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DERECHO A LA SEGURIDAD ALIMENTARIA
Stella Mary García
Tomás Palau
Base - Investigaciones Sociales
1. Consideraciones iniciales
Uno de los países de la región con más alta ruralidad es el nuestro, lo cual interesa en la medida de que es fuente estratégica de generar alimentos, divisas, y materia prima para procesos agroindustriales y empleos.
Lo paradójico es que al mismo tiempo de ser Paraguay un país rico en fuentes alimentarias, también es un país con serios problemas nutricionales en algunos sectores de la población.
El Documento del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) "El Estado de la Agricultura y la Seguridad Alimentaria en el Paraguay" (1996), explica que entre una de las dificultades más notorias se encuentra la pérdida de granos por los sistemas tradicionales de secado y almacenamiento que practican los productores campesinos. Sin embargo, ésta es solo una faceta técnica de las muchas y más graves facetas que tienen que ver con los sistemas de distribución, comercialización, y apropiación de excedentes derivados del tráfico de alimentos.
En este sentido, se deben tener en cuenta los problemas estructurales de la Seguridad Alimentaria en nuestro país, que se refieren fundamentalmente al acceso y tenencia de la tierra, el acceso al crédito para el desarrollo, el acceso a una asistencia técnica integral, el acceso a una capacitación productiva permanente, y el acceso a una investigación más orientada a responder a las demandas específicas de los sectores sociales productivos.
Asimismo, es necesario atender a las peculiaridades del país, y en este sentido, la Conferencia Internacional de Nutrición para el año 2000 (CIN) propuso establecimientos de prevención y atención para los casos de sequía, peste, inundaciones etc., con los cuales el Paraguay cuenta, y a los que se tendría que prestar especial atención debido a que el Río Paraguay se inunda en determinadas épocas, destruyendo no solamente a la población que vive en la periferia, sino también provocando pérdidas ecológicas, flora y fauna silvestre (Palau, 1996).
Estas breves indicaciones interesan en la medida en que la seguridad alimentaria se encuentra estrechamente vinculada al bienestar básico de la población.
2. Seguridad Alimentaria y Producción AgroindustrialLas categorías de empresas industriales que coexisten en el Paraguay son, por una parte, una inmensa cantidad de pequeñas y medianas agroindustrias de propiedad familiar, caracterizadas por su bajo nivel de tecnologías, y por otra parte, una no muy relevante cantidad de firmas agroindustriales que emplean tecnología moderna, con una estructura relativamente compleja de manejo gerencial.
En relación a las tipologías de productores agrícolas, las unidades productivas se pueden diferenciar en capitalistas y campesinas. Las primeras, caracterizadas por estar en manos de empresarios familiares, pequeños y medianos capitalistas, grandes empresas capitalistas y empresas multinacionales. Por su parte, las unidades campesinas se caracterizan por tener una estructura productiva más diversificada (por lo menos hasta hace algunos años), y utilizar básicamente mano de obra familiar con esporádicas contrataciones externas.
Cabe resaltar que la participación de la mujer, así como la de jóvenes, es de trascendental importancia en este país. Al respecto, según el documento del MAG "El Estado de la Agricultura y la Seguridad Alimentaria en el Paraguay" (1996), en tanto la mujer participa como asalariada y como pilar para el autoconsumo, la incorporación de jóvenes en el proceso de Desarrollo Nacional Sustentable se operacionaliza a través de la educación básica, la educación media y superior en la fase aún incipiente de articulación de esa educación con la producción agropecuaria.
El Paraguay es exportador neto de alimentos, principalmente de soja y carne, y ha logrado el autoabastecimiento de trigo, aunque el crecimiento agropecuario ya en la década del 80 mostró signos de lentitud. Asimismo, el crecimiento del sector agropecuario se basó en una política de expansión de la frontera agrícola y ganadera. Se trae a colación ésto porque ese modelo ya no responde a los requerimientos estratégicos de este fin de siglo, ya que los desafíos colocados son la productividad en mayor escala, alcanzando grandes niveles de rendimiento y productividad, y administrando participativamente tal productividad.
