Fernando Robles, pero los cuatro restantes se alinearon con el teniente alcalde Alberto Sandoval.
En caso de empate, el alcalde tenía derecho a voto dirimente. Robles hizo uso frecuente de esta facultad, no tanto en caso de discrepancias políticas, sino a menudo para favorecer a las comunidades dirigidas por sus partidarios. Por ejemplo en la asignación de las magras partidas.
Así las cosas, la oposición comandada por Alberto Sandoval adoptó una agresividad creciente. La puja fue tomando niveles enconados y llegó el día en que los desacuerdos tuvieron que ventilarse en el Ministerio Público.
En setiembre del 2003, la policía emitió el Atestado Policial número 110 (ver información en página cinco) acusando al alcalde Fernando Robles de más de cinco delitos contra la administración pública. El informe lo hicieron suyo el fiscal y el juez a cargo de la causa.
Entre los denunciantes estuvieron los regidores de la oposición encabezada por Alberto Sandoval.
El pleito se complicó a fines de marzo cuando Fernando Robles eludió la confrontación de su gestión ante cabildos abiertos en la Plaza Mayor, terreno adonde lo empujó la oposición sandovalista. Y se pidió legalmente la vacancia de su cargo.
Ni las autoridades del Jurado Nacional de Elecciones ni las del poder central, que tienen que ver con las autoridades locales, prestaron la atención debida a la situación creada en la municipalidad de Ilave.
Una pugna de dos grupos políticos había comprometido la participación comunera sin medir las consecuencias. La sangre llegó al río Ilave el lunes 26 de abril.
Orígenes.
Fernando Robles y Alberto Sandoval no son rivales de hoy. En la Universidad Nacional del Altiplano (UNA) pertenecieron a grupos de izquierda discrepantes. El alcalde fallecido se identificó con Patria Roja. Y el teniente alcalde opositor y hoy discutido sucesor del difunto se inició en Bandera Roja, más tarde Puka Llaqta.
No hay que olvidar que en la década de los 80, la zona aymara de Puno fue trabajada políticamente por el PUM, que sentó sus reales en el campo. En tanto que en la universidad se impuso Patria Roja.
Pero cuando el PUM se partió en varios pedazos y la izquierda fue desarticulada por la represión indiscriminada que provocó el senderismo, el fenómeno dejó un vacío.
Las organizaciones políticas izquierdistas menguaron su influencia o desaparecieron, pero los cuadros con experiencia política quedaron en la zona como potenciales operadores políticos.
Varios de ellos reaparecieron poco después con su experiencia organizativa y de combate en diversas organizaciones sociales y también en grupos políticos menores. Encarnando las aspiraciones de las comunidades o encubriendo las propias tras de esas banderas. Uno de ellos fue Gregorio Ticona, aymara natural de Pilcuyo y ex dirigente campesino del PUM.
Primer alcalde aymara.
Fue alcalde de Pilcuyo y por dos periodos alcalde de Ilave. Construyó dos obras importantes: el Terrapuerto de Ilave y el Coliseo de la misma ciudad. Más tarde, ya como exponente de agrupaciones independientes postuló a la alcaldía provincial de Puno con la camiseta del grupo denominado "FIJO". Y por primera vez un aymara fue alcalde de Puno.
Sólo ejerció el cargo en 1999, porque al año siguiente postuló al Congreso y ganó. Pero fue entonces cuando Vladimiro Montesinos lo convirtió en tránsfuga. Se dice que el argumento del ex asesor del SIN fue un file con denuncias sobre actos de corrupción de Ticona durante su gestión al frente del municipio provincial de Puno.
Son 180 las comunidades aymaras.
Son 180 las comunidades aymaras que pueblan la provincia de El Collao, en cuya capital, Ilave, ocurrieron los acontecimientos del lunes 26 último.
Esas comunidades tienen una cultura, una organización y una disciplina milenarias. Sobre todo administran su propia justicia.
Sus alcaldes provinciales y distritales son elegidos bajo la autoridad del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), pero sus alcaldes menores no. Estos son designados directamente por la comunidad.
La opinión de la comunidad también cuenta para el nombramiento de los subprefectos y de los tenientes gobernadores. Pero en lo esencial sus necesidades y derechos son postergados por el poder central.
En el organismo promotor de la reciente movilización participó una asociación de tenientes gobernadores.
