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09jul10
Los diez espías vuelan a Rusia en cumplimiento del intercambio con Moscú
El embarazoso caso de espionaje que enturbia la nueva era de relaciones entre Rusia y Estados Unidos ha quedado cerrado con el mayor canje de agentes secretos desde la guerra fría, que ambos países han tratado de llevar a cabo con relativa discreción. Los 10 espías que el 28 de junio fueron detenidos en varios puntos de EE UU han sido ya deportados y se encuentran en un avión que les lleva de camino a Rusia tras declararse culpables de los cargos que les imputaba un tribunal de Nueva York, hasta donde fueron trasladados ayer jueves para comparecer ante el juez Kimba M. Wood, encargado del caso. A cambio, Moscú entrega a cuatro agentes occidentales de nacionalidad rusa retenidos allí. El presidente ruso, Dmitri Medvédev, ha firmado a primera hora de la mañana el decreto de excarcelación.
Así, EE UU intercambia a la periodista Vicky Peláez, su esposo, el conocido hasta ahora como Juan Lázaro y cuyo nombre real es Mikhail Anatonoljevich Vasenkov; Anna Chapman; el matrimonio Cynthia y Richard Murphy, Mikhail Kutsik (conocido como Michael Zottoli), Natalia Pereverzeva (conocida como Patricia Mills) y Mikhail Semenko, así como los conocidos por Tracey Lee Ann Foley y Donald Howard Heathfield. A cambio, Rusia libera a Igor Sutiaguin, Alexandre Zaporojski, Guennadi Vassilenko y Serguei Skripal.
Austria "ni confirma ni desmiente"
La cadena de televisión estadounidense NBC ha difundido unas imágenes de algunos de los espías detenidos en EE UU embarcando en un jet de la compañía Vision Airlines en el aeropuerto de LaGuardia. El avión fletado por las autoridades rusas, ha despegado a las 22.00 hora local (5.00 en la España peninsular) con destino inicial a Viena, según medios estadounidenses. Sin embargo, el Gobierno de Austria "no confirma ni desmiente" el hecho conocido de que el canje se efectúe vía Viena. "No es nuestra historia. Por eso no puedo confirmar ni desmentir", ha dicho esta mañana Rudolf Gollia, portavoz del Ministerio austriaco del Interior, a la agencia austriaca APA. La postura de "no dar información" es la misma adoptada ayer sobre la supuesta presencia en la capital austriaca del científico ruso Sutiaguin, que cumplía condena por espiar para el Reino Unido. Según dijo a la agencia rusa Interfax Ernst Chiorni, secretario de la Asociación de defensa de científicos rusos acusados de espionaje, Sutiaguin, un experto nuclear de 45 años, fue trasladado ayer a Austria para su eventual canje por una espía rusa detenida en EE UU.
Al tiempo que los 10 agentes rusos se declaraban culpables ante el tribunal de Nueva York, el Departamento de Estado de EE UU anunció que había llegado a un acuerdo con Rusia por el cual Moscú aceptaba, a cambio de la "deportación inmediata" de estos, liberar a cuatro personas encarceladas por sus supuestos vínculos con agencias de espionaje occidentales. Y así lo ha confirmado poco después el presidente ruso al firmar el decreto de excarcelación sobre las 7.00 hora peninsular española. Según relata el diario The New York Times, el científico ruso Igor Sutiaguin, que cumplía una condena de 15 años en Moscú por espiar para EE UU, puede haber sido ya puesto en libertad. A su vez, fuentes conocedoras de la operación daban por hecho que una de los 10 agentes que operaban en EE UU, Anna Chapman, 28 años, iba a llegar de incógnito a Moscú por la noche.
Sobre Chapman se han escrito ríos de tinta, más por su presencia física al estilo de las espías de James Bond que por sus dotes como agente de inteligencia. De hecho, ninguno de los detenidos en Estados Unidos tuvo acceso a secretos nacionales y ninguno llegó a ser acusado de espionaje. A todos se les imputaban cargos de conspiración y a algunos de ellos de lavado de dinero. Todos ellos confesaron haber trabajado para un país extranjero sin haberse registrado ante la justicia de Estados Unidos, un delito menos serio que el espionaje pero cuya condena podría haber sido de hasta cinco años de prisión. Además, nueve de ellos se enfrentaban también a acusaciones de lavado de dinero, lo que se podría haber traducido en hasta 25 años de cárcel.
Entre los detenidos que deporta EE UU se encuentra Vicky Peláez, una periodista peruana que trabajaba para el diario en español de Nueva York El Diario / La Prensa, uno de los de mayor repercusión entre la comunidad latina. Tanto ella como su esposo, el conocido hasta ahora como Juan Lázaro y cuyo nombre real es Mikhail Anatonoljevich Vasenkov, viajan a Rusia pese a que ella "no tiene ningún tipo de conexiones" en ese país, según declaró uno de sus abogados a la salida del juzgado. Al parecer, la peruana ha llegado a un acuerdo con las autoridades rusas en el que éstas se comprometen a ofrecerle vivienda gratuita en Rusia, visados para sus hijos y viajes a gastos pagados para ellos, así como una pensión de 2.000 dólares de por vida para ella.
La resolución del incómodo incidente ha sido veloz. En menos de 10 días se han producido diferentes encuentros entre la diplomacia rusa y la estadounidense, entre ellos una reunión entre el embajador de Rusia en Washington, Serguei Kisliak, y el subsecretario de Estado estadounidense, William Burns, donde se llegó a la conclusión que la mejor manera de zanjar el asunto sería con un intercambio de espías. De esta manera, Washington y Moscú están tratando de no tirar por la borda la ratificación en EE UU del nuevo tratado de desarme nuclear. Durante la época de la guerra fría posterior a la II Guerra Mundial y la polarización del mundo en dos bloques -aquellos que seguían a EE UU y los que obedecían a los soviéticos-, Occidente y el conocido como Este practicaban los canjes de espías, sobre todo en el puente de Glienicke que unía Berlín Occidental con la Alemania Oriental.
Una vieja práctica de la guerra fría
- 1962. Estados Unidos libera al coronel del KGB, la policía política de la antigua Unión Soviética, Rudolf Abel, a cambio de Gary Powers, piloto de un avión-espía U-2 abatido por los rusos en 1960.
- 1969. Reino Unido acuerda un canje con la Unión Soviética para liberar al profesor británico Gerald Brooke, detenido en 1965 por espionaje y condenado a pasar cuatro años en los campos de trabajo. A cambio, Reino Unido excarcela a los agentes soviéticos Peter y Helena Kroger.
- 1981. El agente de la Stasi, la policía secreta de la RDA, Günter Guillaume, logra su liberación tras un canje con espías occidentales.
- 1985. Espías de EE UU, que habían sido detenidos en Europa del Este, son trasladados a su país a cambio de la liberación de un importante agente polaco, Marian Zacharski, detenido en 1981, y otros tres espías.
- 1986. La URSS libera al disidente y matemático judío de origen ucranio, Anatoly Sharansky, y a tres agentes occidentales. Los cuatros son canjeados por el matrimonio Karl y Hana Koecher, agentes del KGB, y otros dos espías.
[Fuente: El País, Madrid, 09jul10]
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