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09sep15
La versión oficial del basurero de Cocula carece de veracidad, ratifican expertos en Ayotzinapa
El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) ratificó su convicción de que en el basurero de Cocula no fueron incinerados los 43 normalistas desaparecidos el 26 de septiembre en Iguala, como indicaron los implicados, frente a la insistencia de autoridades federales en defender la investigación de la Procuraduría General de la República (PGR).
En la presentación oficial del libro de conclusiones de seis meses de trabajo, tres de los cinco expertos enviados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) informaron a los padres y estudiantes de la Normal Rural las razones que los llevaron a tener una "convicción profunda" de que la versión oficial carece de veracidad.
Al sicólogo español, Carlos Martí Beristáin se le preguntó su opinión de la posición del director de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), Tomás Zerón, quien dijo que el entonces procurador Jesús Murillo Karam no mintió y que los normalistas fueron incinerados, y contestó que del basurero de Cocula ya no tienen más qué decir, "ahí están las pruebas, que esa pruebas las examinen las autoridades y saquen las conclusiones".
El funcionario federal dijo que en el basurero de Cocula hubo un gran incendio, "donde fueron quemados un número importante de estudiantes".
En el acto oficial frente al casco de la hacienda de Ayotzinapa que ahora ocupan la dirección y el auditorio de la Normal Rural, el abogado chileno Francisco Cox informó que un incendio de las dimensiones necesarias para incinerar cuerpos al aire libre, habría tenido más de 300 metros de alto, y se habría visto desde Cocula.
Mencionó que uno de los inculpados dijo que estuvieron en el basurero hasta las 4 de la tarde, pero los vecinos de Cocula "dijeron que no se vio nada, que no se vio humo, otra razón para decir que es mentira".
Subrayó que las declaraciones de los perpetradores eran contradictorias entre sí y no se ajustaban a los hechos, por ejemplo, indicaron que usaron troncos del grosor de una botella de agua de 500 mililitros, para construir una pira, y de acuerdo con el perito de seguridad y fuego que consultó el GIEI, se necesitan ramas gruesas y delgadas para levantar la base para una incineración.
Reveló que el perito en fuego, José Torero, galardonado por su trabajo en la materia, se entrevistó con todos los peritos de la PGR y consideró que ninguno era experto en el comportamiento del fuego.
Precisó que no sólo inspeccionó el basurero, hizo experimentos en la universidad donde trabaja en Australia, "que mostraban lo que él decía con métodos científicos, a cuánto se quema la madera, cuánta radiación necesita la madera para quemarse y nada mostraba que ahí (en Cocula) hubiese existido un fuego de esas dimensiones".
De la desaparición forzada, Francisco Cox expuso que al concluir su primer periodo de mandato, el GIEI habría querido decir a los padres dónde están sus hijos, "sea que los encontrásemos vivos o sea que los encontrásemos, eso no lo sabemos, no hemos llegado a la convicción, (pero) ustedes nos dijeron cuéntenos la verdad, esa es la verdad".
"Hemos tratado de ser lo más claros y honestos posible, no les vamos a contar nuestra opinión, no les vamos a decir lo que nos parece o no nos parece, porque el primer derecho de las víctimas es el de la verdad", dijo a los padres de los normalistas.
Como Claudia Paz y Paz dijo que del primer encuentro con los padres de familia hace seis meses los marcó la confianza que depositaron en ellos, Beristain añadió que cuando se ha sufrido mucho dolor es difícil confiar, pero los padres pidieron la verdad, sin importar cuál sea.
Destacó que los padres sabían que el camino no sería fácil pero han ayudado mucho contando sus preocupaciones y testimonios, "esos momentos son claves", así como las historias de los sobrevivientes "algunas conocidas y otras que se habían guardado en su corazón porque sabemos que la verdad a veces es peligrosa, porque hay miedo para contar esa verdad".
Agregó que la verdad también da rabia coraje, y los padres la han sabido encauzar a través de manifestaciones, "a veces uno puede ver las demandas de los familiares como muy políticas, porque marchan y se manifiestan, pero hay que entender que detrás de cada protesta, de mantenerse juntos, está el afecto por sus hijos".
En la lógica de ese amor, dijo, los padres han aprendido de derechos humanos, a ver el problema de las desapariciones forzadas de manera más amplia.
Para demostrar el desdén de gobiernos autoritarios a este drama de la sociedad, recordó el caso del general argentino, Jorge Rafael Videla, que durante la dictadura dijo, "¿qué son los desaparecidos?, los desaparecidos no son nada, no son vivos, no son muertos, ¿qué son?, y ese cinismo, ese desprecio por la vida está en el centro de muchas de las fotos", expuso mientras señalaba la imagen de los desaparecidos que sostenían las madres en sus manos.
Concluyó que la verdad duele pero tranquiliza, ayuda a quitarse un peso de la desaparición, "pero duelen mucho más las distorsiones de la verdad", en alusión a la versión del gobierno respecto al basurero de Cocula.
La abogada guatemalteca Claudia Paz y Paz confirmó que para el GIEI, el 26 de septiembre de 2014 los normalistas de Ayotzinapa fueron a Iguala a botear y tomar autobuses para la marcha del 2 de octubre en la Ciudad de México.
Precisó que contrastaron todas las versiones de normalistas y detenidos, y concluyeron que los normalistas no iban a confrontarse con un grupo delictivo a Iguala, como dicen algunas versiones de los inculpados, tampoco iban a boicotear el acto político de la presidenta del DIF ni pretendían ir a la terminal de autobuses.
Destacaron que la PGR omitió en las investigaciones el quinto camión en que viajaban los normalistas, que aparece y desaparece en distintos tomos del expediente, y cuando pidieron ver el autobús detectaron que las pruebas periciales no coinciden con las evidencias que los expertos encontraron durante su investigación, es decir, el camión es diferente al que observaron en videos y fotografías.
Consideraron que puede ser una pieza importante en la investigación, si consideran que la Administración para el Control de Drogas (DEA), tiene investigaciones sobre el uso de autobuses para el traslado de droga desde Iguala a Estados Unidos.
Si uno de los padres muere, "no nos dejen solos"
Con voz alta y pausada, pensando cada oración, el señor Emiliano Navarrete, papá de José Ángel uno de los normalistas desaparecidos, pidió a los expertos que si alguno de ellos pierde la vida en esta búsqueda, no los dejen solos.
Después de recibir a los expertos con cadenas de flores que colgaron en su cuello, y ofrecerles un desayuno (barbacoa de chivo acompañada de frijoles, salsa y agua de jamaica), dijo ante la llegada de los expertos hace seis meses: "sentí como una luz en nuestro camino oscuro que llevábamos".
Conmovido, añadió: "la verdad, hablar de seis meses, en ese momento se sentía una eternidad, porque nos estaba matando la desesperación de saber el paradero de nuestros jóvenes, pero desde ese momento sabíamos que existía una fuerza igual que venía a apoyarnos".
Con dolor, se refirió a las autoridades que siguen pisoteando a los padres de familia, "siempre lo he dicho, me indigna conocer qué clase de gobierno tenemos en este país, cómo agrede a nuestros jóvenes que quieren seguir, superarse, somos padres de bajos recursos, campesinos, obreros que queremos que nuestros hijos conozcan siquiera escribir su nombre, poder defenderse, salir a la sociedad, que no sean señalados".
Sin embargo, ahora entendió que el ignorante es el gobierno porque de nada le sirve su preparación si la usa para hacer daño, "señores, gracias a Dios que existen en el mundo seres humanos de corazón, ustedes, sin ser de nuestro país vinieron a México en nuestra ayuda, a querer ayudarnos sin esperar nada a cambio".
Suplicó: "si un día los padres de familia inclusive yo, llegáramos a perder la vida en esta lucha, no nos dejen (se le quiebra la voz ), no nos dejen solos".
La frase también quebró a varias madres de familia en la primera línea de sillas frente a la mesa del presidium de los expertos, que con discreción enjugaron sus lágrimas.
[Fuente: Por Lourdes Chávez, El Sur de Acapulco, Ayotzinapa, Tixla, 09sep15]
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