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14may03
Grave retroceso de la justicia en el caso de Myrna Mack.
La Federación Internacional de Derechos Humanas (FIDH) condena firmemente la sentencia absolutoria emitida por la sala 4ª de la Corte de Apelaciones de Guatemala el pasado 7 de mayo, mediante la que se libera al coronel Juan Valencia Osorio y a dos militares condenados en primera instancia por el asesinato de la antropóloga Myrna Mack.
La FIDH recuerda que el 3 de octubre de 2002, el Tribunal Tercero de Sentencia condenó en particular al coronel Juan Valencia Osorio a 30 años de prisión, tras probarse su responsabilidad en la transmisión de la orden de asesinar a Myrna Mack. Esta sentencia había sido interpretada por la sociedad civil guatemalteca y por la comunidad internacional como un paso importante para romper con el círculo de impunidad.
La FIDH expresa su extrema preocupación por las inconsistencias de la sentencia absolutoria emitida en segunda instancia, en la que no se presentaban argumentos de hecho ni de derecho. La sala 4ª se extralimitó en sus funciones, ya que emitió una sentencia sobre hechos y argumentos que no fueron expuestos por las partes procesales. Además, la absolución de los acusados se fundamenta en la falta de responsabilidad del Estado Mayor Presidencial, al que se encontraban vinculados los acusados, sin que se considerase la responsabilidad individual de estos últimos, la que fue ampliamente probada en primera instancia.
La FIDH se encuentra tanto más preocupada si se considera que la misma sala 4ª de la Corte de Apelaciones había absuelto el 8 de octubre de 2002 a tres militares y a un párroco responsables del asesinato de monseñor Gerardi, debido a la existencia de "irregularidades" en el primer proceso.
De este modo, los dos casos más significativos del avance de la justicia en Guatemala: el caso Gerardi y el caso Myrna Mack, se tornan en casos paradigmáticos de la negación del Estado de Derecho en Guatemala y de la activa presencia del sector militar, responsable de los crímenes de lesa humanidad cometidos en este país. La persistente impunidad se manifiesta igualmente en las amenazas y en los actos de hostigamiento cotidianos contra los operadores de justicia, incluso al más alto nivel y en la presencia de responsables de graves violaciones de derechos humanos en cargos relevantes de la vida política.
La FIDH espera que el recurso de casación que será presentado por la familia Mack ante la Cámara Penal de la Corte Suprema de Justicia sea acogido favorablemente. En este sentido, la FIDH urge a esta instancia a adoptar una decisión que considere las irregularidades de forma y de fondo contenidas en esta sentencia absolutoria, sobre la base de los principios de independencia judicial, imparcialidad, objetividad y apego al derecho. De igual manera reclama una investigación disciplinaria y penal, imparcial y oportuna, sobre los magistrados comprometidos en esta decisión.
La FIDH llama así mismo a la Comisión Europea a reconsiderar sus aportes al sector justicia en Guatemala, hasta tanto no se den muestras fehacientes de que se quiere avanzar en la consideración de un Estado de Derecho.
[Fuente: Federación Internacional de Derechos Humanos, París, Fra, 14may03]