EQUIPO NIZKOR |
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28sep05
Las amenazas e intimidaciones contra Defensores y Defensoras de Derechos Humanos persisten en Honduras.
Caso Bertha Oliva de Nativí.
A pesar de que el derecho a defender los derechos humanos se reconoció universalmente el 09 de diciembre de 1998, cuando la Asamblea de las Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre el Derecho y el Deber de los Individuos, los Grupos y las Instituciones de Promover y Proteger los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales Universalmente Reconocidos y la Asamblea General de la OEA en Junio de 1999, aprobó la resolución Defensores de los Derechos Humanos en las América, en la cual se exhorta a los Estados a otorgar a los defensores las garantías y facilidades necesarias para el ejercicio libremente de sus tareas de promoción y protección de los derechos humanos y adoptar las medidas necesarias para garantizar la vida, la libertad e integridad de los defensores, compromiso reafirmado en Junio del año 2000, mediante una segunda resolución de apoyo a la labor de los defensores, no obstante a estos compromisos, los defensores de los Derechos humanos en Honduras continuaron teniendo una difícil situación, como lo demuestra este resumen que examina el Caso de Bertha Oliva de Nativí Coordinadora General del Cofadeh.|1|.
El Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras es un de las Organizaciones de Derechos Humanos independientes más destacada de Honduras. Desde su fundación sus miembros han sido blancos de ataques, constante hostigamiento y amenazas a muerte que en la mayoría de las ocasiones se extiende a sus familiares más cercanos.
Bertha Oliva de Nativí, ha sido víctima de largas campañas de hostigamiento, ataques e intentos de desacredito a causa de su trabajo a favor de las víctimas de violaciones a los derechos humanos y en contra de la impunidad.
Su esposo Tomás Nativí Gálvez, fue secuestrado y desaparecido, por agentes del Estado de Honduras. La noche del 11 de junio de 1981, -tres meses después de su matrimonio- mientras la pareja descansaba, seis hombres fuertemente armados allanaron la residencia sometieron a la impotencia a los habitantes y secuestraron al Profesor Nativí y a su amigo Fidel Martínez que se encontraba en la casa. Bertha que contaba para ese momento con 25 años de edad y tres meses de embarazo, fue golpeada fuertemente hasta dejarla sin sentido cuando intentaba entregarle una camisa a su esposo que era llevado desnudo por sus captores que posteriormente fueron identificados como miembros del escuadrón de la muerte 3-16, órgano de inteligencia de las Fuerzas Armadas de Honduras . Los individuos la ataron de pies y manos hacia atrás, le vendaron los ojos, taparon su boca y la arrojaron en la cama envolviéndola en una sabana. Desde esta fecha emprendió una larga lucha por recuperar a su esposo, lo que la llevó por diversas delegaciones policiales, poblados y cementerios clandestinos. En 1982 fundó junto a doce familias de víctimas de la desaparición Forzada, el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras Cofadeh. A partir de 1990 se desempeña como su Coordinadora General.
Serie de hechos cronológicos:
El 26 de septiembre de 2003, a las 5:05 de la tarde, Bertha Oliva recibió dos llamadas a su teléfono celular y sólo escuchaba música de fondo, luego colgaban. Segundos más tarde recibió una tercera llamada y una voz femenina preguntó por Julio, al responder que era numero equivocado, inmediatamente timbró el teléfono convencional el cual es una línea privada que sólo ella responde, al otro lado del auricular una voz masculina y joven le dijo “Doña Bertha“, ella respondió ¿Quién habla? pero volvió a preguntar ¿usted es Doña Bertha?, al confirmarle que era ella quien respondía le dio el siguiente mensaje: “Doña Bertha hoy le matamos a su hija” mientras reía sarcásticamente, luego colgó.
Inmediatamente, ante tal amenaza, Bertha se trasladó al sitio donde su hija Bertha Marcela Palacios Oliva de 10 años se encontraba estudiando, para tomar las medidas de seguridad básicas en tales extremos.
