Logo

Informe sobre los Derechos Humanos en Paraguay - Año 1996



Ocupación, salarios y empleo.



Por Raúl Monte Domecq
Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya CADEP

Indice

1. El objeto de este trabajo.

2. El mercado de trabajo.

2.1 La desocupación.

2.2 La Población Ocupada (PEA).

2.2.1 Ocupación por sectores económicos.

2.2.2 La PEA ocupada según el tipo de ocupación.

2.3 La población sub-ocupada.

2.3.1 El sub-empleo visible.

2.3.2 El sub-empleo invisible.

2.4 La oferta insatisfecha de mano de obra.

3. Desafíos para una política nacional de empleo.

4. El salario paraguayo en el Mercosur.

4.1 El salario mínimo en dólares: Paraguay con el valor más alto.

4.2 El salario medio en dólares: Paraguay con el valor más bajo.

4.3 El déficit del salario mínimo legal.

4.4 Revisión de la política salarial.

5. El empleo y el salario como derechos constitucionales.

5.1 Demandas de los trabajadores urbanos.

5.2 Demandas de los campesinos.

Cuadro estadístico 3: Salario Mínimo en dólares.

Cuadro estadístico 4: Salario medio en dólares.


1.- El Objeto de este trabajo.

El objetivo de este trabajo es presentar un breve estudio sobre algunos derechos constitucionales básicos en el campo laboral que no son satisfechos ni por el mercado y ni por el Estado.

En la primera parte, se presenta un diagnóstico que describe la situación actual del mercado laboral utilizando datos oficiales, con énfasis en el empleo y en el desempleo urbano.

En una segunda parte, esbozanos algunos desafÍos para pensar en la necesidad de formular una política de empleo.

En la siguiente sección, se analiza el salario en dos dimensiones para demostrar que preceptos constitucionales sobre la remuneración al trabajador siguen siendo letra muerta. Una en relación al MERCOSUR para desmistificar algunas falacias utilizadas por algunos empresarios y autoridades, como también para señalar las contradicciones del dircurso gubernamental sobre el tema salarial. La segunda dimensión analiza la pérdida del poder de compra que sufrió el salario mínimo legal en el período de los siete años de gobiernos democráticos.

En la última parte, se citan algunos artículos de la Constitución Nacional que se pueden considerar incumplidos por parte del Estado y del mercado, especifícamente aquellos artículos referentes a los derechos laborales y de los derechos económicos y de la reforma agraria.

Finalmente, y con el objetivo de tener un panorama sobre los problemas insatisfechos en el campo laboral, se hace un recuento de las reivindicaciones sociales y económicas de dos actores principales: los trabajadores urbanos nucleados en sindicatos y los campesinos organizados.


2.- El mercado de trabajo.

El Paraguay tiene una población total estimada en 4.742.787 habitantes para el año 1995, según datos de la Encuesta de Hogares de la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos, dependiente de la Secretaría Técnica de Planificación.

De este total, el 28.5% corresponde a la categoría denominada población no en edad de trabajar (NO PET) y representa 1.353.804 personas. El 71.5% restante pertenece a la categoría de población en edad de trabajar (PET), unas 3.388.983 personas.

De este total de personas que estan en edad para trabajar, un 31% se clasifica como inactiva o no económicamente activa (NO PEA), unas 1.049.019 personas que incluye a escolares o estudiantes, personas dedicadas a trabajos del hogar sin percibir remuneración, jubilados, pensionados, rentistas, incapacitados y ancianos, entre otros.

El 69% restante es lo que se conoce con el nombre de población económicamente activa (PEA), uno de los conceptos más utilizados en temas de empleo y población. Comprende a todas las personas que suministran mano de obra disponible al mercado laboral para la generación de bienes y servicios. Incluye a los empleados como a los desempleados. Para el año 1995 la PEA total del país está estimada en 2.339.964 personas y representa una tasa de participación del 49.3% del total de habitantes del Paraguay. Esto significa que por cada dos habitantes, uno está trabajando o está dispuesto a trabajar.


2.1.- La desocupación.

