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28mar08
Fujimori premió a escuadrón de la muerte
Alberto Fujimori estimuló personalmente desde la presidencia de Perú al jefe y a los principales miembros del escuadrón del Servicio de Inteligencia del Ejército para que secuestraran y asesinaran a 25 civiles en noviembre de 1991, según documentos secretos militares.
La evidencia forma parte del expediente del proceso judicial por violación a los derechos humanos contra Fujimori, quien gobernó este país 1990 y 2000.
Los documentos indican que el 15 de agosto de 1991 el entonces comandante general del ejército, Pedro Villanueva Valdivia, recibió la comunicación personal de Fujimori para "felicitar" a un grupo de oficiales y agentes del servicio de inteligencia de esa fuerza (SIE).
En ella expresó su reconocimiento por sus "eficientes servicios en materia de Seguridad Nacional y Defensa de los altos valores de la democracia, trabajos que son de gran utilidad para el Sistema de Inteligencia Nacional (SINA)".
Los militares acreedores del estímulo de Fujimori fueron el comandante Fernando Rodríguez Zabalbeascoa, jefe del "Destacamento Colina", que luego perpetró los crímenes, el capitán Santiago Martín Rivas, jefe operativo de la organización clandestina, el capitán Carlos Pichilingüe Guevara, jefe administrativo del destacamento y el tesorero del escuadrón de la muerte, Marcos Flores Alván.
El 22 de agosto de 1991, siete días después de las felicitaciones de Fujimori, el jefe de la Dirección de Inteligencia del Ejército (Dinte), general Juan Rivero Lazo, dispuso la entrega de equipo y armamento al "Destacamento Colina", de acuerdo con los documentos secretos a los que tuvo acceso IPS.
Entre las armas que recibió el escuadrón de la muerte se encontraban 12 pistolas HK P-5 y P-7 que, según los peritajes forenses, fueron usadas en la matanza de 15 pobladores de Barrios Altos, en el centro de Lima, el 3 de noviembre de 1991. Rodríguez Zabalbeascoa, Rivas y Pichilingüe Guevara recibieron un ascenso.
Otro de los documentos secretos, obtenidos por la justicia en los archivos del SIE y la Dinte, revelan que el jefe de esta última, el general Juan Rivero Lazo, intervino en el ascenso de Rodríguez Zabalbeascoa al grado de general de brigada en 1992, fundamentado en parte en las congratulaciones de Fujimori.
Rodríguez Zabalbeascoa "es un oficial que ha conducido Operaciones Especiales de inteligencia en magnífica forma, habiendo realizado trabajo de valor para el Ejército y el país, que incluso le valieron la felicitación del Señor Presidente de la República", señaló Rivero Lazo.
Luego de su ascenso, Rodríguez Zabalbeascoa, Martín y Pichilingüe Guevara participaron en el asesinato de nueve estudiantes y un profesor de la universidad La Cantuta, el 18 de julio de 1992.
Durante las audiencias judiciales de esta semana, Rivero Lazo apeló al olvido para no responder las preguntas de la fiscalía y de la defensa de los familiares de las víctimas de las masacres de Barrios Altos y de La Cantuta. Acorralado por las evidencias, argumentó que "firmaba miles de papeles, a veces ni los miraba".
Una fuente judicial informó a IPS que los documentos secretos fueron obtenidos por la jueza Victoria Sánchez Espinoza.
"Los documentos confirman que los jefes del 'Destacamento Colina', felicitados por Fujimori, actuaron bajo el estímulo, virtual consentimiento y protección del ex jefe de Estado", dijo la fuente.
"Los papeles secretos destruyen el argumento de la defensa de Fujimori, basada en el argumento de que desconocía las operaciones de inteligencia clandestinas del ejército. Prueban que no sólo estaba perfectamente informado sino que además promovió a los criminales", señaló.
Flores Alván se acogió a la ley de colaboración eficaz con la justicia y entregó más de 2.000 folios de documentos sobre las operaciones clandestinas.
Los documentos aportados por Flores Alván también echan por tierra el argumento de la defensa de Fujimori acerca de que el "Destacamento Colina" jamás existió.
Esa evidencia, que observó IPS y cuya autenticidad fue verificada por la justicia, incluye rendiciones de cuentas, recibos de pagos a informantes, informes sobre la ubicación y desplazamiento de los agentes, planes de operaciones clandestinas y evaluaciones sobre el resultado de las acciones del "Destacamento Colina", con las firmas de Rodríguez Zabalbeascoa, Martín, Pichilingüe Guevara y Flores Alván.
"De acuerdo con las declaraciones de los ex agentes, la mayoría sabía que sus jefes habían recibido las congratulaciones de Fujimori. ¿Qué agente de inteligencia no hubiera estado orgulloso de trabajar bajo el mando de oficiales que reciben el estímulo del jefe de Estado? Así funcionó el 'Destacamento Colina'", agregó la fuente judicial.
Prueba de que los miembros del escuadrón de la muerte continuaron bajo la protección de Fujimori y el alto mando del ejército, aun después de que se conoció públicamente su existencia y su autoría de los asesinatos de Barrios Altos y de La Cantuta, es que de ellos recibieron distinciones especiales de sus superiores.
El 19 de agosto de 1994, dos años después de la desactivación del grupo, el comandante general del ejército, Nicolás Hermoza Ríos, concedió el "Cintillo de la Pacificación Nacional" en el grado de "Distinguido" al ex agente Nelson Carbajal García, y en el grado de "Mérito", al ex agente Antonio Sosa Saavedra, ex integrantes del "Destacamento Colina".
Tres meses antes, Carbajal García y Sosa Saavedra habían sido condenados por el Consejo Supremo de Justicia Militar por haber participado en el secuestro, torturas, asesinato, entierro clandestino y exhumación ilegal de las víctimas de La Cantuta.
"Es imposible que Hermoza, uno de los hombres más poderosos del régimen fujimorista, entregara esas distinciones sin conocimiento del ex presidente. En esa época todo el mundo ya sabía quiénes eran esos agentes. Es imposible que no haya sabido nada", concluyó la fuente judicial.
[Fuente: Por Angel Páez, Lima, Perú, 28mar08]
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