El 27 de septiembre continuaron las llamadas anónimas al celular. Al responder no obtenía ninguna respuesta solamente se escuchaba una respiración agitada, este tipo de llamadas se repitieron por un promedio de cuatro veces. Ese mismo día en horas de la noche -a las 12:00- se recibió una llamada al teléfono convencional de su residencia. Una voz masculina dijo “Ah, Ahí estás, ¿cuando vamos a salir?, y Colgó.
El 10 de octubre de 2003, cuando se dirigía de su residencia hacia las oficinas del COFADEH, junto a su hijo Tomás Alberto Nativí Oliva, a las 9:10 AM, observó que un carro gris doble cabina marca Mazda les daba seguimiento. Logró anotar la placa. Todos los automóviles llevan dos placas una frontal y la trasera, ambas reportan el mismo número, no obstante, este vehículo registraba en su placa delantera el siguiente número: PAD 1865 y la trasera PAF 3368, que es fuera de lo usual.
Antecedentes en relación a estos hechos:
El 22 de septiembre, Bertha Oliva en calidad de coordinadora del COFADEH, interpuso un Recurso de Inconstitucionalidad ante la Corte Suprema de Justicia por razones de contenido contra la reforma al artículo 332 del Código Penal conocido como la Ley Antimaras y vigente desde el 15 de agosto de 2003. A partir de la vigencia de la reforma, a los presuntos mareros se les detiene a toda hora sin observar los mandatos del artículo 84 constitucional que prohíbe las detenciones sin previa orden judicial. Oscar Álvarez, ministro de seguridad, y el propio presidente de la República, Ricardo Maduro, a cuya iniciativa de ley se reformo el artículo en referencia, participan en las detenciones masivas que se realizan en la capital del país y en otras ciudades de importancia. Las fuerzas policiales han continuado ejecutando masivas detenciones y allanamientos domiciliares, violentando los derechos humanos no solo del presunto pandillero sino el de sus familias que en teoría gozan de las garantías protegidas por la Constitución y los Convenios Internacionales de los derechos humanos de los cuales Honduras es Estado parte.
Las reacciones a la diligencia judicial no se hicieron esperar, las radioemisoras y foros televisivos iniciaron una fuerte campaña de desprestigio tergiversando el espíritu del recurso y etiquetando a Bertha Oliva como defensora de supuestos delincuentes y mareros, en estos programas se lanzaron mensajes incitando a que se le atacara físicamente ella y a miembros de su familia. De igual forma se le acusaba de cometer actos ilícitos para beneficiar a uno de sus hijos e influenciar a los órganos del sistema de administración de justicia para que le otorgaran impunidad |2|. en un claro ataque a su derecho a la imagen y honorabilidad. Uno de los diarios escritos que recogió la nota informativa, maliciosamente la tituló con adjetivos prejuiciados. El mismo diario escribió su editorial del 24 de septiembre con sesgos ideológicos y permitió que desde sus columnas de chismes se le calumniara |3|.
La Radioemisora HRN, en su editorial del 23 de septiembre, entre otros argumentos, comentó que “El Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos, COFADEH, de su Parte a adoptado por profundizar su grado de solidaridad con la situación de los pandilleros, al presentar un recurso de inconstitucionalidad contra la reforma del artículo 332, pues esa organización está en desacuerdo con los allanamientos de los escondrijos de los mareros y con la captura de estos”.
En el mes de julio de este mismo año, específicamente a partir del 14 del mes en referencia, fue víctima de calumnias y hostigamiento en los medios electrónicos de comunicación masiva, al hacerse pública en Honduras la sentencia del 07 de junio de 2003, de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que resolvió que el Estado de Honduras violentó el derecho a la vida, a la integridad y a la libertad personal, así como la garantía del debido proceso y la protección judicial efectiva de Juan Humberto Sánchez. Un sin número de llamadas coparon los micrófonos de las principales casas de radio, calificándola como apartida y defensora de guerrilleros. Radio América, una de las más grandes e importantes radioemisoras de Honduras, emitió un editorial condenándole por el fallo desfavorable para el Estado de Honduras.