La PEA se divide en dos grandes grupos: los ocupados y los desocupados. Esta última está estimada para el año 1995 en 79.522 personas, que representan una tasa de desempleo abierto a nivel nacional del 3.4%, e indica que que por cada 100 habitantes que conforman la PEA, 3 personas no poseen ningún tipo de empleo remunerado y están buscando algún tipo de ocupación.

Al observar el comportamiento de la tasa del desempleo abierto notamos que tiene una tendencia a la baja en los últimos años: 5% en 1993, 4.4% en 1994 y 3.4% en 1995.


2.2.- La Población Ocupada.

La PEA ocupada para 1995 está estimada en 2.260.442 personas y representa un 96,7% de la PEA. Significa que por cada 100 personas, 97 tienen trabajo.

Dado que a la fecha aún no disponemos de los datos en detalle de la población ocupada para 1995, recurrimos a los del año anterior para describir un breve perfil de la composición del empleo por sector o ramo de actividad económica y por tipo de ocupación.


2.2.1.- Ocupación por sectores económicos.

La Encuesta de Hogares para el año 1994, presenta la siguiente composición de la población de 10 años y más ocupada, según rama de actividad económica:

El sector servicios tiene la participación más alta en la generación de empleo en el Paraguay con una tasa del 69.2%, donde resaltan las actividades en el Comercio (con 30% del total), a más de servicios comunales, sociales, transporte, comunicaciones, finanzas, seguros, etc.

En segundo lugar se ubica el sector secundario de la economía, con 280.791 puestos de trabajos y una tasa de participación del 26.8%. Dentro de este, resalta la industria manufacturera que genera el 17% de los puestos de trabajo, además de electricidad, agua y construcciones.

El sector primario, se ubica en tercer orden de importancia con una tasa de participación del 4% del empleo generado, e incluye a las actividades agropecuarias, caza y pesca, minas y canteras.


2.2.2.- La PEA ocupada según el tipo de ocupación.

Del total de la población ocupada, para el año 1994, los empleados y obreros representan el 51.4%, correspondiendo a los empleados una participación del 23.7% y a los obreros un peso porcentual del 27.7%.

Agrupando a la categoría empleados y obreros por sectores privado y público, observamos lo siguiente: el sector privado genera la mayor cantidad de empleos con una ponderación del 40.9% y el sector público registra una participación del 10.5%.

La tercera categoría ocupacional lo constituye el/la trabajador/a por cuenta propia con 25.9% del total de puestos de trabajo. Le sigue en orden de importancia el/la trabajador/a domestico/a con 10.5%, el empleador o patrón con 9.2% y el trabajador familiar no remunerado con 3.1%

De la lectura de estos datos, se corrobora que el empleo en el Paraguay está concentrado en el sector comercio y servicios con una alta composición de empleados y obreros. El sector industrial tiene una baja participación en la generación de puestos de trabajo, y esta característica es constante, por lo menos en los últimos 20 años. El importante porcentaje del 26% de los cuentapropistas de alguna forma está reflejando una de las caracteristicas más resaltantes del mercado laboral: la expansión del empleo en el sector informal de la economía, que no son sino estategias de sobrevivencia que desarrollan muchos ciudadanos por no encontrar oportunidad laboral en el sector formal del mercado de trabajo.


2.3.- La población sub-ocupada.

Al igual que los demás países latinoamericanos, en el Paraguay el desempleo abierto no es el principal problema del mercado laboral, sino el sub-empleo o empleo disfrazado. Prueba de ello es el gran crecimiento de la precarización laboral que se lo denomina también como sector informal. Este fenómeno que se agudizó en la década de los años ochenta y persiste en los años noventa. Consiste en el desarrollo de una variada gama de ocupaciones precarias de sobrevivencia, tales como vendedores ambulantes, pequeños artesanos, changadores, limpiadores, etc., que el mercado formal de trabajo no ha podido absorver.

Dentro de la categoría de PEA ocupada es también incluída una parte importante del mercado laboral conocido como sub-empleo o empleo disfrado. La Encuesta de Hogares para el año 1995 estima a los ocupados plenos en 83.5% de la PEA ocupada, y los sub-ocupados representan 16.5%.

Los sub-ocupados se dividen en sub-empleo visible y sub-empleo invisible.


2.3.1.- El sub-empleo visible.

El sub-empleo visible representa una tasa del 6% con respecto al sub-empleo a nivel nacional. Este registra el mayor porcentaje en el estrato del departamento Central, área rural con 9.4% (ver Cuadro 2 en anexo).


2.3.2.- El sub-empleo invisible.

Su tasa de participación con respecto al sub-empleo es del 10.6% a nivel nacional. El estrato urbano registra la mayor participación de esta categoría en 1995 con un porcentaje del 14.2%.


2.4.- La oferta insatisfecha de mano de obra.

Con el objeto de tener una estimación de la dimensión de lo que podríamos denominar la oferta insatisfecha de empleo, procedemos a sumar el desempleo abierto, el sub-empleo visible e invisible y el desempleo oculto, y se tiene un porcentaje total para el país del 30.2%. Esto significa que por lo menos 3 de cada 10 personas están en una situación de insatisfacción laboral con diferentes grados de intensidad. Si a este porcentaje se suman segmentos laborales que tienen situación de irregularidad o de informalidad y que aún así fueron encuestados como ocupados plenos, es bastante probable que el margen de insatisfacción laboral se eleve considerablemente y llegue en torno al 50% de la fuerza laboral.


3.- Desafíos para una política nacional de empleo.

El Paraguay no cuenta con una política de empleo de parte del Gobierno. Ni siquiera una política social. La creación y consolidación de los puestos de trabajo está librado a la oferta y la demanda del mercado. La economía paraguaya viene sufriendo un acentuado deterioro en los últimos años. La empresa privada no está demostrando capacidad para generar suficientes puestos de trabajo en el sector formal de la economía. El Estado, el empleador más grande del país, posee muchos empleados muy mal pagados y con baja eficiencia. Aún no se desprendió de los vicios heredados del pasado, como el otorgamiento de empleo a cambio de lealtad política que sustente su caudal electoral.

El nivel de la inversión tanto pública como privada es insuficiente para enfrentar a la creciente demanda por puestos de trabajo de unos 60.000 jóvenes que anualmente ingresan a la PEA. Si agregamos a esto el estancamiento del sector industrial, en el marco de un cuadro de deterioro social y económico, que registra un aumento de las tensiones sociales, desencadenantes de altos índices de criminalidad, robos, drogas, prostitución, etc., concluímos que el incremento de la informalización del mercado laboral es el resultado del aumento de la pobreza en la sociedad paraguaya.

Este desequilibrio social, a más de los irreparables efectos en la calidad de vida de las familias en cuanto a nutrición, educación, etc., puede llegar incluso a poner en peligro cualquier proceso de democratización.

Es responsabilidad de todos los actores sociales, sindicatos, empresarios, partidos políticos y Gobierno, el encarar con urgencia y con visión de largo plazo un programa nacional de empleo, en el marco de una política social y reforma del Estado. El mismo debe perseguir no solo el incremento de la producción y productividad, sino tambien el combate a la pobreza y a la marginalidad a través el mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo.

Cuando pensemos en una política de empleo, debemos preguntarnos qué propuestas tendremos para:


4.- El salario paraguayo en el MERCOSUR.

El proceso de integración regional a través MERCOSUR, plantea muchos interrogantes y desafíos para los trabajadores paraguayos y de la región. Usualmente, nos preguntamos... cuál de los países socios del tratado tiene el costo laboral más elevado? y específicamente qué país posee el salario más bajo?

Para abordar estos interrogantes recurrimos a un estudio comparativo de los cuatro socios: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, más Chile denominado "Costos laborales en el MERCOSUR", realizado por la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, PNUD (Proyecto Arg. 87/014), Buenos Aires, Argentina, noviembre 1991.

Del capítulo 1 "Características de los mercados de trabajo" extraemos dos comparaciones en materia salarial para los cinco países: a) el salario mínimo en dólares USA y b) el salario medio en dólares USA, en valores para junio de 1991.


4.1.- El salario mínimo en dólares: Paraguay con el valor más alto.

En el estudio comparativo de salarios mínimos convertidos a dólares americanos, en serie que va desde el año 1980 a junio de 1991, se observa que el Paraguay tiene el valor más alto, con U$S 185 por mes. Muy por debajo le siguen Argentina con 97 dólares, Uruguay con 79 dólares, Brasil con 78 dólares y Chile con 76 dólares. Paraguay conserva el primer lugar desde el inicio de la serie, el año 1980. (ver Cuadro y Gráfico N 3).


