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31jul09


«Peleles» abonan terreno a golpistas pretextando inventado ataque militar nica


Los lacayos del imperialismo, es decir los políticos liberales irresponsables, de los que se hacen eco las agencias de prensa internacionales, están preparando el terreno para "buscarle una salida" a los golpistas de Honduras, sin detenerse a pensar en lo peligroso de ella, con el cuento de una supuesta agresión militar al régimen de facto.

El presidente Daniel Ortega denunció a pocos días del golpe de estado contra el presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, que el régimen de facto inventaría una agresión militar utilizando a hondureños disfrazados de soldados nicas, con la finalidad de expandir el conflicto y buscar apoyo como nación invadida.

Esta política de denunciar presuntas agresiones militares, y propaladas por las agencias transnacionales, coincide con las respuestas de los militares golpistas cuando asesinan a su pueblo, y aseguran que las balas asesinas "partieron de los manifestantes", que realizan sus protestas desde hace más de un mes en forma pacífica y totalmente desarmadas.

Una inventada agresión militar de Nicaragua es el único recurso que le queda al régimen fascista, dado el rechazo de toda la comunidad internacional y su empeño, apoyado por las fuerzas más reaccionarias de Estados Unidos, para apoderarse del gobierno de Honduras, y "regionalizar" el conflicto, ya que ni la mediación de Óscar Arias aceptan, ordenada por Washington.

Los nicaragüenses ya estamos acostumbrados a los "tapazos", sin ningún tipo de responsabilidad de nuestros diputados, flamantes "líderes de la oposición", que sin la menor vergüenza dicen cualquier barbaridad sin preocuparse antes de verificar la veracidad de sus dichos y sobre el tema del que estén opinando, lo que es magnificado por las agencias transnacionales para agitar el clima político, siempre que sea adverso a Ortega.

Sin embargo, en la crisis de Honduras originada por el golpe de estado, estas declaraciones y su propagación mediática internacional, toman ribetes peligrosas, sumamente peligrosas.

Aquí unos ejemplos:

El mismo presidente golpista, Roberto Micheletti, dijo la noche del jueves que Zelaya ahora "hace de guerrillero", en las montañas nicas fronterizas con su país, cuando el mandatario legítimo lo único que hace es recibir con ayuda humanitaria a los miles de hondureños que huyen de la represión y demandan su restitución en el cargo para el que lo eligieron.

Zelaya ha reafirmado hasta la saciedad que quiere un retorno al gobierno para finalizar su período "en forma pacífica", y si bien organiza a su compatriotas en "columnas" con nombres de los máximos próceres hondureños, ellos tiene por objetivo realizar el regreso en forma ordenada, sin provocaciones a los militares ni a la policía, evitando todo derramamiento de sangre.

El diputado liberal Eduardo Montealegre, quien martes y miércoles pasados visitó a Micheletti en Honduras, y aseguró que en ese país no hubo golpe de estado, sino una sucesión, aseveró la tarde del jueves que Zelaya prepara una supuesta "invasión" militar, al estar acantonado con sus compatriotas en tierra fronteriza nicaragüense.

Montealegre "desobedeció" por casi un mes a sus amos de Washington la orden de ir a Tegucigalpa a respaldar a Micheletti y demás golpistas, pero fue dejado en ridículo al máximo grado cuando el jueves el embajador de Estados Unidos, Hugo Llorens, vino a Managua a ratificar que para su gobierno, Zelaya es el presidente constitucional de Honduras.

El miércoles a su regreso de Honduras, Montealegre declaró que "es imperativo dejar claro que no se abona a la solución de la crisis hondureña prestando nuestro territorio para crear y organizar fuerzas irregulares en el norte de nuestro país. Es imperativo solicitar a don Manuel Zelaya que cese sus actividades irregulares en el norte de nuestro territorio".

A la "rata" Montealegre se le unió el presidente de una comisión parlamentaria, el también diputado liberal Maximino Rodríguez, quien en forma irresponsable "denunció" que Manuel Zelaya, "proyecta armar a grupos de seguidores con el apoyo del Gobierno de Venezuela, para atacar al Gobierno de facto de Roberto Micheletti.

Rodríguez, conocido en la "Contra" como "comandante Wilmer", y que utilizó el territorio hondureño para combatir a la Revolución Sandinista, se apegó al guión de Micheletti y los medios de comunicación de la oligarquía hondureña de responsabilizar de todo al presidente Chávez, y ahora con el cuento de que arma a los seguidores de Zelaya.

En otro despacho internacional de una agencia español, el autodenominado Movimiento por Nicaragua, integrado por miembros de organismos no gubernamentales financiados por Estados Unidos, responsabilizó a Ortega de los actos violentos que se puedan registrar en el sector fronterizo "por permitir que se estén violando" las "leyes y las normas y principios del derecho internacional".

La misma agencia, reporta que igual que Rodríguez o Wilmer, otro diputado del Partido Liberal Constitucionalista, Carlos Gadea Avilés, denuncio que "seguidores de Manuel Zelaya están siendo ya entrenados para llevar un control de vigilancia en la zona fronteriza y que reciben capacitaciones ideológicas en fincas sandinistas, en la frontera nicaragüense".

Hasta la agencia Xinhua, de China, registró que el primer vicepresidente del derechista PLC, Wilfredo Navarro, anunció que promoverá en la Asamblea Nacional la expulsión de Zelaya, debido a que Ortega parece estar usándolo para provocar una guerra con Honduras.

Y como los curas no podían quedarse callados, el secretario general de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), monseñor René Sándigo, solicitó a Zelaya no usar el territorio nicaragüense como un "corral de vaquero", al señalar que su presencia en la zona norte puede perjudicar la estabilidad del país, según la misma agencia china.

Por su lado, la Fiscalía de Honduras anunció que ha comenzado las investigaciones para determinar el origen de los recursos que han sido utilizados para financiar las manifestaciones a favor del presidente derrocado Manuel Zelaya y que, según algunas denuncias, pudieron provenir de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del narcotráfico.

Las indagaciones se harán a partir de una lista de nombres encontrada en un coche propiedad de Carlos Reina, hijo del ex embajador de Honduras en Naciones Unidas Jorge Reina. La libreta contenía nombres de personas que presuntamente recibieron unos 160.000 dólares (114.000 euros) a cambio de impulsar protestas en contra del Gobierno interino de Roberto Micheletti. Carlos Reina es el coordinador de la "resistencia popular" en contra del golpe de Estado contra Zelaya.

Zelaya respondió el jueves a esa investigación que las FARC "mandan armas, nosotros hacemos reformas sociales con votos, fortaleciendo la democracia" y negó todo vínculo con la guerrilla colombiana, igual que lo hizo antes Carlos Reyna, cuyas declaraciones censuraron totalmente las agencias.

El diario La Prensa de Nicaragua y su afín en Honduras, el diario El Heraldo, reprodujeron declaraciones de Leonel Teller, vocero del PLC, calificó de "peligroso e irresponsable" el pedido de Ortega para modernizar las Fuerzas Armadas nicaragüenses, pues el mismo se ha "enfrascado en una guerra de amenazas guerreristas imitando al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, a la vez que mantiene como huésped al ex presidente hondureño, Manuel Zelaya, quien ha hecho llamados a la insurrección y organiza una milicia popular "para atacar a su propio país desde territorio nicaragüense", versión que recogió la misma agencias española.

[Fuente: Radio La Primerísima, Managua, 31jul09]

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Informes Golpe de Estado en Honduras
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