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08nov14
Los estudiantes mexicanos fueron asesinados y quemaron sus restos
Tras un mes y medio de incertidumbre total, el procurador general de México, Jesús Murillo Karam, confirmó que los 43 estudiantes desaparecidos en la ciudad de Iguala fueron brutalmente asesinados por miembros del cártel Guerreros Unidos. Según el testimonio de tres nuevos detenidos que se confesaron autores de los truculentos crímenes, el grupo narco actuó en complicidad con la policía municipal. En la misma jornada fueron encontradas seis bolsas con restos humanos, aunque aún no se confirmó que se trate de los jóvenes, por lo que siguen considerándose "desaparecidos".
El fiscal Murillo Karam dio una conferencia de prensa después de mostrar un video en el que Patricio "El Pato" Reyes, Jonathan "El Jona" Osorio y Agustín "El Chereje" García -miembros de Guerreros Unidos-confesaron que los 43 estudiantes fueron entregados por la policía de Iguala para que fueran asesinados. Según su relato, el grupo de jóvenes fue llevado en dos vehículos hacia un basurero de la vecina ciudad de Cocula, en donde hay un "barranco oculto".
Unos 15 llegaron muertos. Otros, inconscientes. A los demás los mataron después de interrogarlos, para saber quiénes eran y qué hacían en Iguala. Los asesinos pensaron que los muchachos eran miembros de Los Rojos, una banda narco rival.
Una vez que todos los estudiantes estaban muertos, los tomaron por las manos y los pies, los balancearon y los arrojaron hasta el fondo del pozo del basurero. Allí había piedras, llantas, maderas y plásticos ordenados en círculo. Acomodaron los cadáveres, "como si fueran leña", y los prendieron fuego. "Nadie vio nada. Es un lugar aislado y el temor de la población es enorme", relató Murillo Karam.
El fuego ardió durante varias horas. Los criminales se fueron y después regresaron "a limpiar" el lugar. Recogieron las cenizas y pequeños huesos en ocho bolsas, y se dirigieron al río San Juan, donde arrojaron todo.
En ese lugar, los investigadores encontraron ayer importantes registros de dientes humanos y restos óseos. Murillo Karam, sin embargo, fue cauto y, a pesar de las enormes expectativas generadas por la prensa mexicana, explicó que el paradero de los jóvenes es aún desconocido. Los restos "están en tal proceso de calcinación que casi con tocarlos se convierten en polvo", dijo.
Murillo Karam adelantó que todo el material encontrado será sometido a un minucioso análisis de ADN mitocondrial en el laboratorio de la Universidad de Innsbruck, en Austria, considerado uno de los más avanzados en ese tipo de estudios.
Poco antes, el procurador general había participado de una reunión en Chilpancingo con los angustiados padres, familiares y amigos de los estudiantes. El abogado de los padres y del Centro de Defensa de los Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Vidulfo Rosales, dijo que Murillo Karam les dio información un "poco delicada" que primero analizaría con los familiares, para después dar una conferencia de prensa en la escuela Normal Rural de Ayotzinapa, donde estudiaban los muchachos.
Uno de los padres, Felipe de la Cruz, se adelantó a ese eventual contacto con los medios y rechazó la versión dada por los investigadores. "Las autoridades siguen torturando a las familias. Para nosotros, mientras no haya pruebas, nuestros hijos estarán vivos", sentenció.
[Fuente: Tiempo Argentino, Bs As, 08nov14]
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