 | Este documento ha sido publicado el 15ago05 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights |
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28jul05
La realidad luego de los atentados terroristas.
Índice
El Nuevo Estado Totalitario. Invasiones y Economía. Los dos planteos. Qué hacer frente a este nuevo panorama Partida de Ajedrez. Avance del Totalitarismo en todos los niveles. La luz de la razón y el límite moral.
Los Derechos Humanos y su nuevo rol ante el Estado inquisidor.
El Nuevo Estado Totalitario.
Tomás de Torquemada murió hace ya muchos años. De sus teorías e historia solo quedan relatos en revistas y bibliografía especializada. Pero ante los atentados terroristas en Estados Unidos, España, Gran Bretaña y lo que sucede en Afganistán e Irak, la nueva inquisición es moneda corriente y el pensamiento de Torquemada es fácilmente perceptible en los discursos de los líderes del autodenominado eje del bien: Bush y Blair. Los terroristas no hubieran podido acabar con las democracias occidentales por si solos, pero con al ayuda del Gobierno Norteamericano e Ingles lo están consiguiendo. El derecho penal ha dejado de ser el límite del poder del Estado para ser la herramienta preferida para supuestamente combatir al “eje del mal”. Pero lamentablemente parece ser una herramienta incapaz de poner límites a los atentados terroristas.
El uso de leyes que restringen las garantías individuales y otorgan súper poderes a las fuerzas de seguridad hacen nacer a Estados totalitarios sin respeto por sus ciudadanos, paradójicamente consiguiendo lo que el terrorismo pretende y no puede.
Una clara muestra de esto es la reacción de Blair luego del atentado en Londres. El Primer Ministro británico solicitó más poderes para la policía y los servicios secretos. Mientras tanto, Bush insiste con la prórroga de la Patriot Act, una ley aprobada luego del 11 de septiembe, que limita las garantías individuales.
Como bien dice la periodista Británica Isabel Hilton “el terrorismo solo no puede destruir la democracia, pero puede provocarnos para que nosotros lo hagamos. El Estado no debe hacer lo que el terror no puede” [1].
Invasiones y Economía.
Noam Chomsky [2] en su articulo titulado “La Guerra Que Bush Predijo”, sostuvo que Estados Unidos intenta mantener su control sobre Irak, porque el país de medio oriente figura en segundo lugar entre las naciones con mayores reservas de crudo del mundo y está situado en el centro de los principales recursos energéticos, pero lo que es importante destacar es el análisis que hace el escritor cuando manifiesta que “Este es un cálculo racional, basado en la presunción de que la supervivencia humana no es muy importante en comparación con la obtención de ganancias y poder a corto plazo”.
Esto confirma la idea de que la invasión a Irak y Afganistán no sirvió para poner límite al terror ni al terrorismo pero si para expandir la economía norteamericana y duplicar el producto bruto Ingles.
Los ataques no fueron útiles para llevar la guerra a la casa del enemigo pero si para traer el miedo a nuestras casas. Por el contrario, la guerra generó dos grandes campos de producción de terroristas y un reclutamiento prácticamente infinito de nuevos brazos dispuestos a ser parte de Al Quaeda.
Pero en una economía de mercado el problema no se mide en muertes humanas sino en barriles de petróleo que ahora, en manos de EE.UU. es convenientemente caro. ¿Cuántos barriles de petróleo valen las vidas de los soldados norteamericanos y de los civiles Irakies que mueren cada día? ¿Cuánto vale la vida de 32 niños masacrados cuando buscaban golosinas?.
Los dos planteos.
En primer término el terror sirve de justificación para destruir las democracias y dar lugar al Estado Inquisidor. La historia nos enseña que el Estado Totalitario Ruso finalmente cayó ante la libertad, pero ahora este mismo sistema ha renacido en las grandes potencias y por lo tanto se empieza a imponer en el resto del mundo con el argumento del combate al terrorismo y la Seguridad.
