EQUIPO NIZKOR |
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19dic03
La CIDH condena al estado de Guatemala por la ejecución extrajudicial de Myrna Mack.
Como una medida de reparación, la Corte ordena al Estado reconocer públicamente su responsabilidad en este crimen; debe publicar en diarios nacionales los hechos probados ante esta Corte; así como celebrar actos públicos, con presencia de las más altas autoridades del Estado, para desagraviar la memoria de Myrna Mack y para honrar la memora del investigador policial José Miguel Mérida Escobar.
La Corte ordena al Estado pagar indemnizaciones y costas judiciales por un valor total de US$ 784,000.00. La parte que corresponde a Helen Mack y a la Fundación Myrna Mack será invertida en proyectos para impulsar la reforma de los aparatos de seguridad e inteligencia y del sistema de administración de justicia; y para financiar las etapas que quedan pendientes en el proceso judicial nacional.
La Corte ordena que el Estado continúe con la persecución penal contra todos los autores materiales e intelectuales de esta ejecución extrajudicial; y contra los responsables del encubrimiento. También ordena eliminar todos los mecanismos de impunidad que han impedido hasta ahora el esclarecimiento y la sanción del crimen.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió, por unanimidad, una condena contra el Estado de Guatemala, por hallarlo responsable de la ejecución extrajudicial de la antropóloga social Myrna Elizabeth Mack Chang, quien el 11 de septiembre del año 1990 fue víctima de una operación ilegal de inteligencia ejecutada por el Departamento de Seguridad del Estado Mayor Presidencial.
La resolución de fondo, de más 150 páginas, fue emitida el 25 de noviembre del presente año y está suscrita por el presidente de la Corte, Antonio Cancado Trinidades; los jueces Hernán Salgado, Sergio García Ramírez, Máximo Pacheco, Alirio Abreu, Oliver Jackman y Carlos de Roux; el secretario de la Corte, Manuel Ventura; y el juez ad hoc por el Estado de Guatemala, Arturo Martínez Gálvez.
La sentencia declara, por unanimidad, incluyendo al juez ad hoc nombrado por el Estado, que el Estado de Guatemala violó el derecho a la vida de Myrna Mack; violó el derecho a la protección judicial y a las garantías judiciales de la familia Mack en su búsqueda de justicia; y que violó la integridad personal de la familia (por las amenazas e intimidaciones sufridas desde 1990).
Helen Mack manifestó su satisfacción por la celeridad y el apego a la justicia con que ha trabajado la CIDH, que en menos de dos años conoció y resolvió las acusaciones que tanto la familia Mack como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos presentaron contra el Estado guatemalteco.
Según Helen Mack, esto demuestra que cuando los órganos judiciales son independientes, objetivos e imparciales, es posible obtener verdad, justicia y reparación dentro de los plazos razonables. Esto contrasta, de forma patética, con la actuación del sistema judicial guatemalteco, que no ha tenido voluntad ni capacidad para resolver, esclarecer y sancionar este crimen a más de trece años de haber sido cometido; y que en todo este tiempo le ha hecho el juego a la impunidad, la denegación de justicia, el encubrimiento y el litigio malicioso.
Con esta condena, el Estado de Guatemala queda, de nuevo, expuesto nacional e internacionalmente, en el marco de una resolución judicial, como responsable de haber violado el derecho a la vida de Myrna Mack y de causar serios daños morales y materiales a su familia; así como por haber denegado justicia; por encubrir y obstaculizar la investigación criminal en este caso.
Helen Mack y la familia Mack Chang se encuentran satisfechas con la condena y con las medidas de reparación estipuladas por la CIDH, las cuales deben ser cumplidas en el plazo de un año. La familia Mack Chang, la Fundación Myrna Mack, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos estarán pendientes de que esta sentencia sea debidamente ejecutada.
Este
documento ha sido publicado el 23dic03 por el Equipo
Nizkor y Derechos Human
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