3. Elementos que deben ser incorporados para el desarrollo de estrategias de la seguridad alimentaria.
El nuevo marco de enfoque de desarrollo integral, autogestionario, sustentable y con equidad entre géneros, grupos étnicos etc. articula toda la acción de los derechos e intereses de los sectores mas vulnerables de la sociedad paraguaya basada en la lucha contra la pobreza. En esto, el desarrollo rural se articula con el protagonismo de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales involucradas. La necesidad de un "nuevo Estado" que facilite en mayor medida el proceso de permanente negociación y concertación neutralizando debilidades y optimizando potenciales diversos, implica recomponer el tejido social que involucra a actores institucionales, y esto a su vez debe contribuir en la complementariedad de acciones de reconversión productiva y administración participativa.
La necesidad de rearticulación productiva en el campo es indispensable para la seguridad alimentaria. Esto sólo podrá realizarse mediante el efectivo apoyo del Estado, permitiendo el acceso al medio de producción (tierra) a los campesinos, asistencia técnica adecuada para los pequeños agricultores, programas de diversificación agrícola y crédito blando a largo plazo. La falta de efectividad en las políticas agrícolas tiene directa repercusión en la débil distribución de los recursos con los que cuenta el Paraguay.
4. Algunos datos que revelan la inseguridad alimentaria.
Partiendo de que la seguridad alimentaria es elemental para el crecimiento y desarrollo de una población, y que por esto se encuentra muy relacionada a las diversas necesidades básicas, se hace alusión a algunos aspectos vinculados a ésta.
Una forma directa de atentar contra la seguridad alimentaria en el país es el crecimiento del desempleo urbano y la pobreza en sus múltiples manifestaciones. En relación a esto, conviene recordar que en 1995, el desempleo abierto urbano fue de 5,3% sobre una población económicamente activa (PEA) urbana de 1.224.569 personas, en 1996 aumentó a 8,2 % sobre el PEA urbano de 1.296.235 personas.
Resulta alarmante que más del 10% de niños en edad escolar padece de desnutrición crónica, y el 64% de la familias paraguayas (500 mil hogares) tiene al menos una necesidad básica insatisfecha (NBI), relacionada con la calidad de vivienda, la infraestructura sanitaria, el acceso a la adecuación o el nivel de ingreso familiar en relación al número de miembros. Además, Paraguay ocupa el cuarto lugar en la escala de riesgos de mortalidad materna en América Latina, según el informe 1997 sobre población mundial de la ONU, al indicar que por cada 100.000 nacimientos mueren 150 mujeres durante el parto. Sumado a ésto, a raíz de las sucesivas y sistemáticas crisis financieras en este año, la economía paraguaya se debilitó, reduciéndose la venta de la industria y el comercio (Ultima Hora, 4/07/97, pág.16), y recortándose los gastos sociales para afrontar la crisis financiera (Ultima Hora, 11/07/97, pág 10).
La incidencia directa de la crisis financiera del presente año en la producción puede ser observada en diversos aspectos, entre los cuales se señala el colapso del algodón en los años 90, coaccionando una masiva migración de la gente del campo a la ciudad, y en consecuencia una nueva oferta laboral en las zonas urbanas con una muy baja posibilidad de inserción de un empleo estable, pasando de este modo al mercado informal, y desencadenando así una secuencia de insatisfacciones de necesidades básicas (entre ellas la alimentación), no vislumbrándose una política para responder a este sector.
Otro aspecto muy relacionado a la seguridad alimentaria que merece realce en este artículo es lo referente a la salud en Paraguay. (Ver en este informe el capítulo correspondiente a "Derecho a la Salud". Esta presenta un perfil epidemiológico con características propias de países subdesarrollados, en el que impactan las enfermedades ocasionadas por la insuficiente alimentación, hábitos nutricionales distorsionados, como así también la carencia de infraestructura de saneamiento básico, prácticas higiénicas inadecuadas, y una débil cobertura de salud para sectores de mayor inseguridad (niñez, mujer, juventud, indígenas, discapacitados/as, etc.). En este sentido, cabe considerar que hasta finales del año, 35% de la población total del país no tenía acceso a un sistema formal de servicios de salud.