4.2.- El salario medio en dólares: Paraguay con el valor más bajo.

Por salario medio el estudio de FIEL se refiere a salario promedio de mercado en cada uno de los cinco países, y desde el año 1980 a junio de 1991. Para el caso paraguayo se recurrió a datos de la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos, dependiente de la Presidencia de la República.

El Paraguay con 189 dólares por mes registra el salario medio de mercado más bajo de los cinco países, tendencia que se mantiene en los últimos años de esa serie. El primer lugar lo ocupa Uruguay con un salario mensual de 541 dólares, seguido por Argentina con 515 dólares, por Chile con 514 dólares, por Brasil con 417 dólares y por Paraguay, en el último lugar, con un valor muy por debajo del resto. (ver Cuadro estadístico 4).

A pesar de que los datos son del año 1991, estimamos que esta tendencia se mantiene en los últimos años, sobre todo en relación al salario en Paraguay con relación a los otros paises.

De lo expuesto, se puede concluir que:


4.3. El déficit del salario mínimo legal.

El artículo 92 de la Constitución Nacional, establece que el trabajador tiene derecho a disfrutar de una remuneración que le asegure a él y a su familia, una existencia libre y digna. Para ello, la ley consagra el salario mínimo vital y móvil, entre otras cosas.

Con los datos que presentamos en el Cuadro 5, se puede comprobar que el actual valor del Salario Mínimo Legal (SML) no es ni vital y ni lo suficientemente móvil para proteger el presupuesto familiar de la inflación, y en consecuencia, no se puede cumplir con ese derecho constitucional.

La serie estadística sobre datos oficiales que compara la evolución del salario mínimo legal (Ministerio de Justicia y Trabajo) y del costo de vida (Indice de Precios del Consumo IPC del Banco Central del Paraguay) entre el 01 de junio de 1989, fecha del primer reajuste salarial en el periodo de Gobiernos democráticos, y el 31 de agosto de 1996, da cuenta de que el salario mínimo legal actual necesita un reajuste del 30,2% sólo para recuperar el poder adquisitivo que tenía al inicio de este período.

En el Cuadro 5 se observa que el costo de vida en este lapso de 87 meses creció en 279.8%, mientras que el salario aumentó solo en 191.6%, al pasar de Gs. 164.640 en junio/89 a Gs. 480.068 a agosto/96. Por tanto, el salario mínimo legal actualizado por el IPC al mes de agosto/96 debe ser de Gs. 625.247 por mes.

En el mismo cuadro, se puede observar que al momento de decretar los reajustes (ver fechas y la tercera columna), la pérdida salarial (expuesta en la columna 9) siempre estaba en torno al 30%. Es decir, el Gobierno espera a que el déficit llegue hasta un tercio del SML para acceder a su reajuste, que siempre fue entre 10% y 15%. El Gráfico correspondiente reproduce el déficit histórico que se viene acumulando. Esta tendencia está revelando una situación de grave deterioro en el poder de compra del actual SML.

Este es un despojo que el "mercado" le hace al trabajador que depende de un SML, y en la práctica esto significa menos consumo en alimentación, vestimenta, salud, educación, diversión, etc., para él y su familia, o lo que es lo mismo decir, una degradación en la calidad de vida. Este es uno de los factores determinantes de la expansión de la pobreza y la agudización de los desequilibrios sociales que hoy padecemos.


4.4.- Revisión de la política salarial.


5. El empleo y el salario como derechos constitucionales.

Haciendo un breve recuento de las principales demandas y de los derechos constitucionales en materia de salario y empleo, vemos que tanto el mercado como el Estado no dan respuesta satisfactoria al trabajador paraguayo.


Por otro lado, debemos analizar las principales demandas de los actores laborales, los trabajadores del campo y de la ciudad, en las últimas movilizaciones. En esta breve síntesis se puede comprobar que el ingreso y el empleo son los ejes principales en la problemática del campo laboral.