El 19 de julio del 2001, la Dirección de la Policía Nacional Preventiva la acusó criminalmente junto a otros dirigentes sociales, en el Juzgado de Letras primero de lo Criminal del Departamento de Francisco Morazán, por los delitos de Lesiones, Desacato, Desobediencia, Atentado y Delitos Cometidos por Particulares Excediéndose en el Ejercicio de los Derechos que les garantiza la Constitución, en perjuicio de diez agentes de la Policía Nacional Preventiva. La acusación se originó por las diligencias que realizó Bertha Oliva, en defensa del derecho a la Integridad y la Libertad de cientos de Pobladores del Municipio de Gualaco, Olancho, que protestaban en los bajos del Congreso Nacional por el otorgamiento de licencias ambientales que autorizaban a una corporación a construir represas hidroeléctricas que estaban causando graves daños ecológicos. Los pobladores fueron brutalmente desalojados por efectivos policiales el 18 de julio a las trece horas.
Entre los meses de marzo y la primera semana de abril del año 2000, Bertha Oliva recibió en su despacho y en su casa de habitación constantes llamadas telefónicas en forma anónima que amenazaban su vida. Las llamadas eran realizadas en forma simultánea. La hostilidad se extendió hasta oficinas de organizaciones afines en las que dejaron mensajes de desprestigio en contra de Bertha Oliva.
El 05 de abril del año referido, el Cofadeh solicitó al director de la Dirección General de Investigaciones Criminal, Wilfredo Alvarado, colocara los teléfonos del Cofadeh y de la residencia de Bertha Oliva en el sistema de llamadas maliciosas.
Este mismo año, se impulsó a través de terceras personas un proceso pre-judicial para desprestigiar la relación matrimonial de Bertha Oliva y su esposo desaparecido, Tomás Nativí Gálvez, y asimismo poner en duda la paternidad de su menor hijo Tomás Alberto Nativí Oliva. Esta campaña se ejecutó en el marco de un proceso de solución amistosa que el Estado negociaba con el peticionario en un paquete de 17 casos que conocía la CIDH, entre ellos el del esposo de Bertha Oliva.
En febrero de 1999, se desarrolló una campaña tratando de deslegitimar la actividad de Bertha Oliva a favor de los derechos humanos, la prensa la acusaba de tener una campaña en Europa de recolección de fondos para uso propio. La Campaña europea la había iniciado la prestigiosa organización Amnistía Internacional, para ampliar su membresía y no para recolectar fondos particulares para Bertha Oliva. La Campaña fue motivada en 1998, cuando Bertha Oliva fue elegida como una de las 12 Defensoras de Derechos Humanos mas Destacada en el Marco del Quincuagésimo Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
En Mayo de 1999, el Capitán retirado Billy Joya Améndola, ex integrante del Batallón de Inteligencia 3-16, desplegó una campaña de acoso e intimidación en contra de Bertha Oliva, que incluyó acciones calumniosas a través de los medios masivos de comunicación y visitas a las oficinas del Cofadeh, acompañado de periodistas.
El 06 de septiembre presentó una querella en el despacho del subdirector de Fiscales del Ministerio Público en contra de la Coordinadora General del Cofadeh.
El 05 de julio de 1999, Dora Emperatriz Oliva, hermana menor de Bertha Oliva, fue secuestrada por dos hombres de apariencia paramilitar que la mantuvieron retenida por dos horas y la amenazaron con matarla. Dora Oliva se encontraba el 05 de julio a las once de la mañana frente a la Embajada de Suecia en Tegucigalpa aguardando a su hermana Bertha Oliva que sostenía una reunión en esa sede diplomática. El 01 de mayo de 1997, su casa de habitación fue asaltada y los intrusos únicamente se llevaron su ordenador personal y los disket. Dora había facilitado al Cofadeh su ordenador para levantar la memoria de un foro que el Cofadeh desarrolló en el mes de abril de ese año.