Las 180 comunidades se turnaron cada noche para mantener la vigilia en la Plaza Mayor. Pero hay que decir que esa participación no fue voluntaria. Una inasistencia podía costar una multa de 40 ó 50 soles, u otro tipo de sanción.
A la organización se sumó la participación de los operadores políticos representados por los líderes de las facciones en pugna dentro del concejo provincial.
Estos operadores se valieron de la organización comunera para una disputa de intereses particulares. Pero también los comuneros se adhirieron en busca de reivindicaciones propias.
Alcalde de Ilave habría cometido varios delitos.
Así consta en atestado de la comisaría y en el informe de Control Interno del concejo provincial de El Collao..
La gestión de Cirilo Fernando Robles Callomamani como alcalde de Ilave fue seriamente cuestionada y al parecer hubo una serie de irregularidades, que posteriormente fueron investigadas por la Fiscalía Provincial Mixta de Ilave y luego denunciadas al Juzgado Mixto Provincial El Collao, Ilave, de acuerdo con los documentos obtenidos por La República en calidad de exclusiva.
Según el atestado policial Nš 110-COMIS-ILAVE "A" SID, de setiembre del 2003, las investigaciones realizadas por la Divisón Policial de Ilave determinaron diversos delitos en la modalidad de concusión, colusión desleal, peculado, malversación de fondos, falsificación de documentos en general, abuso de autoridad y omisión de denuncia.
En los hechos consignados en la denuncia, junto al asesinado alcalde Cirilo Robles también estaban involucrados otros directivos que lo acompañaban en la administración municipal. Entre ellos: Delfín Angulo Gutiérrez (53), Vladimir Omar Salazar Díaz (29) y Rodolfo Muñico Incacutipa (42). Todos ellos eran funcionarios de confianza de Robles Callomamani.
Entre los regidores denunciantes figuran -de acuerdo con el documento policial- el teniente alcalde Alberto Sandoval Loza, que hoy está en calidad de no habido.
Por otro lado, la Fiscalía Provincial Mixta de Ilave, realizó una denuncia penal, mediante el expediente No.150-2003-FPMCI-MP-PUNO, por cuanto la Municipalidad de Ilave, otorgó la buena pro para insumos en su programa del Vaso de Leche a la empresa Sol de los Andes", cuando esta había sido seriamente cuestionada y retirada de la lista de proveedores de la municipalidad provincial de Huancané.
Asimismo, en el expediente policial quedó "plenamente demostrado y establecido la comisión del delito de peculado y malversación de fondos" de la administración de Cirilo Robles , al emitir éste la Resolución de Alcaldia No. 110-2003, la que se dispuso la utilización de "caudales de la Muncipalidad Provincial El Collao-Ilave, para favorecer a terceros aplicando en su calidad de funcionario una mala administración de dinero, que bien podría ser utilizado en programa de apoyo social para la provincia El Collao-Ilave", concluye el documento.
Robles negó irregularidades en su gestión.
Una investigación realizada por el órgano de control de la Municipalidad de El Collao-Ilave a la gestión del fallecido Cirilo Robles Callomamani concluye que se hicieron desembolsos indebidos a funcionarios de su confianza.
En la pesquisa se advierte que las planillas de remuneraciones del personal contratado a plazo fijo no llevan la firma del jefe del departamento.
También se cuestiona la omisión de descuentos por inasistencias y faltas al centro de trabajo por un monto total de S/. 1.523.
El documento también recoge los descargos de Robles Callomamani, quien niega la existencia de irregularidades.
Sin embargo, Cirilo Robles reconoció los incrementos de los ingresos de los funcionarios. En tanto que la jefa de personal, Ofelia Arcos Cotrado, admitió que se otorgaron bonificaciones sin sustentar la aplicación legal de dichos pagos.
Una de las recomendaciones que el informe plantea al burgomaestre, asesinado por los propios pobladores de esa localidad el pasado lunes 26, es iniciar acciones inmediatas para recuperar los desembolsos indebidos. Asimismo se dispone determinar el grado de responsabilidad administrativa y aplicar las sanciones a los funcionarios que incurrieron en las faltas.
En otro apartado, se plantea al jefe de presupuesto y planificación del municipio dar cumplimiento a las medidas de austeridad y racionalización del gasto público. En tanto, al jefe de personal se le sugiere que implemente una directiva de control de la incorporación del personal en el municipio de El Collao-Ilave.
[Fuente: Diario La República, Lima, Per, 02may04]
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