5.1 Demandas de los trabajadores urbanos:


5.2 Demandas de los campesinos:


CUADRO 3

Salario Mínimo en Dólares

Período Argentina Brasil Chile Paraguay Uruguay
1980 173.91 76.23 96.46 187.38 119.55
1981 142.22 87.54 122.31 203.91 139.20
1982 80.87 90.30 102.14 215.71 130.50
1983 109.11 60.25 65.52 222.94 67.19
1984 135.06 51.62 53.36 170.42 64.34
1985 79.47 53.68 40.51 142.14 64.27
1986 93.68 55 38.57 182.06 71.71
1987 104.89 51.51 38.18 155.45 80.36
1988 83.10 58.60 42.04 215.82 67.29
1989 29.07 81.36 50.13 147.41 75.86
1990 52.02 70.67 59.30 157.51 72.98
1990
Ene 11.94 87.91 48.38 130.44 73.20
Feb 5.76 84.74. 49.09 130.33 69.21
Mar 4.17 97.45 48.40 151.75 79.13
Abr 4.05 76.72 48.44 150.28 72.84
May 3.99 70.34 48.35 148.48 67.96
Jun 3.79 67.55 69.88 151.29 73.97
Jul 3.74 73.74 69.91 154.53 70.53
Ago 3.31 75.52 68.35 154.27 67.90
Sep 123.52 80.17 67.26 175.42 81.37
Oct 128.47 67.52 66.37 176.88 78.10
Nov 136.07 67.65 63.45 174.43 72.84
Dic 140.35 57.16 61.91 193.07 68.68
1991
Ene 110.04 63.80 61.68 185.82 72.67
Feb 102.94 71.68 61.68 184.52 69.36
Mar 102.32 63.89 61.14 186.02 67.29
Abr 99.02 79.31 61.13 184.19 64.22
May 98.19 84.74 61.19 184.51 81.80
Jun 97.46 77.65 76.49 185.05 79.04
Nota: En todos los casos se consideró el salario mínimo bruto, excepto para Chile donde se tomó el salario mínimo neto. En el caso de Brasil, a partir de abril de 1991 el salario mínimo incluye un abono y la variación de la canasta básica.
Fuente: FIEL, en base a INDEC, INE, Dirección General de Estadísticas y Censos de Uruguay, Banco Central de Brasil y Paraguay


CUADRO 4

Salario Medio en Dólares

Período Argentina Brasil Chile Paraguay Uruguay
1980 734.67 469.93 191.01
1981 551.34 616.59 207.86 561.84
1982 264.85 499.18 219.89 514.86
1983 313.10 368.21 227.26 248.78
1984 430.26 349.28 173.73 225.78
1985 305.45 238.67 265.23 144.90 249.53
1986 387.92 273.82 272.05 185.59 314.91
1987 364.26 265.75 289.25 158.47 373.38
1988 354.13 310.32 314.13 220.01 389.03
1989 205.32 438.36 348.74 150.26 426.22
1990 418.43 456.14 455.37 160.57 435.42
1990
Ene 251.74 502.41 520.76. 132.97 410.86
Feb 174.46 526.73 426.95 132.85 475.08
Mar 216.26 535.95 427.01 154.69 438.22
Abr 283.55 457.82 440.77 153.19 409.69
May 324.09 437.83 450.30 151.36 385.94
Jun 367.76 453.97 460.40 154.22 424.00
Jul 397.09 445.42 473.73 157.52 410.73
Ago 429.98 469.72 470.04 157.26 399.64
Sep 497.36 492.65 463.86 178.82 446.89
Oct 556.35 478.40 476.70 180.31 456.41
Nov 620.38 451.00 466.96 177.81 448.85
Dic 661.42 398.93 480.42 196.81 491.70
1991
Ene 550.28 392.86 492.92 189.42 511.27
Feb 436.33 420.33 495.62 180.10 505.62
Mar 511.56 369.14 498.16 189.62 501.15
Abr 511.71 364.98 508.44 187.76 481.19
May 515.84 394.72 515.54 188.08 526.52
Jun 514.97 416.83 514.16 188.59 540.59
Fuente: FIEL, en base a INDEC, Banco Central de Brasil, INE, Dirección General de Estadísticas y Censos de Uruguay y Paraguay.


Editado por el Equipo Nizkor el 24mar97