La inseguridad alimentaria es revelada también por el rápido proceso de deforestación, la pérdida de la biodiversidad, el deterioro del ecosistema, la erosión del suelo en la región oriental y la salinización en la occidental, ocasionando pérdidas de la fertilidad del terreno, la contaminación de aguas superficiales y subterráneas debido a la ineficiencia en el manejo de los residuos sólidos, líquidos, domiciliares e industriales (Doc. del MAG. "El Estado de la Agricultura y la Seguridad Alimentaria en el Paraguay", 1996).
Por todo lo anteriormente indicado, se entiende que las diversas manifestaciones de la pobreza conducen a que la población mayoritaria esté privada del derecho a la satisfacción de sus necesidades básicas, de las cuales la más elemental es el derecho a la seguridad alimentaria. En relación a esto, los datos más recientes de las necesidades básicas insatisfechas (NBI), indican que de 554.520 hogares (que constituyen el 64% de los hogares paraguayos), se encuentran al menos con una NBI, ubicando a esos hogares entre los que se encuentran en situación de pobreza. De este grupo, el 72% son hogares rurales y el 57% urbanos.
Conclusiones
Las conclusiones son colocadas aquí como recomendaciones o sugerencias de políticas para la Seguridad Alimentaria en el país.
- Por lo expuesto en este trabajo se estima necesario crear y garantizar las condiciones políticas, económicas y comerciales a nivel macro, para fomentar la Seguridad Alimentaria.
- Urgen las reformas institucionales que contribuyan a facilitar el acceso de toda la población a alimentos en forma suficiente, así como se deben establecer mecanismos eficaces para atender necesidades transitorias de alimentos, de modo que se recuperen las fragilidades actuales, para satisfacer necesidades posteriores. Los ministerios tales como de Salud y Educación, deben incorporar como parte de sus funciones la garantía de que la población más carenciada reciba los alimentos básicos necesarios. Es necesario hacer notar en este aspecto, que no tendrá mucha efectividad la apertura de las escuelas en lugares donde se encuentran asentadas poblaciones pobres, si no se garantiza un vaso de leche y el acceso a verduras y frutas, necesarias para el crecimiento y el aprovechamiento de la instrucción impartida en el centro educativo. Tampoco los programas de prevención de enfermedades implementadas por el Ministerio de Salud Pública podrán ser efectivos si no se cuenta con una población alimentada.
- La promoción del Desarrollo Sustentable, también garantizará en el futuro el suministro de alimentos suficientes a nivel comunitario, familiar, departamental, regional, etc. Es de destacar la trascendencia que tendrán las políticas de integración y de comercio alimentario agropecuario y forestal, las que jugarán un papel decisivo para el respeto a este derecho..
- En la medida en que la población carente de alimentos básicos y en algunos casos complementarios, logren participar efectiva y equitativamente en la toma de decisiones, principalmente dando espacios a mujeres, jóvenes, niños, indígenas, etc., se asegurarán mayores conquistas en términos de políticas alimentarias eficaces.
- Finalmente, la cooperación nacional e internacional que aliente a OGs, ONGs, organismos multilaterales y bilaterales en lo financiero y técnico, referente a la seguridad alimentaria, podrá extender la producción agropecuaria, forestal, pesquera, etc., apoyando estratégicamente al país para la competitividad regional e internacional que se vislumbra.
Bibliografía
- Alatorre G. (1993) "Cuadernos para el Desarrollo Sustentable: ¿Qué es Agricultura Sustentable? " Fund. F. Erbert, RIAD, Grupo de Estudios Ambientales, México.
- "Cuadernos de Desarrollo Rural"(1996), No.36, Instituto de Estudios Rurales-Pontificia Universidad Javeriana, Colombia.
- Hernández R. (1996) "Legislación Agraria y Titulación de Tierras". Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Asunción.
- MAG - Dirección General de Planificación (1996) "El Estado de la Agricultura y la Seguridad Alimentaria en el Paraguay", Asunción.
- Palau T. (1996) "Derecho al desarrollo rural" en "Derechos Humanos en Paraguay 1996" SERPAJ, Asunción.
- Palau T. (1996) "Derecho a la Seguridad Alimentaria" en "Derechos Humanos en Paraguay 1996" - SERPAJ, Asunción.
- Periódicos ABC y Ultima Hora del 05/ 05/97 a 13/09/97, Asunción.