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15abr11
Conflicto magisterial, resolución a la vista: Borrón y deuda nueva
Tras las revueltas callejeras de marzo que dejaron como saldo trágico la muerte de una docente, detenidos y acusados en los tribunales por el delito de sedición, 305 docentes sancionados, destrozos económicos a la empresa privada, la dirigencia magisterial y el Gobierno se encaminaban anoche a poner fin al conflicto que mantuvo fuera de las aulas a niños y jóvenes de la escuela pública.
La crisis duró un mes. Encontrar respuestas a la misma, un día.
Bastó que los dirigentes magisteriales accedieran a retornar a la mesa de diálogo, de la que se retiraron en protesta por la decisión del Gobierno de sancionar a 305 maestros que a nivel nacional desatendieron el llamado oficial a retornar a clases una vez que la huelga decretada por los docentes fuera declarada ilegal, para que las soluciones al conflicto comenzaran a fluir.
A las negociaciones se integraron ex dirigentes magisteriales, abogados y economistas, entre otros profesionales, para coadyuvar a la solución de la crisis. Incluso personajes que hasta hace unos meses desconocían al nuevo gobierno y al presidente Lobo, calificándole de “sucedáneo” de lo que llamaron “golpe de estado” en alusión a la crisis del 2009.
Todos se distribuyeron en las cuatro mesas de trabajo instaladas en la misma sede del Poder Ejecutivo para comenzar a visualizar las rutas de solución a la problemática.
A primeras horas de la noche se anunció que los acuerdos iban por buen camino, y que este viernes, serán refrendados por el presidente, Porfirio Lobo, y el titular del Poder Legislativo, Juan Orlando Hernández.
Entre los acuerdos resalta que “la suspensión ha quedado sin valor y efecto, incluso se ha ordenado a la gerencia de Recursos Humanos que no puede hacer retenciones de salario”, dijo el dirigente magisterial Orlando Mejía.
Las partes deben deponer las medidas de represión no solo de parte del Gobierno sino también las que vienen de parte de los maestros, declaró, por su parte, el dirigente magisterial, Edwin Oliva.
“Ese consenso de la mesa técnica le permite al gobierno y a la dirigencia magisterial tomar decisiones con mayor facilidad”, expuso Oliva.
Los docentes propusieron además derogar la ley que deja en suspenso el régimen económico del Estatuto del docente, y se ha propuesto un mecanismo alterno para resolver esa problemática.
El Gobierno, dijo, ha reconocido la deuda del crecimiento vegetativo correspondiente a los años 2008, 2009 y 2010, “y están definiendo el mecanismo para cumplir esa obligación”.
Sobre las demandas administrativas incoadas por el Tribunal Superior de Cuentas (TSC) contra centenares de docentes “se ha decidido que será con el Tribunal que se va a determinar la forma de resolver al final este reclamo”.
Los maestros han propuesto crear un Foro por la Educación “con reconocidos profesionales” que permita en un plazo no mayor de 120 días tener una verdadera propuesta reforma educativa alineada con el Plan de Nación y a través de un gran pacto nacional que será convocado por el Poder Ejecutivo.
Sobre los docentes detenidos, se ha determinado “procurar en el marco de la legalidad la libertad definitiva de los maestros detenidos y procesados durante el conflicto magisterial”.
El tema del INPREMA, que generó la crisis, fue el primero en resolverse. Las partes están de acuerdo con que se haga una auditoría administrativa, financiera, que permita conocer la real situación de ese sistema de previsión. Hay consenso en que se deben hacer reformas al sistema que garanticen su sostenibilidad, dijo Oliva. No objetan la comisión nombrada por el Gobierno.
El secretario general de Educación, Aníbal Delgado Mejía, dijo que el diálogo ha sido de mucha altura “y los avances son muy significativos y todo apunta que en las próximas horas este problema se va a resolver”.
Las partes se reencontrarán esta mañana para afinar los acuerdos y firmar de ser posible el acuerdo que ponga fin a la problemática.
Tras las revueltas, los docentes se comprometen una vez más a cumplir “al pie de la letra” el calendario académico y cumplir, por primera vez, con el sueño de los hondureños “de tener por primera vez en años, los ansiados 200 días de clases”.
[Fuente: Proceso Digital, Tegucigalpa, 15abr11]
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