EQUIPO NIZKOR |
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07may03
Las pruebas de Estados Unidos sobre armas en Iraq, según agentes de inteligencia, son erróneas.
El continuado fracaso a la hora de encontrar las armas de destrucción masiva de Saddam Hussein, ha provocado que las agencias de inteligencia de Estados Unidos se echen la culpa unas a otras, enfrentamiento que salió ayer a la arena pública.
Mientras continúa la cacería de los supuestos arsenales de armas químicas y biológicas de Iraq - principal justificación para la guerra esgrimida por el Presidente Bush - filtraciones cuidadosamente colocadas revelan profundas dudas en el interior de la CIA acerca del material de inteligencia usado por la Casa Blanca para fundamentar su actuación contra Saddam.
Oficiales en activo de la CIA, así como ex agentes, según citan el New York Times y la revista The New Yorker, afirman que un pequeño número de ideólogos neoconservadores del Pentágono estaban tan decididos a demostrar la existencia de un programa de armas prohibidas y la conexión con al-Qaeda, que manipularon la información de inteligencia.
Según un informe escrito por Seymour Hersh, el veterano periodista de investigación del New Yorker, la Oficina de Planes Especiales del Pentágono [Pentagon's Office of Special Plans (OSP)] se basó en gran medida en supuesta información de inteligencia suministrada por tránsfugas iraquíes vinculados al Congreso Nacional Iraquí, grupo de oposición liderado por el exiliado iraquí Ahmad Chalabi.
El Sr. Hersh reportaba que la información de inteligencia recabada por la OSP determinó la agenda de la guerra, a menudo sobre la base de pruebas que eran poco fiables o falsas. La OSP elevaba sus informes a Paul Wolfowitz, Subsecretario de Defensa y uno de los principales promotores de la guerra.
Un ex agente de la CIA le dijo al Sr. Hersh: "Una de las razones de que me marchara era mi presentimiento de que (la OSP) estaban usando información de la CIA y otras agencias solamente cuando convenía a su agenda. Estaban tan locos y fuera de lugar, y era tan díficil entrar en razones con ellos...como si Dios les hubiera encomendado una misión. Si no encajaba con su teoría, no querían aceptarlo".
El Sr. Hersh mantiene que la CIA puso en duda la información crítica de inteligencia suministrada por los tránsfugas iraquíes relacionados con el Congreso Nacional Iraquí.
Citó como ejemplo las pruebas aportadas por Adnan Ihsan Said al-Haideri, ingeniero civil que huyó de Iraq en 2001 con ayuda del Congreso Nacional. El Sr. al-Haideri, declara Mr. Hersh, fue por lo visto la fuente en la que se basó Colin Powell, el Secretario de Estado, cuando en su discurso ante el Consejo de Seguridad de la ONU afirmó que los Estados Unidos contaban con "descripción de primera mano" de fábricas de armas químicas y biológicas que eran instalaciones móviles escondidas . Los inspectores de la ONU y las fuerzas estadounidenses han examinado los 20 supuestos lugares y no han hallado pista alguna de instalaciones de armas prohibidas.
Patrick Lang, ex responsbale de asuntos para Medio Oriente de la Agencia de Inteligencia de la Defensa del Pentágono, le dijo a Nicholas Kristof, del New York Times, que cuando los expertos hacían informes en los que reflejaban su escepticismo acerca de la existencia de armas de destrucción masiva "se les animaba a reflexionar de nuevo sobre el tema".
[Fuente: Por Tim Reid desde Washington, The Times Online - 07may03. Traducción al español de la versión original en inglés realizada por el Equipo Nizkor el 26may03.]
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