Desde enero del año de 1998, las amenazas por la vía telefónica se intensificaron; la intervención de las líneas telefónicas fue más que evidente. En el mes de mayo, por dos ocasiones, hombres sospechosos atravesaron sus vehiculo al paso del auto de Bertha Oliva.
En abril de 1998, a través de la prensa -controlada por el gobierno-, la Empresa Privada y el Poder Ejecutivo iniciaron una campaña en contra de Bertha Oliva, aplicándole el calificativo de congelada |4| a raíz de la fuerte oposición del Cofadeh a separar a la Policía de Investigación Criminal del Ministerio Público y fusionarla con el Ministerio de Seguridad que para ese momento se estaba creando, para trasladar del ámbito militar al civil a la policía que por más de 30 años había sido una rama de las Fuerzas Armadas. El Cofadeh consideraba que sería perjudicial para los procesos de investigación y la correcta aplicación de la justicia esta fusión.
En el mes de julio de 1988, Bertha Oliva fue informada de la existencia de un plan para asesinar a su hermano menor Sabas Oliva, que se desempeña como ingeniero agrónomo en el Instituto Nacional Agrario. La acción se ejecutaría en represalia por las investigaciones que la Señora Oliva estaba realizando en relación al asesinato del líder ambientalista Carlos Luna, asesinado el 18 de mayo de 1998 en Catacamas, Olancho. El plan de asesinato se llevaría a cabo en los bosques de San Pedro de Catacamas, cuando el Ingeniero Oliva realizara una inspección y medición de unos terrenos para dictaminar su legalidad y posterior titulación. La denuncia oportuna abortó el plan.
El 27 de octubre de 1998, en horas de la mañana un hombre que burló la seguridad de las oficinas del Cofadeh, penetró al despacho de la coordinadora general Bertha Oliva de Nativí. Al entrar le dijo en tono amenazante: “Vengo a matarte”. Bertha le respondió, “hacelo”. El sujeto se sentó en uno de los muebles y le dijo tener 15 días de darle seguimiento. Le relató la forma en que andaba vestida durante esos días. Asimismo le narró que en dos ocasiones iban a matarla. Una vez, saliendo de su residencia y en otra, en las inmediaciones de la oficina. Aseguró que cuando salía de su casa no la mataron porque ella vio hacia atrás y pensaron que se había percatado de su presencia e identificándolos. En esas fechas, el vigilante del parqueo, donde Bertha estacionaba su carro, le informó que sujetos desconocidos preguntaron cuál era el carro de Bertha Oliva y la propietaria de un negocio de souvenir ubicado contiguo a las oficinas del Cofadeh, le aseguró que dos hombres le preguntaron a que horas llegaba Bertha Oliva a su oficina.
El individuo que dijo apellidarse Lemus, también le dijo a Bertha que el plan para matarla se había diseñado en el Hotel Condesa Inn de Comayagüela, para gastos de seguimiento les habían entregado 35 mil Lempiras, y se motivaban en las declaraciones que ella brindó a la prensa sobre el asesinato de Carlos Luna y los presuntos responsables. Le aseguró que no la mataba en ese momento porque ella en 1987 le ayudó a un pariente de él que estaba preso en ese momento.
En septiembre de 1997, la entonces Contralora General de la República, Vera Sofía Rubí, públicamente le sugirió a Bertha Oliva que mejor se fuera de Honduras, si creía que en Honduras no había Justicia ni Transparencia, en vez de permanecer denunciando los hechos.
El 20 de marzo de 1997, Bertha Oliva recibió información a cerca de un hombre que dijo haber tenido contacto con un plan para matar a Liduvina Hernández, presidenta del Cofadeh y a Bertha Oliva a cambio de una fuerte suma de dinero e indicó que habían otras personas que recibieron la misma oferta.
De acuerdo con el informante, el plan para ejecutar a Liduvina Hernández y a Bertha Oliva después, fue ideado por los militares Raymundo Alexander Hernández Santos, Billy Joya Amándola y Manuel de Jesús Trejo Rosa, todos ellos prófugos de la justicia desde hacía aproximadamente 18 meses. De acuerdo con las características físicas descritas por el informante, todo parecía indicar que el contratante era el mayor retirado Manuel de Jesús Trejo Rosa.
Presuntamente el móvil de esta nueva amenaza a la vida e integridad de Bertha Oliva y Liduvina Hernández se basaba en las órdenes de captura emitidas por el Juzgado Primero de Letras de lo Criminal de Francisco Morazán en contra de nueve altos oficiales vinculados a la desaparición forzada en forma temporal de seis estudiantes en 1982. Caso en el que el Cofadeh había estado muy activo exigiendo su captura y publicó un cartel con sus rostros y nombres en el que se señalaba que eran fugitivos.
El 10 de mayo de 1995, la Coordinadora General del Cofadeh, Bertha Oliva de Nativí, recibió una carta cuestionándole unas declaraciones públicas que emitió con relación a un anónimo de amenazas a muerte que recibió Aníbal Puerto, asesor jurídico del Cofadeh para ese momento.
El 14 de marzo Aníbal Puerto fue amenazado de muerte por un presunto Foro Permanente de Municipios que no existía, pero que las siglas FMP fueron utilizadas por los escuadrones de la muerte durante los años ochenta.
El 27 de abril de 1995, los oficiales del ejército Jordy Montañola Escobar, ex jefe de la sección de Análisis y Procesamiento de información del 3-16 y para este año Comandante del Batallón de Comunicaciones Estratégicas de las Fuerzas Armadas, Antonio Guzmán Alvarenga y Alexis Misael Luque, los dos últimos agentes especiales asignados a la seguridad del Presidente Carlos Roberto Reina, presentaron una querella ante el Juzgado Primero de Letras de lo Criminal contra Bertha Oliva de Nativí, por el delito de calumnia continuada. La acción fue promovida por el abogado Rafael Medina Díaz.
El 20 de abril el comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, Luis Alonso Discua Elvir, anunció que la institución armada demandaría a la dirigencia del Cofadeh por acusar injustamente a los miembros de la guardia de Honor Presidencial de contribuir a crear caos en la seguridad del Presidente en San Pedro Sula, mediante el estallido de una granada.
El 03 de marzo de 1995, durante el desarrollo del tradicional plantón pacifico del primer viernes, dos agentes encubiertos asignados a la Unidad de Comunicaciones Estratégicas de las Fuerzas Armadas vigilaron y persiguieron a Bertha Oliva. Uno de ellos fue fotografiado e identificado como Ismael Cárdenas.
El 28 de marzo el identificado agente cuya foto fue publicada por diarios de Tegucigalpa y San Pedro Sula, se presentó en el Bufete del abogado Arturo Ramírez Gómez, asegurando llamarse José Mario Hernández Barahona y proponiéndole a la coordinadora del Cofadeh un arreglo extrajudicial, el cual fue rechazado por la señora Oliva de Nativí, invitándolo si se sentía ofendido en sus derechos fundamentales concurrir a los tribunales de competencia en igualdad de condiciones.
El 11 de noviembre de 1994, el vocero de la Fuerza de Seguridad Pública, capitán Danilo Orellana, amenazó con demandar a la dirigencia del Cofadeh por difamación, injuria y calumnia por sus declaraciones en el caso de secuestro seguido de asesinato del ciudadano Orlando Jiménez Antúnez en julio de 1994, en el cual tuvieron responsabilidad los oficiales José Antonio Cuellar Ríos, Marden Romero Sánchez, Ramón Oswaldo Tinoco y Donaldo Molina Villalobos.
Bertha de Nativí en su oportunidad afirmó que en este caso hay muchas cosas que la opinión pública debe de saber. Primero, que fue una ilegalidad, y un abuso de poder por parte de los militares que hicieron este tipo de trabajo, que el hecho refleja la ausencia de justicia, recomendando que los militares debían de ser castigados por la ley.
El 27 de junio de 1994, a las 8:15 de la mañana, cuando la secretaria del Cofadeh revisó los mensajes de la receptora automática, escuchó en la cinta el siguiente mensaje. Esta es la primera advertencia. Escuchen perras, ya dejen de buscar a sus perritos por que están muertos. Tengan cuidado con lo que hacen: dejen de hablar tanto por la radio y la televisión. ¿No quieren más desaparecidos verdad? Porque si no ustedes van a ser los siguientes, Sanidad Social.
La SS es un grupo paramilitar que surgió en Honduras en 1982, para intimidar a los parientes de los primeros desaparecidos que exigían información ante las autoridades civiles y militares de la época.
El 14 de marzo de 1994, mientras una delegación europea visitaba las oficinas del Cofadeh para conocer la situación de los derechos humanos en Honduras, un hombre no identificado llamó al número telefónico privado de la Coordinación General del Comité para emitir sonidos guturales de terror, llamadas que se repitieron varias veces durante la entrevista.
El 10 de marzo de 1994, la Coordinadora del Comité recibió en su despacho más de 15 llamadas en su teléfono y el sujeto al otro lado de la línea se limitaba a emitir sonidos guturales simulando una personas con discapacidad mental, similares llamadas recibió en su residencia esa noche.
El 02 de Marzo de 1994, una llamada telefónica que sostenía Bertha Oliva de Nativí, con Aurora García Gómez, hermana del desaparecido Miguel Angel García Gómez, fue interrumpida con insultos y advertencias a Oliva de Nativí. Te vamos a matar a vos y a toda tu familia. Inmediatamente el sujeto que interceptó la llamada puso una marcha fúnebre y rió en forma de burla; en el transcurso del día la acción se repitió varias veces.
En mayo de 1991, cuando la Coordinadora del Cofadeh realizaba diligencias para conmemorar la Semana Internacional del Detenido Desaparecido, fue seguida y amenazada con un arma de fuego por el agente de la Dirección Nacional de Investigación (DNI), identificado como José Martínez, alias Popeyes.
El 10 de octubre de 1988, hombres armados vestidos de civil junto a agentes de la Dirección Nacional de Investigación (DNI) se presentaron a las oficinas del Cofadeh y después de encañonar con sus armas a la persona que abrió la puerta, le enviaron el siguiente mensaje a Bertha Oliva. “Que si no dejaba de hacer campaña a favor de Roger González ella sería la siguiente desaparecida”.
Roger González desapreció el 19 de abril de 1988, el Comandante de las Fuerzas Armadas, Humberto Regalado Hernández, declaró que podía estar oculto en el extranjero o podría haber sido asesinado por grupos que pretendían convertirlo en mártir. Bertha Oliva le respondió en esa ocasión que mientras no hubiese pruebas -de lo contrario-, el COFADEH consideraría a las Fuerzas Armadas como responsables del secuestro y desaparición de Roger.
COFADEH, Tegucigalpa, 28 de septiembre de 205
Notas.
[1] Comité de Familiares de Detenidos Desparecidos en Honduras, fundado el 30 de noviembre de 1982. [Volver]
[2] El día 23 de septiembre una señora –cuyo nombre no se consigno- llamo al programa Temas del Día de la emisora HRN, asegurando que a mi hijo lo habían detenido con cocaína y que Bertha Oliva habló con el Fiscal y la Presidenta de la Corte para que lo liberaran. [Volver]
[3] El Heraldo página 42 del 23 de septiembre de 2003 “COFADEH a favor de la Maras”; página 12 sección Apuntes y página Editorial del 24 de septiembre. [Volver]
[4] Calificativo aplicado a las personas que se les considera de izquierda. [Volver]
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