En los altares de la seguridad vemos todos los días sacrificar nuestra calidad de ciudadanos y nuestros más elementales derechos y ni siquiera nos inmutamos. Así, por ejemplo, Tony Blair, dijo ahora que la ley de prevención del terrorismo (declarada ilegal por la Cámara de los Lores por afectar derechos humanos) será aprobada.
En segundo lugar el poder de la economía y la dominación de los recursos energéticos parecen no tener límites morales y por lo tanto amenazan con poner en riesgo nuestras conquistas mas preciadas.
Los dos planteos son dos caras de una misma moneda: parte del nuevo discurso de la violencia, muy similar por cierto a los orígenes el Nazismo.
¿Qué hacer frente a este nuevo panorama?
El paradigma de los Derechos Humanos alcanzó su esplendor después de la segunda Guerra Mundial, cuando millones de vidas apagadas indicaban que el camino de la paz era el único posible.
Ante el avance del discurso justificador de la violencia que se propaga hoy por el mundo, debemos entonces oponer el paradigma de los derechos humanos y la paz.
La resistencia tiene varios frentes, uno de ellos es el fortalecimiento de los derechos fundamentales de los seres humanos que se ven amenazados por el nuevo Estado Inquisidor y totalitario. Otro es la conformación de redes nacionales e internacionales de organizaciones de la sociedad civil que promuevan campañas mundiales a favor de la paz..
Partida de Ajedrez.
La realidad demuestra claramente que la violencia como herramienta elegida por Bush -quien es fielmente acompañado por Blair- para supuestamente combatir el terrorismo, sólo ha generado hasta el momento más violencia, muerte y terror.
Como en un gran partido de ajedrez mundial los terroristas sabían que la jugada de los hombres del autodenominado “eje del bien” era atacar Afganistán e Irak, generando una espiral de violencia que parece no tener fin Los terroristas justifican así a los terroristas de Estado y estos promueven a su vez a los primeros, invadiendo cuanto país le es posible invadir y otorgando súper poderes a sus fuerzas de seguridad para pulverizar así los derechos de sus ciudadanos.
Como si se tratara de una gran partida de ajedrez que tiene al mundo como tablero y a los hechos políticos como jugadas, uno puede presuponer que los Terroristas se anticiparon varias jugadas e irremediablemente Bush y Blair hacen lo que ellos tenían previsto.
Por un lado, el hambre en áfrica y la violencia en medio Oriente propiciada y sostenida por las grandes potencias; y por otro lado, las torturas en Abu-Graib y las violaciones diarias a los derechos humanos, son la excusa perfecta para el funcionamiento y perfeccionamiento de las células terroristas.
La supuesta lucha contra el terrorismo ha fracasado como bien sostiene el Ex Asesor Internacional del Gobierno Ingles David Clark, por que justamente todas las acciones tomadas en ese marco lo que hacen es justamente lo contrario, es decir fomentar el desarrollo del terrorismo internacional. En efecto, la invasión a Afganistán e Irak y las leyes represivas lo que hacen es propiciar que más gente se enrole en sus filas.
Es decir que lo que Bush y Blair hacen, es justamente lo que los terroristas esperan de ellos.
Avance del Totalitarismo en todos los niveles.
El Estado Inquisidor se plasma a nivel internacional a través de las iniciativas de aumentos de poderes represivos por parte de Blair y de Bush, pero esta tendencia no es exclusiva de la política internacional.
En nuestro país, por ejemplo, se intentó sancionar una “Ley Espía”, que obligaba a las empresas prestatarias de servicios de Internet a guardar por años las comunicaciones que los usuarios realizaran a través de este medio, afectando así derechos reconocidos por las convenciones internacionales; una norma que debido a la resistencia de la sociedad civil fue “archivada”, aunque hasta el día de hoy nadie sabe a ciencia cierta que pasó con ella.
Otro tanto sucedió con las denominadas “Leyes Blumberg” que nos han puesto al borde de un colapso de pérdidas de garantías.
