EQUIPO NIZKOR |
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19feb03
El Estado de Guatemala abandonó el juicio ante la Corte Interamericana.
Técnicamente, el Estado ha incurrido en desacato, contumacia, rebeldía y abandono de defensa.
El Estado de Guatemala abandonó esta mañana el juicio que desde el martes 18 de febrero celebra en su contra la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en donde se le juzga por su responsabilidad institucional en el asesinato de Myrna Mack y la posterior denegación de justicia. El Estado anunció, además, que sólo volverá a la audiencia la tarde del jueves para plantear una posición final.
El representante del Estado, Ricardo Alvarado Ortigoza, dijo que como hombres de Estado no pueden seguir escuchando testimonios que debilitan al Estado de Guatemala y a su sistema de administración de justicia. Sin embargo, el Estado mismo - a través del canciller Edgar Gutiérrez- había aceptado ya un grado de responsabilidad institucional porque no se hizo justicia pronta y debida en el caso Myrna Mack.
De acuerdo con la interpretación de expertos en el Sistema Interamericano de Protección de Derechos Humanos, la decisión del Estado de retirarse del juicio significa -técnicamente- que ha incurrido en desacato, contumacia, rebeldía y abandono de la defensa. Los representantes del Estado, al abandonar del juicio contra su representado, posiblemente buscan fines maliciosos ulteriores, como desconocer todo lo actuado en estas audiencias. Revela también que el Estado de Guatemala no acata la decisión de la Corte, en el sentido de haber iniciado juicio aún cuando se le solicitó suspenderlo.
Sin embargo, el reglamento de la Corte Interamericana establece que si una de las partes se retira, el proceso judicial continúa sin alteración alguna; y dice también que si una de las partes se incorpora tardíamente, esto no afecta las etapas ya precluidas. Esto quiere decir que el juicio y todo su contenido siguen teniendo validez y la tendrá también la sentencia que emita la Corte Interamericana posteriormente.
Por lo demás, es la primera vez que un Estado miembro del sistema interamericano se retira una vez que se ha iniciado un juicio en su contra. Esta situación sólo es comparable con la posición asumida por Perú, durante el gobierno de Alberto Fujimori, que se negó a comparecer a un juicio. La diferencia estriba en que Guatemala sí aceptó ir al juicio y luego se retiró.
Por su parte, Helen Mack considera que, con su actitud, los representantes del Estado reiteran que su comportamiento es errático, confuso e incoherente. Por un lado aceptan cierto grado de responsabilidad institucional en el caso Myrna Mack, pero luego se niegan a escuchar los testimonios y peritajes que sustentan las acusaciones contra el Estado, que a su vez derivan en esa responsabilidad institucional.
Además, dijo Helen Mack, el abandono del juicio constituye un agravio, una falta de respeto y una bofetada a la Corte Interamericana y al sistema interamericano en su conjunto. Técnica y tácitamente esto equivale a desconocer a este sistema y su competencia.
Helen Mack pedirá que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos haga un informe y exponga este comportamiento del Estado de Guatemala ante los órganos competentes de la Organización de Estados Americanos.
El Estado de Guatemala no quiere escuchar la verdad de este asesinato, no quiere aceptar la denegación de justicia que hay en Guatemala y sigue protegiendo y encubriendo a las estructuras militares del Estado que observaron comportamientos criminales. Con esto, el Estado de Guatemala sigue entorpeciendo el establecimiento de la verdad y actúa como cómplice de los crímenes institucionales cometidos en el pasado reciente.
20 de febrero de 2003
Fundación Myrna Mack
DDHH en Guatemala
Este documento ha sido publicado el 20feb03 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights