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19may05
Extradición de Fujimori: Mucho más que una coordinación.
Diferentes autoridades nacionales han coincidido en que, a pesar de haber transcurrido casi dos años desde que se presentó al gobierno japonés el primer pedido de extradición del ex presidente Alberto Fujimori, todavía no se cuenta con una estrategia encaminada a conseguir este objetivo. Mientras la Fiscal de la Nación, doctora Nelly Calderón, ha responsabilizado al gobierno (El Comercio, 13/05/05), el presidente del Poder Judicial, doctor Vásquez Vejarano, ha considerado que el principal motivo de la demora es la falta de un convenio de extradición (El Comercio, 14/05/05).
Por su parte, el procurador Anticorrupción, doctor Antonio Maldonado, afirmó haber convocado a una reunión de coordinación al Ministerio de Justicia, Ministerio Público y Poder Judicial para terminar de elaborar la estrategia de extradición que estaría faltando (Expreso, 13/05/05). Reunión que según las declaraciones del Ministro de Justicia habría de realizarse esta semana (La República, 15/05/05) y en la cual debería, en nuestra opinión, incluirse necesariamente al Ministerio de Relaciones Exteriores.
Al parecer, en esta oportunidad la opinión de las autoridades coincide con las de la opinión pública, pues es evidente que la principal debilidad de la extradición de Fujimori es la falta de una estrategia que considere todos los escenarios posibles. Sólo la voz de la embajadora peruana encargada de la oficina de asuntos legales del Ministerio de Relaciones Exteriores, Nita Gamio Barrenechea, resulta disonante, pues ella asegura que siempre ha existido una estrategia para la extradición de Fujimori, y que si ésta no ha funcionado hasta la fecha es porque todo depende del gobierno japonés (Perú.21, 19/05/05).
Lo que no puede entenderse es por qué si la mayoría coincide en que no existe estrategia y en que es necesario elaborarla, todavía no contamos con ella. En nuestra opinión, ésta debería considerar, entre otros, la posibilidad de acudir a la Corte Internacional de la Haya, para lo cual corresponde tener en cuenta las diversas objeciones planteadas contra esta propuesta en el siguiente sentido:
Primero, se dice que el proceso internacional demoraría mucho tiempo; sin embargo, żya no ha pasado suficiente tiempo desde julio del 2003 en que se presentó el primer cuadernillo de extradición sin que hasta la fecha se tenga resultados?
Segundo, se afirma que debemos esperar a agotar las negociaciones bilaterales; pero acaso: (i) haber absuelto una lista de más de 100 preguntas relacionadas a los medios probatorios que planteara el gobierno japonés sobre el primer cuadernillo de extradición —que en palabras del ex procurador Ronald Gamarra significaba elaborar una nueva extradición— hace casi 6 meses sin contar hasta la fecha con ninguna respuesta; (ii) que la cancillería japonesa afirme cada cuanto la nacionalidad japonesa de Fujimori (El Comercio, 19/05/05); y (iii) la reciente negativa de extradición de Rosa Fujimori, hermana del ex presidente, por parte del gobierno japonés debido a su nacionalidad nipona; żno constituyen respuestas y serios indicios de que este tema no es prioridad para el gobierno japonés y que, por el contrario, se encuentra bastante cómodo dilatándolo?
Tercero, también se ha dicho que sería muy cuestionable y difícil conseguir un fallo favorable en sede internacional, sobre todo tomando en cuenta que Japón contrataría a los mejores abogados; pero acaso, żno resulta claro que en temas de crímenes de lesa humanidad Japón se encuentra obligado a acudir a esta Corte Internacional y además, este tema merece una especial protección por estas instancias?
Cuarto, algunos han adelantado que existe una desventaja patrimonial, puesto que el país no cuenta con los recursos suficientes para preparar esta estrategia; sin embargo, si ello fuese cierto, entonces habría que declararlo así para efectos de que conste la falta de voluntad del gobierno y del parlamento de no querer superar este obstáculo.
Por último, hay quienes han asegurado que por su duración el proceso trascendería a este régimen y por ello, la citada estrategia no dependería únicamente de que este gobierno quiera plantearla sino, además, de que el próximo quiera mantenerla. Sin embargo, ésta sería una razón adicional para iniciar este proceso internacional lo más pronto posible, ya que consideramos de vital importancia en la lucha contra la corrupción el que los candidatos asuman un compromiso y, en ese sentido, el caso Fujimori sería la mejor muestra de ello.
éstas son algunas de las razones a tener en consideración en la reunión de coordinación al momento de establecer la estrategia que actualmente le está faltando al proceso de extradición de Fujimori. El resultado debe ser una mayor eficacia y con ello un mejor resultado en la lucha contra la corrupción.
[Fuente: Por Sara Esteban Delgado, Instituto de Defensa Legal, Lima, 19may05]
Este documento ha sido publicado el 25may05 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights |