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25jul09
El paraíso: cabeza de playa
La presencia del Presidente de Honduras, José Manuel Zelaya Rosales, en la frontera con Nicaragua, en la aduana de Las Manos, del Departamento del Paraíso, tiene semánticamente varias connotaciones políticas importantes. Aunque de acuerdo con el decurso de los acontecimientos, escribir reflexivamente sobre ellos, implica hacerlo detrás de cada suceso como una meditación retrasada.
Una de las primeras significaciones que se desprenden, es que el pueblo lo necesita en suelo patrio para proseguir con mayor convicción la lucha para derrotar la dictadura. De hecho, muchos ciudadanos al ser atrapados por los retenes en la carretera que conduce el oriente, decidieron subir y bajar montañas para salir al encuentro de su Presidente.
Otra reflexión importante es demostrar al mundo y al gobierno norteamericano, que la solución está en manos del pueblo y que con ello se muestra la dictadura represiva que está siendo filmada y trasladada al mundo entero, sin que el gobierno michelettista y el poder militar puedan hacer nada por evitar la brutalidad de que son capaces, con tal de aplastar la libertad de la cual hace uso la ciudadanía hondureña.
El concepto que la Secretaría de Estado del gobierno de Barack Obama expresa es que el presidente Zelaya es imprudente al pisar suelo patrio, como si fuese un extranjero o un paria sin patria, el más olanchano de los olanchanos de los últimos tiempos. Calificar esta acción de Zelaya como imprudente sólo sirve para demostrar que está condenado a la expatriación para dejarlo aislado de su pueblo, y así facilitar finalmente la instalación definitiva de la dictadura más cavernaria del continente.
Otra dimensión de estas significaciones es que el departamento de El Paraíso podría convertirse en la capital del gobierno democrático de Mel Zelaya, si por ejemplo la ciudadanía hondureña se trasladara masivamente hacia uno de las regiones más liberales de todo el país.
Esta prueba de fuego, en esta coyuntura, implica una estrategia nueva que permitiría pintar de color de pueblo una zona de gran connotación política a favor del Partido Liberal, aunque en este momento, ya los partidos tradicionales han sido trascendidos por la historia de la unidad popular, en la cual sólo caben los hondureños beligerantes, críticos y amantes de la libertad.
Al continuar la represión lo único que se obtiene como efecto es desgastar la poca credibilidad de un gobierno represivo, que ha conculcado todos los derechos humanos.
La comunidad internacional, finalmente, al ver la firmeza del pueblo, tomará decisiones más fuertes que deberán debilitar al máximo una locura esquizofrénica por el poder político, misma que posiblemente, en el siglo XXI, en plena época de la cibernética y conquista definitiva del espacio extraterrestre, sea ya una rara avis que habría la necesidad de estudiar en seminarios especiales de patología política como una materia de nuevo cuño.
[Fuente: Por Galel Cárdenas, Tegucigalpa, 25jul09]
Informes Golpe de Estado en Honduras
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