Mientras tanto, en la provincia de Mendoza, diariamente hay nuevas víctimas de la Ley de Requisas o las leyes que otorgan más poderes a la Policía, y sin embargo, siguen vigentes e incluso algunos legisladores pretenden aprobar más normas de este tipo.
Así, vemos como podemos trazar un paralelismo entre lo que sucede aquí, y lo que intentan hacer en Inglaterra, donde hoy se plantea tener acceso y archivo de todos los registros telefónicos –celulares y fijos- y de los correos electrónicos de los europeos.
Lo que llama poderosamente la atención es que estas iniciativas son propiciadas justamente por el mismo poder político que debería velar por la protección de los derechos fundamentales y del modo de vida en que se funda el sistema republicano de gobierno.
Por otro lado, estas Leyes parecen ser sólo parte de una estrategia coercitiva más amplia, que abarca una verdadera campaña internacional de amedrentamiento de las sociedades y a particularmente a aquellos que no comulgan con la ideología de la Seguridad Mundial que esconde como objetivo inconfesable, pero visible, la construcción de un poder hegemónico [3].
La luz de la razón y el límite moral.
En síntesis, debemos recurrir a los Iluministas, a aquellos que en las épocas del poder absoluto del Estado plantearon las críticas y sentaron las bases del cambio, suena así el nombre de Beccaria, de Howard de Lardizábal y de tantos otros críticos que arriesgaron sus vidas para oponerse al Estado absoluto.
También es importante recordar a quienes sentaron las bases de nuestro actual sistema (hoy en crisis) como Rouseau, Montesquie, Loke, Washington y mas próximos en el tiempo Martín Luther King, Salvador Allende, Adolfo Pérez Esquivel, Rigoberta Menchu y otros tantos anónimos que en forma silenciosa mantuvieron y mantienen viva la llama de la igualdad, libertad, respeto a la diversidad cultural y étnica.
Pero evidentemente los absolutistas y los que compran el discurso de la nueva inquisición política son muchos y vienen por mas, por tal motivo no podemos dejar de plantear el problema.
Es imposible soslayar que el avance del Estado y el desmoronamiento de las garantías individuales traen aparejado necesariamente una injusticia y una degradación no compatible con el concepto de avance continuo sino más bien con un pensamiento cíclico de la historia.
Los Estados del autodenominado Primer Mundo y sus seguidores van por la senda del aumento del poder absolutista e inquisidor de los aparatos gubernamentales destruyendo sus democracias y su modo de vida.
Frente a esto solo nos queda resistir con dignidad y esperar que se sumen todos los días personas de buena fe para juntos levantar la bandera de la paz.
Promover la libertad, la no violencia, la plena vigencia de las Constituciones Liberales y sostener la dignidad humana y el modo de vida en libertad y con derechos civiles plenos.
Promover la vigencia de los Tratados Internacionales de Derechos Humanos y el respeto de los mismos por las grandes potencias.
Denunciar la violación permanente de los derechos humanos por parte de las potencias sin miedo y teniendo la certeza de que en cada país y en cada lugar debemos sostener los derechos individuales puesto que es la única forma de vencer a los terroristas internacionales y a los terroristas de Estado.
No se puede aceptar que con la excusa del terrorismo o la inseguridad desaparezcan por completo nuestros derechos adquiridos y volvamos a la época del Mayor Inquisidor de aquel que condenaba a la hoguera en procesos sin control alguno y por denuncias anónimas a miles de personas, a quien empezamos a nombrar al comienzo de esta nota , el Sr. Tomás de Torquemada.
Pablo y Martin Salinas
Mendoza, 28 de julio de 2005
Notas finales
[1] Diario Página 12 del día 12/7/05.[Volver]
[2] Revista ñ 9/7/05 Pág.16.[Volver]
[3] Le Monde Diplomatique, Julio de 2005, nota “El gran viraje de Washington”, de Philip Golub.[Volver]
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